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SERGIO BRICEÑO GONZÁLEZ

Indira y Nacho


Martes 08 de Enero de 2019 7:22 am


PESE a las diferencias que pudieran llegar a tener el gobernador Ignacio Peralta y la delegada especial del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para Colima, Indira Vizcaíno, lo cierto es que el ciudadano debe ser el objetivo central para ambas autoridades, en especial cuando ya es un hecho revelado la cantidad de desvíos que de recursos federales llevaban a cabo las secretarías del ramo en el sexenio anterior, como ya lo han evidenciado diferentes estudios, investigaciones y análisis del gobierno actual.

Y esa buena relación dependerá en mucho de la actitud de ambos. Tanto Indira como Peralta Sánchez son líderes naturales que han llegado al sitio en el que están, gracias al respaldo de la población, a la que se deben y a la cual debieran servir, como lo han hecho hasta ahora. La diferencia estriba en que, por un lado, Vizcaíno ya está en la senda que podría llevarla a la gubernatura dentro de 2 años, y todo lo que haga a favor de los colimenses desde su actual encargo, abonará a su candidatura. Y por el otro está Nacho, quien tiene esos mismos 2 años para cerrar con más fuerza su administración y crear espacios de dominio que solo él controle.

En este último asunto, sin embargo, es indispensable el recurso con el que habitualmente los gobernadores en funciones emprendían sus estrategias de sucesión. El dinero federal usado en programas sociales servía de plataforma para desbrozar el terreno, en espera de la designación del Mandatario saliente. Pero en este caso, lo que salta a la vista es que los fondos potencialmente electorales, estarían en manos de Indira.

La disyuntiva es clara: o se abre un espacio de negociación entre ambos o este 2019 y el próximo 2020 serán años de violencia política y confrontación, de cara a la transmisión de Poderes de 2021, fecha en la que también podría darse un escenario distinto, en el que la popularidad de Morena haya disminuido hasta niveles drásticos, algo que puede pasar si el PRI y los demás partidos de oposición continúan golpeteando la gestión de López Obrador a través de las redes sociales, sobre todo, y de algunos otros medios de comunicación que le apuestan al fracaso del lopezobradorismo.

Es interesante la encrucijada, porque Indira es una candidata joven y natural, como queda dicho, mientras que el PRI, hasta ahora no tiene ni candidatos jóvenes ni naturales, con el arrastre que posee en estos momentos la propia Indira. Será suya la elección de la estrategia, pero me parece que lo mejor para ella será encontrar esos espacios de negociación a favor de los ciudadanos, pues entre otras cosas, lo que urge en estos tiempos es que se marquen los límites y parámetros de acción del Gobernador y de la delegada.

El escenario es el resultado de una serie de movimientos que provienen de la máxima Magistratura nacional y que tienen como objetivo quitar a los gobernadores el control del presupuesto federal, algo que aplica sin duda en todas aquellas administraciones que han sido opacas en las entidades del país, creando desfalcos, endeudamientos monumentales y, sobre todo, crisis institucional. Aunque al parecer este no es el caso de Colima, sí es entendible que si durante el gobierno de Mario Anguiano se cometieron todo tipo de abusos económicos, el Presidente aplique la misma vara.

Bajo esta lógica, es pertinente preguntarse hasta dónde llega la autoridad de uno y termina la del otro. El juego de vencidas que está por iniciar, tendrá sin dudas un ganador, pero el que habrá de perder será el propio pueblo de Colima. Falta tiempo todavía para que Indira demuestre que está con los colimenses, algo de lo que nadie tiene dudas, pues ella se ha esforzado desde hace años para ponerlo en evidencia, aunque ahora está con todos los Poderes y todos los alcances.

Como todos sabemos, un alto porcentaje de las acciones propiamente gubernamentales tienen su origen en los recursos federales, toda vez que Colima no genera los propios como para rivalizar con los del Centro. Y éste será el fiel de la balanza. Habrá que estar atentos.