Razones
JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
El antídoto antiTrump: votar
Jueves 08 de Noviembre de 2018 8:07 am
LA elección del martes en Estados
Unidos demostró que, pese a todo, la democracia sigue viva en ese país, y que 2
años de Trump han dañado el cuerpo social estadounidense hasta límites
inimaginables en el pasado cercano, pero que ese cuerpo sigue generando
anticuerpos capaces de derrotar a la enfermedad que lo agobia. Los demócratas recuperaron la Cámara
de Representantes y los republicanos conservaron el Senado en unos comicios que
los beneficiaban, porque sólo se renovaba un tercio de la Cámara Alta. En las
elecciones para el Capitolio hay algunos datos notables que demuestran el
creciente papel de las mujeres, los jóvenes y las minorías. En la próxima
Cámara de Representantes habrá más de 100 mujeres que han ganado su escaño de
mayoría (en Estados Unidos no hay ni cuota de género ni legisladores de
representación proporcional). Entre ellas, hay dos mujeres indígenas, dos
musulmanas, está Alexandria Ocasio-Cortez, no pierda de vista ese nombre, una
joven de padres puertorriqueños que hasta hace poco era mesera en un
restaurante mexicano, que se convirtió en la mujer más joven en llegar a la
Cámara Baja, con 29 años, es socialdemócrata y derrotó tanto a la maquinaria
tradicional dentro del Partido Demócrata, en las internas, como a los
republicanos. En Texas, por primera vez van al
Congreso dos mujeres latinas, son Verónica Escobar y Sylvia García. También en
Texas, otro joven, Beto O’Rourke, estuvo a punto de derrotar al ultraderechista
Ted Cruz. Perdió, pero es una de las grandes figuras emergentes entre los
demócratas. En Colorado, habrá por primera vez un Gobernador abiertamente gay,
el empresario Jared Polis. Mujeres, jóvenes, minorías, fueron los
protagonistas de la jornada electoral. Pero la polarización sigue siendo feroz
en la Unión Americana: el apoyo de Trump es de apenas el 40 por ciento de la
población, pero esa base sigue movilizada a su favor y vota. Las ciudades
mayores a un millón de habitantes están perdidas para Trump, incluso desde
2016, y en esta ocasión también para muchos legisladores republicanos, pero su
base rural sigue siendo muy activa y eso se reflejó en las consultas, las de
verdad, donde sí vota y opina el pueblo, sobre todo en este tipo de temas. Los
resultados de las consultas reflejan la polarización existente. En el estado más conservador de la
Unión Americana, en Alabama, se aprobó la inscripción de los 10 mandamientos en
los edificios públicos y se redujo drásticamente el derecho al aborto. Lo mismo
decidió sobre el aborto Virginia Occidental, pero en Oregon, una enmienda que
también quería castigar la interrupción del embarazo, fue rechazada. En
Florida, en una decisión clave para futuros comicios, se recuperó el derecho a
votar para ex reclusos que hubieran cumplido su condena: esa norma dejaba sin
derechos electorales al 40 por ciento de los hombres afroamericanos y a un alto
porcentaje de latinos. En Colorado se prohibió la esclavitud como pena corporal
por cualquier tipo de delito. En Massachusset, la consulta garantizó los
derechos de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, en todos los
ámbitos. En Lousiana se aprobó que todas las decisiones de los jurados deberán
ser tomadas por unanimidad, para evitar la discriminación racial. En Michigan
se aprobó el uso de la mariguana recreativa, y en Utah y Misuri para uso
medicinal; Dakota del Norte rechazó el paso de la hierba de uso medicinal a
recreativo. Hubo en total 155 consultas que fueron parte de estos comicios, y
los resultados reflejaron la polarización, pero también cómo se sigue
imponiendo la lucha por las libertades, a pesar de los retrocesos que han
implicado numerosas leyes, desde los ataques terroristas de 2001 hasta el día
de hoy. El trumpismo ha hecho un daño enorme a
la sociedad estadounidense y puede querer hacer regresar a Estados Unidos hacia
un lejano pasado económico, político, social y racial, pero los comicios del
martes han demostrado que no puede toparse una y otra vez con la realidad y
seguir ignorándola. Y esa realidad ha irrumpido en muchos ámbitos, sobre todo
en la nueva Cámara de Representantes. CSG Y AMLO Quizás el ex presidente Carlos Salinas
de Gortari no tendría que haber salido públicamente (en un evento sobre Nicolás
Maquiavelo organizado desde semanas atrás) en medio del ambiente de polarización
que había generado la cancelación de Texcoco y la portada de Proceso (“los
hombres ofenden antes al que aman que al que temen”, decía Maquiavelo). Tendría
que haber considerado que no se iba a escuchar lo que dijera, que su sola
aparición generaría reacciones. Quizás lo que quería era provocarlas. Está en
su derecho.
Pero de allí a transformar una buena
mesa de debate sobre Maquiavelo, el notable florentino creador de la ciencia
política moderna (olvídese usted de las etiquetas peyorativas del maquiavelismo,
nada tienen que ver con la esencia real de Maquiavelo), en parte de un complot
para derrocar, de una u otra forma, a López Obrador, hay tanta distancia que
suena, sencillamente, a una ridiculez. Maquiavelo, que decía que “las armas se
deben reservar para el último lugar, donde y cuando los otros medios no
basten”, se hubiera carcajeado ante esa lógica conspirativa.