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Psico-tips



GERARDO OCÓN DOMÍNGUEZ

Mami, papi, no me quiero levantar…


Domingo 06 de Enero de 2019 7:43 am


YA estamos a la vuelta de la esquina del regreso a clases y comienza un proceso de readaptación que la mayoría de las veces no es agradable. Es sabido por mucho, que la mayoría de los niños no querrán acostarse tan temprano como antes de salir de vacaciones. Muchos papás y mamás buscan, consternados, entre las amistades y familiares consejos sólo para recibir remedios de origen desconocido, de resultados horrorosos y desde los mágicos hasta los violentos.

Como ya he dicho antes, en la vida real, no hay recetas mágicas que den resultados en menos de un día. Eso sólo pasa en las películas, y no siempre. En la psicología existen tácticas, que podemos usar en los días siguientes, y estrategias que se emplean a lo largo del tiempo, digamos por meses o años. Yo me inclino por trabajar con el periodo de sueño para un ritmo lo más largo posible. Incluso de manera permanente.

Si ya tenemos esta situación, tampoco es recomendable simplemente aplicar “mañana se acuestan a las ocho”, a raja tabla, es decir, de manera estricta. Quienes lo han hecho, se sorprenden con nenes despiertos en la cama por más de 2 horas renegando porque no tienen sueño. Esta situación se repite por un par de días y entonces papá y/o mamá terminan por rendirse y dejar que los nenes se duerman a la hora de siempre, porque así son sus hijos.

Pero no. Los hijos son así porque los hemos dejado serlo. Y se mantienen despiertos por la fuerza de la luz artificial, que sin que nos demos cuenta, obliga a nuestro cerebro a mantenerse despierto. Recordemos que antes de que hubiera electricidad a nuestro alcance, la mayoría de las personas se acostaban a las pocas horas de que el sol se ocultaba, lo que facilitaba que se levantaran muy temprano. Peeeero… ahora tenemos televisión… y lo peor, internet. Digo, lo peor para nuestro ciclo de sueño y el de los nenes. La luz blanca que emiten se parece mucho a la luz de nuestro astro rey, el sol.

Entonces, ¿cuál debe ser la táctica? Planteemos como objetivo final las 9 de la noche como hora de ir a la cama. Si los nenes se acuestan, digamos a las 11 de la noche, durante 2 semanas los acostaremos a las 10:30. Aquí será de manera estricta pero amable, y les pediremos que se acuesten, aunque tendrán la opción de permanecer despiertos con un juguete (sólo uno) sin luz, sin celulares ni tabletas, ni ningún equipo electrónico. Esta facilitará que se aburran poco a poco. También ayuda leerles 5 minutos de algún libro infantil de su preferencia. En pocos días, quedarán dormidos a los pocos minutos de ser llevados a la cama. Para esto, obviamente tendremos que plantear hasta 2 horas para la rutina previa que implica hacer los deberes de la escuela, merendar, cepillarse los dientes y vestirse con pijama, si es que hay posibilidades económicas para esto último. Cada 2 semanas restaremos media hora más a la hora de ir a la cama. Es decir, nos tomará 6 semanas llegar a nuestro objetivo. Debo resaltar nuevamente que para que nuestros nenes adquieran esta disciplina, los primeros que debemos disciplinarnos somos papá y mamá. En otras palabras, si nosotros les permitimos a nuestros hijos excepciones durante el proceso, es muy probable que saboteemos la situación. Debemos ser conscientes de que nosotros somos la guía y no hay situación televisiva o en internet que amerite que los nenes se acuesten a la hora que ellos decidan. Si es un programa de televisión, ya lo repetirán. Y si no lo repiten, no creo que se le caiga un brazo a nuestros hijos.

Todos los sabotajes que permitimos demeritan nuestra autoridad. Es por eso que hay papás y mamás que suelen decir no sé por qué mi hijo es así, si siempre le estoy diciendo que se acueste temprano y nunca me hace caso.

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*Psicólogo


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