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CARLOS MALDONADO VILLAVERDE

Los buenos propósitos


Jueves 03 de Enero de 2019 7:28 am


HACE algunos años, la lista de buenos propósitos era tema obligado de los primeros días del año, pero antes de la primera quincena ya habíamos fallado en todos. Obvio, si las metas son altas, la decepción viene pronto. Así es que haré mi lista de buenos propósitos, señalando también la expectativa de duración que –supongo– tendrán antes de volver de golpe a la rutina normal.

Primero.- El más tradicional, “bajar de peso”, y también el más difícil. Hace un par de años, leí un libro de Jorge Cruise, titulado The belly fat cure. En aquel momento yo pesaba 124 kilos. Decidí emprender esa aventura reduciendo a un mínimo los carbohidratos y cancelando prácticamente la ingesta de azúcar. Ahora peso 108 kilos después de las fiestas, pero entré pesando 104 antes de iniciarse el Guadalupe-Reyes. Este propósito lo aguantaré, tal vez hasta mayo. Espero quedar en 95 kilos o un poco menos. No mucho más, porque los cachetes se cuelgan y terminaría pareciéndome a la versión actualizada de Winston Churchill… o a un bulldog.

Segundo.- Terminar mi segunda novela. Lo complicado es que he iniciado al menos tres novelas más, pero ninguna se ha convertido en obsesión como la primera. Tal vez hace falta la presión que tan constantemente puso Verónica Zamora para tutelar el avance de la obra, pero también sé que –de repente– el mundo da un vuelco y te acuestas, sueñas y despiertas con los personajes y eventos de la obra que estás escribiendo, hasta que la misma trama te dice: Basta. Quiero y voy a terminarla en junio.

Tercero.- Entender al Peje. ¿Es posible?... Como dice Polonio en Hamlet: “Aunque todo es locura, no deja de observar método en lo que dice”. Lo que pasa es que hasta ahora, el Presidente me parece disruptivo hasta consigo mismo. Muy difícil gobernar, sin duda, en un entorno en que el navío del gobierno tenía un rumbo y el nuevo capitán convenció a la sociedad de ir a otro puerto. Cambiar de ruta puede o no ser posible, enmendar la plana no siempre es el mejor camino y, al mismo tiempo, abrir nueves frentes, nuevos proyectos… Tendremos que esperar y tratar de entender y apoyar o criticar o proponer o esperar a que todo reviente, pero la incertidumbre –para mí– sigue siendo mucha.

Cuarto.- Preparar mi cuarta transformación para finales de 2020. La primera fue de infante a estudiante; la segunda de estudiante a profesionista; la tercera de profesionista a empresario, y la cuarta será de empresario a jubilado. Pero esta cuarta transformación será muy distinta a la jubilación normal: quiero dejar atrás mi “zona de confort” y emprender nuevos retos, me esperan la industria editorial, la gastronomía, el arte, el comercio de incunables… Debería acudir con un orientador vocacional profesional, porque lo que decida lo haré por el resto de mis días, que pueden ser pocos o muchos, pero siempre es mejor pensar que duraremos un buen rato más en esta tierra. Ya les comentaré mi decisión cuando esté tomada.

Quinto.- Trabajar en hacer efectivo el Sistema Anticorrupción de Colima. Siendo honestos: ya estuvo bueno, un año de obstáculos para sacar adelante el sistema que apenas empieza a trabajar. Los resultados, como la presión para que se abriera la selección de los Fiscales a la sociedad o la publicidad que se dio al análisis de la cuenta pública de STJE fueron resultados producto mayormente de acciones no establecidas como norma de actuación, por lo tanto, coyunturales y excepcionales. El alto nivel de discrecionalidad debe desaparecer, la actuación de los funcionarios debe ser impecable y la sociedad debe estar atenta al correcto y útil desempeño de los servidores públicos y las instituciones. Si en todos mis demás propósitos fallo, en éste me aplicaré a fondo, no importa si voy contra Gobernador, contra la delegada plenipotenciaria, o los secretarios, o los delegados, magistrados, Rectores, Fiscales, empresarios o molinos de viento, pero espero tenerlos a todos de mi lado en esta cruzada por hacer de Colima y de México el lugar donde podamos convocar un futuro exitoso y feliz para nuestros hijos.

Con mis mejores deseos, ¡Feliz Año Nuevo!


carlos.maldonado.v@hotmail.com