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Despacho Político



ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA

Los cómplices


Miércoles 09 de Enero de 2019 7:41 am


1.- PARA cubrir a los cómplices, los autores intelectuales del asesinato de Luis Donaldo Colosio –23 de marzo de 1994– difundieron la versión del asesino solitario, un Mario Aburto Martínez presuntamente trastornado por sus creencias religiosas, un desquiciado, un narcisista y, para poner el sello machista al caso, de las conductas antisociales del acusado culparon a su madre por usar falda corta, teñirse el pelo de rojo y –¡tómala, barbón!– “se preocupaba más por su arreglo personal que por su familia”. 

(Permítaseme una digresión en forma de consejo a las madres de familia, en memoria y atención a las convicciones ideológicas del ancien régime, vecinas de la filosofía sermonera de la Doctora Corazón: si no desean criar hijos asesinos, anden ustedes fodongas, chancletudas, desaliñadas, garraletas y mascachicles.)

En aquella complicidad que aniquiló al candidato presidencial priista se creó tal tesis. Si Aburto había actuado en solitario, no había que sospechar de nadie más ni mucho menos investigar a políticos poderosos.

2.- ¿De quiénes era cómplice el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, acribillado en el estacionamiento del aeropuerto internacional de Guadalajara, por supuestos sicarios del cártel de los Arellano Félix? Contó la versión oficial: lo confundieron con El Chapo Guzmán, entonces un narco de mediano nivel, de no más de 40 años, casi la mitad de la que tenía el cardenal tapatío ese día 24 de mayo de 1993.

Años después, Ramón y Benjamín Arellano rogaron, en sendas reuniones, al entonces poderoso nuncio apostólico (embajador) de El Vaticano en México, monseñor Girolamo Prigione [en las historias de mafia nunca debe faltar un apellido italiano] llevar una carta al Papa y ofrecer al gobierno de Carlos Salinas, en nombre de los capos, rendición a cambio de ciertas condiciones para ellos favorables.

Posadas, presuntamente, portaba documentos probatorios de la complicidad de altos funcionarios de gobierno con cárteles del narcotráfico. Por esa razón lo mataron. También robaron un portafolio negro con los presuntos documentos. No era cómplice de nadie.

Uno de los Arellano, luego de la balacera contra el cardenal y contra El Chapo, que llegó en otro vuelo, abordó avión a Tijuana junto con varios de sus pistoleros, todos armados, hecho imposible sin complicidades bien amarradas en aeropuerto y aerolínea.

Es hora que no se resuelve el caso de Posadas. 

3.- Tenían en nómina a toda la policía municipal, a jefes de la policía ministerial, a agentes del Ministerio Público, a comandantes de la Policía Federal y a una red de halcones a quienes pagaban…

Más o menos así fanfarronean los boletines de prensa policíacos cuando un capo de medio pelo es detenido. De paso, del narco caído en desgracia se dice que “era generador de violencia” en la región. 

Por supuesto, el narco estaría imposibilitado de traficar más de una semana sin la complicidad de la policía e incluso de mandos castrenses. Lo mismo han cooptado a un “zar antidrogas” como el general Jesús Gutiérrez Rebollo que a fiscales como Édgar Veytia o gobernadores como Mario Villanueva Madrid, entre muchos otros.

El verdadero narco está arriba, en la cima del poder político. De ahí se derivan la violencia, el crimen, la inseguridad.

4.- La impunidad propiciada por las altas complicidades del poder político con toda laya de delincuentes, se cierra en un círculo de cinismo en el Poder Judicial, donde muchos juzgadores –entre también muchos honestos– responden a la ley de plata o plomo en vez de a la Constitución que juraron respetar y hacer respetar. Sea que les tiemblen las corvas o que les gruña la tripa, muchos ceden a la amenaza o al soborno. En torno a ellos, pululan abogados puente entre bandidos en proceso y bandidos togados.

5.- Las complicidades políticas acontecen también en los sindicatos poderosos. Un ejemplo claro reciente es Elba Esther Gordillo, personificación de que cuando el poder sindical se une al poder político, propicia la impune comisión de delitos. 

6.- ¿En qué momento el presidente Andrés López va a procesar a los dirigentes petroleros supermillonarios, a los aliados del crimen organizado, a los militares y policías cómplices del narco, a los jueces maiceados, a los asesinos de gatillo fácil? Eso espera el país; eso prometió. La complicidad impune es la fuente de muchos graves males nacionales.


MAR DE FONDO


** Muchas calles y avenidas de la ciudad continúan deficientemente iluminadas de noche. El Ayuntamiento de Colima debe atender pronto y bien esa anomalía urbana.


** La falta de señalamientos claros multiplican el riesgo del tramo carretero coloquialmente llamado “el columpio”, un kilómetro antes de llegar a Tinajas, donde el viernes pasado hubo un aparatoso accidente entre tres vehículos. Antes, otros percances viales han costado vidas, ahí mismo. Es carretera estatal y toca la Secretaría de Vialidad y a Tránsito Municipal resolver la carencia.


** “Cada canción/ es un remanso/ del amor./ Cada lucero,/ un remanso/ del tiempo./ Un nudo/ del tiempo./ Y cada suspiro/ un remanso/ del grito”. (Federico García Lorca, español, 1898-1936. Cada canción...)