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ARNOLDO VIZCAÍNO RODRÍGUEZ
Martes 11 de Diciembre de 2018 8:08 am
ORGULLOSO y satisfecho me sentí de ser
uno de los mexicanos que presencié en el Salón de Plenos de la Cámara de
Diputados la asunción al poder de la República del Presidente número 65. Ya se
ha dicho y escrito mucho sobre su extraordinario discurso a la hora de
protestar su cargo; por ello me ocuparé de resaltar algunos compromisos y
expresiones valiosas, aparte del jocoso “me canso ganso”. Reitera Andrés Manuel su
definición sobre el poder, señalando que
éste sólo tiene sentido si se pone al servicio de la gente; es un “mandar
obedeciendo”. Expresiones como ésta irritan y enrabian a quienes tenían y quisieran el poder para seguir oprimiendo
al pueblo, al tiempo que saquean a la Nación sin misericordia. Les descompone y
enferma su ratificación del combate a fondo que ha iniciado contra la corrupción
y descalifican todas sus propuestas, que no caben ni conciben en su mente sucia
y retorcida; fustigan con índice de fuego sus propuestas porque, sintiéndose
muy sabiondos, afirman que incumplirá porque no tiene de dónde obtener dinero
para cumplir; yo creo que ellos lo saben pero se hacen, y le niegan la razón
cuando afirma que los recursos saldrán del combate a la corrupción. Miren, cuando recientemente Andrés
Manuel estuvo aquí, nos compartía: “Fíjense cómo son las cosas, dicen que no
cumpliré con mi compromiso de abastecer con medicinas a todas las unidades
médicas de la Nación, que porque ello cuesta millonadas que no podré obtener de
ninguna parte; le encargué a Urzúa (Secretario de Hacienda) que me hiciera un
estudio del caso y que explorara la adquisición de medicinas en compras consolidadas,
sin corrupción; ¿saben qué encontró?, que el gobierno de Peña dice que este año
gastó 100 mil millones en la adquisición de medicamentos y que habiendo un
desabasto del doble, en ese esquema se requerirían 200 mil millones para
abastecer la demanda; pero Urzúa me ha informado que si los adquirimos bajo el
mecanismo que venimos planteando, con los 100 mil millones podemos comprar 3
veces más que los comprados por los que
se van, o sea, que ni siquiera ocuparemos los 100 mil millones, con 65 o 70 mil
millones tenemos, nos sobrarán por lo menos 30 mil millones y cumpliremos a cabalidad nuestro
compromiso. Eso es lo que no entienden (así lo dicen) nuestros adversarios, por
eso machacan, ¿de dónde saldrá el dinero? Y yo, machaconamente, les respondo:
de gobernar sin corrupción”. Evidentemente, para muchos resulta
traumático este golpe de timón de 180 grados, no cabe en las cabecitas duras de
quienes se la han pasado regodeándose en el confort de los privilegios que han
agenciados para sí, que su estatus placentario cambiará drásticamente; en ese
grupo se encuentran los muchos burócratas de angora que han venido saqueando
inmisericordemente las arcas del espoleado pueblo, asignándose salarios que
rayan en el insulto, pues suman varios cientos de miles de pesos. Hay
burócratas, como los ministros de la Corte, que en un mes ganan lo que un
trabajador de campo o de fábrica ganaría en 12 años. ¡Ah!, pero esta casta
privilegiada no está dispuesta a perder sus canonjías y ha iniciado una brutal
envestida legaloide, contando con la corrupta cooperación con legisladores
resentidos por su derrota; yo creo como decía Alfonso Rolón, le están buscando
“chiches a las culebras”; creo también que no conocen a López Obrador. Pienso
que a los ministros y los demás miembros privilegiados del Poder Judicial, se
les olvida que no son un Poder que dimane de la voluntad popular; ellos no son
elegidos por el voto de los ciudadanos; los votantes elegimos a los integrantes
de los Poderes Legislativo y Ejecutivo, y éstos Poderes reunidos, cada uno con
sus facultades propias, crean al Poder Judicial. Dicho de otra manera, quien
pone tiene derecho a quitar. En una consulta no vería al pueblo metiendo la
mano en defensa de sus verdugos. Tener esto presente los ministros, podría
ayudarles a que no se les meta el humo en la cabeza.
*Presidente de Productores Unidos por
Colima, A.C.