En tratándose de dinero
ARNOLDO VIZCAÍNO RODRÍGUEZ
Martes 18 de Diciembre de 2018 8:11 am
CUANDO en los 90 fui nombrado jefe del
Departamento de Parcelas Escolares, me propuse visitarlas todas (más de 150),
para conocer directamente su problemática, su superficie, su uso, sus
potencialidades, etcétera. El secretario de Educación era el maestro Benjamín
Fuente González, pactando vernos cada viernes, para compartirle un informe
sobre las parcelas visitadas durante la semana, siendo entre 12 y 20 por vez. Mis informes eran completos,
detallados; llenaba formatos donde hablada del estado de los cercos, los
cultivos establecidos, las deficiencias o aciertos sobre el manejo; sobre esto
y más cosas me preguntaba el maestro Fuentes, pero indefectiblemente también
sobre su estado administrativo, y aquí casi siempre las noticias eran pésimas,
pues con muy pocas y honrosas excepciones, encontrábamos que las parcelas no
beneficiaban a las escuelas. A veces el beneficiario era el director, otras el
comisariado ejidal o el comisario municipal, el cacique o los maestros o la
directiva de los padres de familia; por ello el maestro Fuentes solía expresar:
“No cabe duda que en tratándose de dinero, casi todos son trompudos”. Me acordé de esos tiempos ahora que
AMLO propuso y demandó que hubiera reducción de los insultantes salarios de los
altos funcionarios, convertidos en vulgares e inmorales saqueadores del erario
nacional, construido con el sudor y las lágrimas de los apaleados mexicanos.
¿Vieron cómo brincaban los ministros de la Corte y muchos otros que sintieron
que les estaban “llegando a lo vivo”? ¿Vieron cómo los inmorales ministros y
otras alimañas se aliaron con la afortunadamente pobre oposición en el
Congreso, integrada por algunos legisladores panistas, priistas, perredistas y
del llamado Movimiento Ciudadano, para hacerles el trabajo sucio a los magnates
del Poder Judicial, impugnado la ley que les impide seguir saqueando al erario?
No cabe duda, claro que tenía razón el maestro Benjamín Fuentes. “En tratándose
de dinero, casi todos son trompudos”. Fíjense que recientemente participé en
una interesante discusión sobre el particular, y me llamó la atención la
expresión irracional de uno de los participantes, quien machaconamente y como
estribillo insistía: “Yo quisiera tener enfrente a Andrés Manuel para
demandarle que me explique de dónde sacó que su salario debe ser de 108 mil
pesos, ¿por qué no dijo que sería de 150, 80, 60 ó 50 mil pesos?”. La verdad es que yo no le entendí qué
importancia tenía ese particular; lo que sí pensé es que si de veras tuviera
frente a él al Presidente, sería más probable que se le cayeran los pantalones
antes que formularle algún reclamo. Pero, efectivamente, su “reflexión” reforzó
mi convicción sobre lo que es mi deseo, que reflexione AMLO y lo aplique el
próximo año, para no ir tan carrereados. Yo creo que cualquier familia vive con
holgura y decencia, incluso por encima de la medianía juarista, con un ingreso
diario de 2 mil pesos, esto es, 60 mil al mes; por ello espero que el siguiente
año, El Peje le dé otro bajoncito a su ingreso, que haga sufrir y rabiar a los
fifís, en beneficio del pueblo. Finalmente, la casta dorada de la
burocracia mexicana se aclichingó, aunque ciertamente no en los términos que
justamente planteó Andrés Manuel y que bien merece el pueblo de México; pero lo
importante es que ya empezó, lo demás será más fácil.
*Presidente de Productores Unidos por
Colima, A. C