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Sentido Común



PATRICIA SÁNCHEZ ESPINOSA

Frivolidad legislativa


Lunes 12 de Noviembre de 2018 7:50 am


EL gobernador José Ignacio Peralta Sánchez acudió el jueves pasado al Congreso del Estado a comparecer con motivo de la Glosa de su Tercer Informe de Labores, en un ejercicio sano que puede ayudar a que la gente conozca mejor la actuación de sus autoridades y a dar mayor transparencia a lo que se viene haciendo en la administración estatal. La separación tangible entre los Poderes del Estado es positiva y responde al espíritu constitucional de la separación de los mismos, por lo que las comparecencias para ampliar o aclarar conceptos sobre la Glosa del Informe son un avance en pro de la democracia.

En términos generales, el intercambio entre el representante del Ejecutivo y las y los diputados fue sano, de corte institucional y con interesantes preguntas que dieron lugar a importantes respuestas por parte del Gobernador, en temas de claro interés general, como la seguridad pública y el crecimiento económico. La excepción que rompió con la armonía institucional fue aportada por los legisladores Francisco Rodríguez y Vladimir Parra, del PAN y Morena, respectivamente.

Antes de que comenzara el encuentro hubo algunas molestias de parte de algunos tribunos, entre los que destacó Parra Barragán, debido a que con antelación llegaron personas con el uniforme de Gobierno del Estado a ocupar un asiento en la Cámara local. Gente que estuvo presente relata que el Diputado en cuestión se encontraba bastante molesto por ello, debido a que las personas que él había convocado no tendrían espacio para ocupar las sillas y, por tanto, no podrían mantener la atmósfera adversa que tenía planeada para la comparecencia del Mandatario. Como represalia, se ordenó apagar el aire acondicionado del recinto, lo que ocasionó que algunos de los asistentes se deshidrataran y estuvieran a punto de desmayarse.

A los trabajadores del Gobierno del Estado se les recriminó su presencia, exigiendo que se les descontara el día de trabajo, por haber acudido a “ocupar” un espacio reservado para integrantes del “pueblo” de Colima. También aseguraron que muchos de ellos habían acudido al recinto, presionados o amenazados por sus superiores jerárquicos, de lo que no aportaron pruebas. Es triste que algunas de las y los legisladores de la 59ª Legislatura lancen acusaciones de este tipo sin ofrecer pruebas, basados en chismes o en supuestos, así como de que no se percaten de que los trabajadores de la administración estatal también son parte del pueblo de Colima, en su carácter de ciudadanas y ciudadanos, y por ello tienen derecho de ocupar un espacio en dicho recinto. Si se les descuenta el día o no por no haber acudido a laborar, o si pidieron un pase de salida, es algo que tendrían que tratar con sus jefes inmediatos.

Con un discurso demagógico, lleno de falacias, chismes e imprecisiones, el diputado, ex perredista y ahora panista, Rodríguez García, aprovechó el espacio para amenazar al Gobernador con iniciar un juicio político en su contra, lo cual sólo se puede hacer por violaciones graves a la Constitución o a las leyes. Los argumentos esgrimidos por el Legislador tránsfuga fueron contestados puntualmente por el gobernador Peralta Sánchez, dejando en evidencia la falta de oficio político del tribuno, al lanzar un discurso incendiario sin sustentos, con un fin meramente demagógico.

De la misma forma se comportó el diputado Vladimir Parra, quien le recriminó al Mandatario no haber cumplido sus promesas de campaña, puesto que la gente en Colima aún no vive feliz y segura, a lo que el aludido contestó que sigue trabajando en sus ofrecimientos, puesto que su mandato aún no ha terminado, y pidió que no se lucre con el tema de la seguridad, debido a que es complejo e implica “una colaboración responsable”, que no es para usarse para golpear, ya que eso no conduce a la solución de los problemas.

Es lamentable que algunos legisladores no entiendan su labor y se sigan considerando contendientes a un cargo público, sin convertirse en una oposición responsable, de las que no sólo acusan para encender a la gente con un interés político, sino que investigan y hacen las preguntas pertinentes para informarse, y hacen sus acusaciones basadas en datos duros y comprobables, llevándolas a instancias jurídicas de ser necesario. Intentar golpear a un Mandatario sólo por desgastarlo para tratar de allanarle el camino a su partido político para las siguientes elecciones, además de ruin, es irresponsable, pues se polariza a la población, creando un ánimo negativo entre las personas.

No es correcto que las y los diputados recurran a chismes y falacias para acusar al Gobernador –o a cualquier funcionario– en el Congreso del Estado, pues al hacerlo, prostituyen el espacio de las y los colimenses con fines meramente partidistas. Ellos y ellas tienen la obligación de conocer las leyes y los reglamentos, de investigar y ser responsables con la información que manejan. En esta ocasión, su desconocimiento e innecesaria beligerancia hizo que les saliera el tiro por la culata, pues los expuso ante la opinión pública como perversos, mentirosos e intolerantes, además de que le dio la oportunidad al Mandatario de aclarar chismes callejeros que sus propios partidos políticos tenían tiempo diseminando. Por su propio bien, les conviene estar mejor informados.