Cargando



Contraste



GLENDA LIBIER MADRIGAL TRUJILLO

¡Sí se puede!


Viernes 14 de Diciembre de 2018 8:09 am


NO fue a través de la rebaja a los altos salarios y las excesivas e inmerecidas prestaciones de las y los magistrados, pero la Suprema Corte de Justicia de la Nación prescindirá de 5 mil millones de pesos de su gasto corriente, que bien pudo reducir en su propuesta de presupuesto para el próximo año. El Poder Judicial demuestra que, si quiere, puede ser mucho menos oneroso para las finanzas públicas, conformadas por el pago de impuestos de la clase trabajadora mexicana.

Los ahorros en el sector público son tan posibles como necesarios. Y para el erario federal es sano que se esté empezando un proceso de reajuste, que ponga freno al sostenido incremento de sueldos de servidores públicos de primer nivel que cada nuevo gobierno autorizaba, así como al reacomodo de personal, excesivo en muchas áreas, desaprovechado en otras, y a veces canalizado a realizar funciones particulares de funcionarios que nada tienen que ver con la tarea pública.

Que el ejemplo del Gobierno Federal cunda en otros niveles de gobierno y otros Poderes es importante, para que así se logre disminuir el derroche en el ámbito público, pues este asunto de la austeridad republicana tan machacada por la administración lopezobradorista, según se entiende, va en dos sentidos: acabar con el dispendio, salarios excesivos y privilegios inmerecidos de los de arriba, y poner orden en el ámbito administrativo.

De entre las nuevas autoridades que están adoptando medidas similares al Gobierno Federal, está la jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien acaba de reintegrar a sus labores nada menos y nada más que a mil 400 policías que la hacían de escoltas de políticos y empresarios de la capital del país.

Todos esos elementos policíacos, ¡mil 400!, por años han sido distraídos de sus ocupaciones, pagados con dinero del gobierno de la CDMX, para el cuidado personal de individuos que han abusado de su poder político y económico para garantizar su integridad física y la de sus familias, en un país y en una ciudad azotada por la delincuencia.

Qué bien que se recuperen esos varios cientos de elementos humanos de seguridad, que en estos momentos es el área más problemática en todos los rincones del país y, por tanto, todos ellos son necesarios en las calles, en los patrullajes, en los operativos, en el cuidado de toda la población. Qué bueno sería que el resto de gobernantes de las entidades federativas, como Colima, procedieran de la misma manera que Sheinbaum, y retiraran escoltas asignadas a funcionarios ajenos a las tareas de seguridad, así como a ex funcionarios y políticos que no deben tener a su disposición y para su cuidado personal, elementos policíacos pagados con el erario estatal. ¿Cuántos policías distraen en esas actividades en Colima, mientras la gente común vive expuesta a todo tipo de peligros debido a la alta incidencia de violencia e inseguridad? Eso ya no es tolerable.

El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, sigue los pasos marcados en este rubro por el Gobierno Federal y se redujo el salario. Pero no sólo eso, hizo extensiva la invitación a los integrantes del Supremo Tribunal de Justicia en esa entidad para que hagan lo propio y no ignoren la voz ciudadana que, les dijo, quiere austeridad salarial de los altos funcionarios.

Como respuesta, los magistrados del Poder Judicial de Jalisco, sin hacer problema porque la sugerencia de bajarse sus ingresos vino de otro Poder, el Ejecutivo, quedaron en disminuir sus sueldos en 20 mil pesos, a partir del próximo año. ¿Verdad que se puede?

En los comicios de julio pasado, la mayoría de electores votó por un cambio profundo en el sistema político y de gobierno en el país. Un cambio que tiene que empezar modificando la conducta de quienes ahora son gobierno, lo que implica enterrar a la clase política privilegiada que ve y asume la función pública como el medio más idóneo para acumular riqueza y hacer negocios al amparo del poder. ¿Habrá alguien que todavía no lo entienda?