Letras y Números
JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL
La Feria es la Feria
Lunes 12 de Noviembre de 2018 7:45 am
SON los últimos días de la Feria, y
las instalaciones lucen atestadas de gente que se deja aturdir por los
impresionantes equipos de sonido, colocados de forma intermitente a lo largo de
las estrechas callejuelas, dejando escapar las estridentes voces de cantantes
de moda, bandas norteñas, corridos de caballos, rock, reggaeton y todo tipo de
música popular. Desde las 12 del día y hasta altas
horas de la noche, la gente deambula a través de los cientos de puestos
instalados en los cuatro puntos cardinales del enorme complejo donde se
desarrolla la Feria de Todos los Santos, que cumple 81 años de llevarse a cabo
con el formato que conocemos, aunque su evolución ha tenido lugar desde hace
cientos de años, cuando las primeras huestes españolas arribaron a lo que fue
la Villa de San Sebastián, donde formaba parte de la liturgia de la religión
cristiana y poco a poco fue desbancando a las celebraciones eclesiásticas,
hasta quedar la fiesta como motivo único de las celebraciones. Al igual que en todas partes del
planeta, el incesante crecimiento de las ciudades propicia cambios
trascendentes en todas las celebraciones tradicionales, y Colima no es la
excepción. Fue en el Jardín de la Libertad, ubicado atrás de Catedral, donde
dieron inicio este tipo de celebraciones, aunque de forma muy modesta. Luego
hubo que cambiarse al Jardín Núñez, tanto en el lado sur como en el poniente, y
de ahí se trasladó, en 1958, a unos terrenos donde estaba la Unidad Deportiva
Ignacio Zaragoza, frente a la entonces 20ª Zona Militar, justo donde ahora se
ubica la Casa de la Cultura. Fue en 1978 cuando se desplazó a donde hoy se
lleva a cabo esta Feria, que cada año se consolida como una de las ferias más
importantes del país. En una charla que el actual director
de la Iffecol, Petronilo Vázquez Vuelvas, tuvo con el Círculo de Analistas
Políticos de Colima, yo le expresé que aunque todos los años se dice que el
panorama económico se ve complicado y puede afectar el éxito de la Feria, cosa
que nunca sucede, hoy podría convertirse en una realidad, ya que los cambios
tan abruptos que se habían dado en todo el sistema político así lo preveían.
Por un lado, quienes iban a entrar a laborar en todos los Ayuntamientos del
estado aún no cobraban su primera quincena, y quienes iban a salir no gastarían
sus ahorros, debido a la incertidumbre de su futuro, aunado a un cambio de
gobierno de la República, cosa por la que se veía complicado que la gente
acudiera a gastar sus ahorros. Hoy veo que no tenía razón. La Feria es la Feria y a nadie le
importa lo que pase el día de mañana. Así somos los mexicanos, alegres,
fiesteros y puestos para la juerga. La Feria de Todos los Santos es una verbena
familiar a donde todos acudimos con nuestros chilpayates a disfrutar de las
exposiciones, de los juegos mecánicos, de las artesanías, de la cocina
colimense, de los innumerables puestos de frutas, novedades y de las
exposiciones ganaderas. La gente sigue yendo a presenciar lo que los 10
municipios del estado presentan en sus stands y se sigue arremolinando en el
Teatro del Pueblo a deleitarse con los artistas colimotes que ahí acuden, y a
regocijarse con la coronación de la reina. Ayer concluyó la celebración número 81
de la Feria. Es cierto que son muchos años, sin embargo, aunque lo que ahora es
una gran Feria, debe haberse iniciado cuando los primeros españoles arribaron a
nuestra Villa de San Sebastián, hace ya la friolera de 500 años, cada día se ve
mejor. Ojalá y la gran fiesta siga evolucionando para bien. Ya suenan las
golondrinas para los terrenos actuales. Cuando eso suceda, dirán que los nuevos
terrenos están demasiado lejos. ¡Siempre se ha dicho lo mismo! Felicidades,
director Petronilo Vázquez Vuelvas, y que el año próximo sea mejor. Colima
merece estar en las grandes ligas. PD. ¿Gusta opinar? Lo espero en Las
Mentadas.
jbrambilaleal@yahoo.com.mx