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Sin tapujos



NICOLÁS CONTRERAS

Salvados por la campana


Lunes 31 de Diciembre de 2018 7:31 am


“QUIEN con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”, Friedrich Nietzsche. El pasado 21 de diciembre, se publicó en el Periódico Oficial El Estado de Colima, la Ley de Austeridad del Estado de Colima, iniciativa propuesta por el actual grupo mayoritario en el Congreso, que de acuerdo a su artículo 1 tiene por objeto “la aplicación de medidas de austeridad en la programación y ejecución del gasto gubernamental, como política de Estado para hacer cumplir los principios de economía, eficacia, eficiencia, transparencia y honradez en la administración de los recursos económicos de carácter público”. Con dicha ley, los actuales diputados buscan liberar un poco la presión que han sufrido por parte de la sociedad, debido a las promesas de campaña que más de un legislador realizó acerca de reducir el sueldo de los integrantes del Poder Legislativo (Diario de Colima, 4 de julio, 2018).

No obstante lo anterior, la Ley de Austeridad del Estado de Colima no contempla en ninguno de sus artículos la reducción de sueldos de los diputados. Cabe mencionar también que muchas de las disposiciones de dicha ley ya se encontraban previstas en otros ordenamientos legales, pero eso es otra historia.

Pero volviendo al tema central, la Ley de Austeridad del Estado de Colima, de acuerdo a su artículo transitorio número 1, entró en vigor el pasado 22 de diciembre. El 26 de diciembre, un medio de comunicación digital publicó la siguiente nota: “Diputados quitan de presupuesto gastos médicos privados a maestros de la Sección 39”, aduciendo que el artículo 4 de dicha ley señala que “queda prohibido establecer o cubrir con recursos públicos, haberes de retiro o regímenes especiales de jubilación o pensión, así como la contratación de seguros privados de gastos médico, de vida o de separación, individuales o colectivos, por parte de los entes públicos para beneficio de cualquier servidor público”.

¿Son los maestros de la Sección 39 servidores públicos? La pregunta se responde con el contenido de la fracción VI del artículo 2 de dicha Ley de Austeridad, que estipula que debemos entender por servidor público lo siguiente: “Los representantes de elección popular, los miembros del Poder Judicial del Estado, los funcionarios y empleados y, en general, toda persona que desempeñe un empleo, cargo o comisión de cualquier naturaleza en el Poder Legislativo o en la Administración Pública del Estado o los municipios, así como de los órganos autónomos”. Bajo esa definición, es claro que los maestros también son considerados como servidores públicos.

Ante el gran impacto que tuvo la noticia de la pérdida de los servicios médicos, rápidamente el Congreso del Estado respondió mediante un comunicado (se desconoce la autoría del mismo), donde señalaba que era falso que los maestros fueran a perder su servicio médico, mismo que puede ser consultado en el siguiente enlace: http://www.congresocol.gob.mx/web/Pagina/index.php/principal/notaCompleta/3892.

Pero ojo, estimado lector, la permanencia de los servicios médicos a los maestros que aduce el Congreso del Estado, es el resultado de un “descubrimiento” de último momento de la actual Legislatura, respecto a disposiciones contenidas en la nueva Ley de Pensiones.

En efecto, la anterior afirmación tiene un firme sustento, pues basta leer el decreto que contiene la Ley de Austeridad para notar que en ningún apartado hacen razonamiento alguno sobre los servicios médicos de los maestros (mucho menos en algún artículo transitorio), por lo que si de verdad hubieran estado conscientes de dicha circunstancia, lo hubieran plasmado en el decreto.

Otro punto que afirma lo anterior tiene que ver con la iniciativa presentada por una diputada de Morena, que buscaba modificar la entrada en vigor de la nueva Ley de Pensiones Civiles para 2020 (dicha iniciativa se presentó apenas el 6 de diciembre de 2018), lo que pone de manifiesto el desconocimiento de los alcances de la nueva Ley de Pensiones.

Finalmente, otra contundente prueba del “descubrimiento” de estas disposiciones por parte de la actual Legislatura, es que dicha circunstancia no fuera abordada por ningún diputado integrante del magisterio (existiendo varios de ellos que tienen relación con el mismo). Lo que es un hecho es que la Ley de Austeridad, tal y como está redactada, pudo provocar afectaciones importantes al magisterio.

No dudo de la buena voluntad de los tribunos, sin embargo, quizá la animosidad y la premura por realizar cambios a favor de los colimenses no les permitió vislumbrar los alcances que podía tener su Ley de Austeridad, no obstante, fue la atacada Ley de Pensiones Civiles la que les brindó la solución. Espero que esta experiencia sirva de aprendizaje a los nuevos diputados y los haga mejorar aún más, pues todos los colimenses deseamos que hagan un buen papel, pues ello nos beneficia a todos. ¡Ánimo!


*Ex diputado local independiente