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Apología de la corrupción



RAÚL PÉREZ OSORIO


Martes 08 de Enero de 2019 7:25 am


La hoja en que vive la oruga es para ella un mundo. Un universo infinito.

Ludwing Feuerbach


EN términos legales, quien habla a favor de una persona que ha cometido un delito, o justifica conductas ilícitas o defiende y promueve conductas delictivas, elogiándolas o justificándolas, esa es la apología del delito.

El Estado mexicano y las instituciones encargadas de cumplir cada una con sus funciones específicas, se encuentran ante una oportunidad para que hagan sentir al pueblo de México que en realidad fueron creadas, cada una de ellas, para cumplir con el sagrado fin de cuidar y velar por el bienestar de toda la población mexicana. Por lo pronto, todas están fuertemente cuestionadas, y las pruebas son contundentes de la forma que, en términos jurídicos, se han cometido hechos ilícitos, que de alguna manera han contribuido a la apología de la corrupción y, por ende, a la del crimen que asuela al país.

El hecho de que las fuerzas militares hayan tomado instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), nos da un indicio de lo que sucede en las entrañas de la corrupción de la paraestatal, que fue algún tiempo orgullo y sostén económico del país. Es un hecho irrefutable, gobiernos federales y estatales permitieron y contribuyeron al saqueo de la paraestatal, y este es una apología del crimen que afecta a todo el país.

Un estudio muy serio documenta de manera clara cómo trabajadores de Pemex, empresarios de la gasolina, ordeñadores de ductos y una rama de pillos hacen aparecer el robo de hidrocarburos como legal. Robarse 9 millones de litros de petróleo cada 24 horas, no habla de otra cosa que de una perfecta sincronización de lo que es la corrupción institucionalizada.

Escasea la gasolina en varios estados, Pemex afirma que se debe a la estrategia que se ha implementado en la empresa, que es objeto del monumental robo, y los príncipes de la corrupción se desgarran las vestiduras, porque no se normaliza el abasto. Quiero entenderlos, ¿la normalización consistiría en que siga intacto el pillaje que ellos consintieron? La otra, ¿se sienten afectados porque no dejan que se roben el combustible? Promover y defender conductas delictivas, más claro, ni el agua.

Quienes han vivido y crecido en un medio corrompido de esa naturaleza, en su mente y su vida no podrán ver otra cosa, y su criterio no puede discernir si ese hecho está bien o está mal, es decir, cómo una persona podrá percibir algo hermoso en un cuadro de pintura, si el alma está en completa maldad estética. El corrupto no tiene otra alternativa, la corrupción es su universo, como el de la oruga, pero con la diferencia que ésta no tiene conciencia, y el ser humano debe tenerla.

Una institución esencial en la paz de este país es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la misma que en 2017 determinó que, por seguridad, los funcionarios no estaban obligados a informar sobre sus bienes, es decir, al enriquecimiento ilícito de los corruptos les otorgó un fuerte chaleco o escudo para robar.

Esperemos que se empiece a saber de la manera más rápida posible, cuál es la situación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que también ha sido un botín que ha beneficiado a personajes políticos, grupos empresariales y sindicatos corruptísimos, pero hay que esperar cómo está la tenebra. Siempre se ha dicho que en gobierno de Carlos Salinas de Gortari se inició un fuerte desmantelamiento de la misma y el personaje que fue el asesor más importante que tuvo su gobierno, se apoderó de grandes zonas del fluido eléctrico, además, no tuvo límites y trajo empresarios franceses y españoles, que usufructuaron a la empresa paraestatal y la han dejado en una situación que, de un momento a otro, el actual gobierno tiene la obligación de darla a conocer a todo el país.