Despacho Político
ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA
Canto de sirenas
Viernes 11 de Enero de 2019 7:36 am
1.- DE regreso a Troya, Ulises pasaría por el dominio de las sirenas, seres con bello rostro de mujer, alas y un canto tan hermoso que embelesaba a los marineros que las escuchaban hasta dominarlos. Así, ellos se lanzaban al mar buscándolas y morían ahogados. Eran diferentes a las sirenas mitad mujer y mitad pez que ahora conocemos. Para evitar tal fatalidad, Ulises ordenó a sus marineros taparse con cera los oídos, y que a él, sin protección auditiva, lo atasen al mástil principal de su barco y por ningún motivo ni súplica lo desataran. Seguía el consejo de Circe. Cantaron las sirenas. Por la cera, los navegantes no las escucharon. Ulises permaneció atado, a pesar de las súplicas de liberarlo. Así pasó la región de aquellos seres míticos que pagaron la cuota por haber soportado su canto Ulises: Una de ellas moriría. Le correspondió a Persénope, en cuya memoria se erigió el pueblo de su nombre, que hoy es Milán, en Italia. De ese mito proviene la expresión “canto de sirenas”, que se aplica a cuando algunos se embelesan con halagos y pagan después un alto precio por su debilidad. 2.- Lejos de ser sirena, ni siquiera puede considerársele tritón (la versión masculina de las sirenas), sino más con rostro que evoca a un gusarapo, uno de los más grandes pillos de la historia moderna del país –¡y vaya que la competencia es de alto rendimiento!– ha cantado en un intento de embelesar al presidente Andrés López Obrador. El secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Romero Deschamps, ha declarado esta semana que respalda las medidas de saneamiento de Pemex aplicadas por el Presidente, tanto adentro, por el saqueo de combustible por funcionarios y trabajadores de la petrolera, como afuera, por el huachicoleo coludido con cárteles del narcotráfico. Que el hombre es cínico, ni quien lo dude. 3.- La de Romero Deschamps es una historia asaz conocida. Saltó a la dirigencia sindical movido por los hilos del titiritero mayor de esos días, Carlos Salinas de Gortari, quien defenestró a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, y colocó en su lugar a Romero, en 1996. Desde entonces medra en el STPRM, en Pemex y en el Congreso de la Unión postulado por el PRI. Controló a sangre y fuego el sindicato, reprimió a disidentes y, a cambio, recibió licencia para negocios lícitos e ilícitos y curules en cuatro ocasiones, incluida la actual. Se le sabe poseedor de una riqueza descomunal, que sus hijos han presumido en redes sociales desde hace años. Una hija publicó fotos de su viaje en yate junto con su mascota y otros detalles que irritaron a medio país. Su hijo exhibió un Ferrari de su propiedad fuera de México, botón de muestra de una colección de carros de ostentación. Acusado de delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito, entre otros delitos que incluyen la represión física de obreros disidentes de la dirigencia sindical, Romero Deschamps ha toreado con eficiencia, aunque sin estilo ni temple, el toro de la irritación social que su desfachatez ha provocado. 4.- Le canta al Presidente para atraerlo, para decirle que puede ser su aliado, que el poderoso sindicato lo respaldará en el saneamiento de Pemex, y el mensaje implícito es que a cambio Romero permanezca intocable y su imperio intocado. Hágase la voluntad del Presidente en los bueyes de mi compadre. Dos veces diputado federal, dos veces senador, en un lapso de 39 años –tiene 74 de edad, a la fecha–, Romero busca pacto con López Obrador para que, suceda lo que suceda con Pemex, él continúe saqueando a la petrolera, impune como siempre y más enriquecido que a la fecha. A cambio, la paz sindical. Vista desde el poder, pudiera ser una oferta tentadora para un político pragmático –López Obrador lo es, aunque moderado–, y sin embargo, un eventual pacto sería en paquete, uno de esos pecados de penitencia implícita. La posición de Andrés López ante el caso Elba Esther Gordillo demuestra que puede aliarse con cualquier clase de político, incluidos los que han contaminado a la política con la miseria de sus excrecencias. Tal es el riesgo de que acepte a Romero Deschamps en circunstancia de compañero de ruta a cambio de mantener el sindicato petrolero en santa paz, incluida la paz de los sepulcros. Canto de sirenas; llanto de marineros. MAR DE FONDO ** “Me moriré en París con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo./ Me moriré en París -y no me corro-/ tal vez un jueves, como es hoy, de otoño./ Jueves será, porque hoy, jueves, que proso/ estos versos, los húmeros me he puesto/ a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,/ con todo mi camino, a verme solo./ César Vallejo ha muerto, le pegaban/ todos sin que él les haga nada;/ le daban duro con un palo y duro/ también con una soga; son testigos/ los días jueves y los huesos húmeros,/ la soledad, la lluvia, los caminos...”. (César Vallejo, peruano, 1892-1938. Piedra negra sobre una piedra blanca.)
