Mujer Sonora
SILVIA NÚÑEZ ESQUER
Día Nacional por la Erradicación del Feminicidio
Miércoles 07 de Noviembre de 2018 7:42 am
AYER, 6 de noviembre, una vez más se
conmemora el Día Nacional por la Erradicación del Feminicidio. En México, es
una fecha para recordar la aparición de los ocho cuerpos de mujeres en el sector
conocido como Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, Chihuahua, en 2001. El hecho
abominable derivó en una denuncia internacional contra el Estado Mexicano por
la falta de justicia, por familiares de tres de las víctimas. El 16 de noviembre de 2009, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos emitió la sentencia contra el Estado
Mexicano, llamada “González y otras”, mejor conocida como Campo Algodonero, en
alusión al lugar en donde fueron encontrados los cuerpos. La sentencia
evidenció la denegación de justicia para las mujeres asesinadas y arrojadas en
ese lugar, pero también para todas las demás en Ciudad Juárez, así como en todo
México. La sentencia que es vinculante, por lo que es
obligatoria su aplicación, fue cumplida en parte, sobre todo lo que tiene que
ver con acciones de reconocimiento del feminicidio, memorial dedicado a las
víctimas, y en lo nacional, la armonización legislativa. No obstante que todos
los estados tienen tipificado el feminicidio como delito autónomo en sus
códigos penales, eso sólo ha ayudado en algunos casos a contar con un marco
jurídico para encuadrar los crímenes que arrancan la vida a las mujeres y
niñas. Sin embargo, no es de absoluta aplicación, pues muchos asesinatos de
mujeres con características de violencia extrema de género, son investigados y
juzgados como homicidios, a veces simples. En Sonora, por ejemplo, se tipifica como
feminicidio la mitad de los casos, sin embargo, hemos identificado que en
algunos que no han sido encuadrados como tal, presentan alguna o varias razones
de género, de las que indica el tipo penal. Sonora tiene una incidencia de feminicidio
media en el contexto nacional, pero dada su poca población comparada con los
estados de mayor incidencia de feminicidio, entidades con mayor población del
país, nos elevamos a una tasa alta de feminicidio. Esto es porque mientras
Sonora presenta una tasa de 1.25 en feminicidio, la media nacional es 0.95,
colocando a nuestra entidad en el lugar 10, por encima de Veracruz, sólo
contando los casos tipificados como feminicidio. Con estas cifras, la población debería estar
preocupada, porque si bien tenemos la figura delictiva en el Código Penal y
esto ha ayudado a avanzar en la sanción del delito, todavía no damos el gran
salto a la parte que tiene que ver con el análisis de contexto que nos permitan
crear políticas públicas para prevenirlo. El error de estigmatizar a las
mujeres que son asesinadas en un evento con arma de fuego, a veces junto a
otros hombres, y que se ha reproducido en entidades donde avanza exponencialmente
el crimen organizado, ha contagiado a Sonora. Las mujeres “acribilladas”, “ejecutadas”,
“levantadas y arrojadas en carreteras”, automáticamente son colocadas
socialmente en un apartado en donde las vidas se pierden por las actividades a
las que se dedicaban y, por lo tanto, se lo merecían, pues se lo buscaron. El Observatorio Ciudadano Nacional del
Feminicidio, capítulo Sonora, ha registrado 46 casos de mujeres y niñas
asesinadas durante 2018. El municipio de Cajeme, para el que se solicitó la Alerta
de Violencia de Género –rechazada por la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), tras argumentar que no
había motivo para declararla– presenta un 26.08 por ciento de los casos,
mientras que Hermosillo y Nogales cuentan con 17.39 por ciento de casos cada
uno. Esos son los municipios de mayor incidencia.
Por ello, el SNSESP coloca a Cajeme en el lugar 19, Hermosillo en el lugar 30,
y Nogales en el lugar 50 entre los primeros 100 municipios con delitos de feminicidio,
sólo contabilizando los que han sido tipificados bajo esa figura. Del total de los 46 casos, la mitad, 23, han
sido cometidos con algún tipo de arma de fuego, incluidas armas largas
automáticas. Sin embargo, continúan presentes los golpes, los ahorcamientos,
mujeres degolladas y heridas con arma blanca, incluido el machete, para
asesinarlas. Las jóvenes siguen siendo el sector más afectado. Trece de las
mujeres asesinadas en Sonora durante el presente año, contaban con edades entre
21 y 30 años de edad. Mientras que siete de ellas tenían entre 41 y 50 años de
edad, siendo éste el grupo que ocupa el segundo lugar en feminicidio. En
algunos casos se combina el uso de arma de fuego, además de mutilar a la
víctima. En otros se acabó con la vida de las mujeres a machetazos. En otro
más, se asesinó a las mujeres combinando puñaladas y martillazos. Hay dos niñas entre cero y 10 años de edad
que fueron asesinadas. Además de haberse producido el hallazgo de cinco cuerpos
de mujeres que aparentemente se suicidaron y que no se cuenta con la
información de cómo fueron investigados. Dos se produjeron en Hermosillo, y
tres en Cajeme, Nogales y Guaymas. Mientras lo que tengamos sean cifras y datos
estadísticos de casos consumados, no podremos hablar de erradicación del
feminicidio. Necesitamos dar el salto a la prevención, no sólo en el ámbito
familiar que es el más anunciado, sino en el contexto global que nos está
matando a las jóvenes, tal como lo están gritando las cifras. *Periodista integrante de la Red Nacional de
Periodistas y directora del blog Mujer Sonora http://mujersonora.blogspot.mx/
Twitter:
@mujersonora