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Letras y números



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

¿Cómo será 2019?


Lunes 31 de Diciembre de 2018 7:36 am


DISCIPLINADOS, así, lo que se dice disciplinados, los mexicanos nunca nos hemos caracterizado por serlo, sin embargo, muchos de quienes habitan esta incomparable patria han adquirido el notable hábito de hacer minuciosos planes y establecer metas para el año que está por iniciar. A mí se me hace una práctica digna de imitarse y cierto estoy de que quien la lleva a cabo le será más fácil ajustar sus planes o luchar contra las circunstancias imprevistas que en el transcurrir del año se presenten.

Sin embargo, tengo la leve sospecha de que ni el más calificado de los videntes que aún se dejan caer por estas tierras, sería capaz de augurar lo que pueda pasar en el año que mañana inicia. ¡Aguas!, no estoy diciendo que la situación estará caótica o cosas por el estilo, porque entonces ya estaría haciéndole al zahorí o adivinador, actividad que todavía no entra en mis planes, aunque no estaría por demás iniciar un negocio con la venta de bolas de cristal, porque todos quisiéramos saber cómo nos va a ir en el año que arranca el día de mañana.

Recuerdo cuando nuestro muy querido Jorge Assam se presentó un día al campo del Estadio San Jorge (ah, cuánta nostalgia) con un nuevo entrenador que llevaría a nuestro equipo Tenería a lo más alto del firmamento futbolístico colimense. Se trataba ni más ni menos que de Donaldo Ross Cawen, un uruguayo que llegó a México ni más ni menos que para conseguir el primer campeonato para las Chivas del Guadalajara.

En esos días tuvimos una charla nocturna con el entrenador y lo más anecdótico fue un vaso de agua a medias. “Díganme cómo ven el vaso”. Entre que unos lo veíamos medio lleno y otros medio vacío, nuestro entrenador empezó a explicarnos lo que ahora es una expresión popular. “¡Tendrías que ver el vaso medio lleno!”, “¡Siempre ves el vaso medio vacío!”. Todo para hacernos entender que sólo nosotros tenemos más poder sobre nosotros mismos, sobre nuestros comportamientos y pensamientos.

Desde luego que en aquel entonces todas esas charlas parecían que sólo tenían como destino el triunfar sobre los equipos que eran nuestros contrincantes, sin embargo, ahora que está por iniciar un nuevo año y México tiene un gobierno que apenas inicia, es cuando viene a mi mente aquella proposición del vaso medio lleno o medio vacío.

Mañana inicia 2019, de usted y de mí depende el que veamos un México medio bien o medio mal, es decir, depende de nuestro optimismo o pesimismo. Yo decido ser optimista. No es momento de lamentaciones. Somos un país de 120 millones de mexicanos que hemos padecido las más duras tragedias, habitando hoy una Nación a la que Dios llenó de bendiciones y estamos dispuestos, como siempre, a librar una batalla más.

Durante décadas hemos vivido en la esperanza de que quienes están en el gobierno se compadezcan de nosotros y nos otorguen las dádivas a las que nos hicieron tan afectos. Quizá sea el momento que dejemos de tener la mano extendida hacia ellos y exijamos que desde el Presidente de la República hasta el más humilde de los servidores públicos, incluyendo a todos los partidos políticos, actúen con absoluta honestidad y transparencia.

Que entiendan todos esos actores que vienen tiempos difíciles y la gente está cada día menos tolerante a la corrupción y a la impunidad. Se necesitan liderazgos fuertes y auténticos para unir a los mexicanos y poder sortear las delicadas situaciones que se avecinan.

Decía Churchill que un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad, en cambio, un optimista ve una oportunidad en toda calamidad. Lo invito a que vivamos el próximo año con optimismo, porque como decía Helen Keller, “el optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza”. Aprovecho para desear a todos los lectores de Diario de Colima un próspero año 2019. ¡Que viva México!

PD. ¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.


jbrambilaleal@yahoo.com.mx