Cargando



Reprobable opacidad



SERGIO JIMÉNEZ BOJADO


Miércoles 07 de Noviembre de 2018 7:54 am


 EN la interminable feria de corruptelas que ha exhibido el aún actual régimen, destaca la condonación de impuestos a los grandes grupos empresariales de México, propiciando una mayor desigualdad social del pueblo, abusado por sus gobernantes y sumergido cada vez más en la miseria.

La condonación de impuestos del Servicio de Administración Tributaria (SAT) es uno de los incontables privilegios que el sistema político neoliberal ha otorgado en beneficio de un pequeño grupo de empresarios enriquecidos al amparo del poder; se trata de un beneficio con el cual la mayoría de los pequeños contribuyentes en este país ni siquiera se atreve a soñar.

Esta aberrante práctica en beneficio de unos pocos de por sí privilegiados económicamente deviene en detrimento de los muchos y su derecho al desarrollo integral que debe proveer el Estado, pero, ¿qué es lo que tenemos? Un país urgido en mejorar sus ingresos fiscales, para que se traduzcan en obra pública, en mejores salarios, en beneficios tangibles, pues, sin la necesidad de seguir manteniendo el pie en la yugular de una clase trabajadora que cada vez cuenta con un menor poder adquisitivo.

Por ello, es imperante que se transparente la información relativa de quiénes son estos grandes empresarios cobijados por el poder, que a pesar de sus enormes ganancias, no contribuyen en igualdad de condiciones, como lo hace el ciudadano de a pie, a quien apenas le alcanza el sueldo para sobrevivir, pero no deja de pagar sus impuestos constantes y sonantes.

Pero resulta que el SAT, en lugar de coadyuvar a la obligada transparencia, se ampara contra la histórica resolución del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección da Datos Personales (INAI), que le mandata se publiquen los nombres de las empresas y contribuyentes a los cuales les fueron condonados o cancelados los impuestos o créditos fiscales del 1 de diciembre de 2012 al 31 de diciembre de 2013, así como el monto de estas condonaciones. A lo que el SAT, para no acatar el mandato, arguye el respeto al secreto fiscal, trasgrediendo con ello el derecho constitucional a la información y a la transparencia, en beneficio del interés público. Es clara entonces la perversa complicidad del gobierno con los poderosos.

Esta resolución es de vital importancia para que el pueblo mexicano conozca a quién se privilegia financieramente en este país plagado de desigualdades sociales, ya que es irrisorio que el ente se reserve estos datos, alegando el secreto fiscal, mientras publica mensualmente en su página web y en el Diario Oficial de la Federación los nombres de contribuyentes incumplidos, sin ningún miramiento.

Cito un dato interesante: De acuerdo con la revisión de la cuenta pública 2016, realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), durante 2016, el SAT dejó de ingresar a las arcas del gobierno 393 mil millones de pesos por concepto de pago de impuestos que fueron devueltos o condonados, pero además por adeudos fiscales que no se pudieron cobrar.

Pero eso no es todo, antes, en 2015, la ASF publicó en su informe sobre la cuenta pública 2013, que el fisco condonó multas y recargos por casi mil 123 millones de pesos a grandes empresas, como Sabritas, Gamesa, Prologis-México City Investment y Scotiabank Inverlat, bajo el pretexto de un programa de incentivos fiscales aprobado por el Congreso de la Unión, lo cual afectó la Hacienda pública federal.

Es increíble que se dejen escapar miles de millones de pesos que bien podrían ser la diferencia entre un servicio de salud eficiente o una verdadera educación de calidad para los mexicanos, mientras inspectores del SAT se la pasan persiguiendo a la señora de las tortas u otros pequeños comerciantes para que cumplan con sus obligaciones fiscales, cuando las ventas no les dan ni para cubrir las necesidades básicas de su familia.

Dígame usted, estimado lector, ¿cuántas refinerías o aeropuertos se pudieron haber construido con ese nada despreciable recurso?

 

*Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena