Cargando



Crisis gasolinera



RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA


Martes 15 de Enero de 2019 7:40 am


HAN transcurrido 2 semanas desde que inició el desabasto de gasolina en algunos estados de la República, y como era de suponerse, este problema ya empieza a generar una crisis a nivel nacional.

La versión oficial del Gobierno de la República sobre el cada vez más notorio desabasto de gasolina, es que este problema sólo es una consecuencia del ataque frontal que emprendió éste en contra del robo y distribución ilegal del combustible, es decir, del huachicoleo, para lo que ha pedido paciencia y solidaridad de los mexicanos. 

Sin embargo, a raíz de algunas contradicciones entre el Presidente y algunos de sus colaboradores cercanos, empiezan a tomar fuerza otras versiones. Lo que pasa, amigo lector, es que este tema ha ocupado casi todos los espacios en los diferentes medios de comunicación, en las redes sociales y hasta en la sobremesa. Los reportajes y los videos difundidos de manera indiscriminada sobre presuntas investigaciones que desnudan el robo indiscriminado, así como la distribución y venta ilegal de la gasolina, han cimbrado la conciencia de miles de ciudadanos que no ven la hora en que termine este creciente problema.

Ya hemos visto cómo los delincuentes perforan las tuberías para colocar válvulas sobre los ductos de Pemex. También llama la atención la forma en que los mismos pobladores de las rancherías cercanas a la ordeña en turno, son utilizados por los huachicoleros, para recuperar el combustible extraído, el cual corre como uno de los ríos azulados del estado de Chiapas, pero por las parcelas de una comarca poblana. Es de llamar la atención que a pesar de que decenas de personas participan en un acto tan visible como ilegal, como lo es la extracción de los combustibles, nadie es detenido por este delito.

Se habla también de que este burdo huachicoleo, realizado tan primitivamente en los charcos de lodo y gasolina, no representa un porcentaje significativo en el tráfico ilegal de la gasolina. El mismo presidente López Obrador habló del tráfico ilegal orquestado por algunos directivos y líderes sindicales de la paraestatal. Una red corporativa muy bien organizada que trafica desde el corazón de varias refinerías del país miles de litros de gasolina por día, mismos que son transportados en las pipas de Pemex, para ser vendidas a gasolineras a la mitad del precio oficial. La crisis por desabasto de gasolina se expande cada vez más a otros estados del país, pero tampoco vemos detenidos ni gente en la cárcel por cometer este ilícito.

Otra versión sobre la causa real de esta crisis de desabasto, que si bien es extraoficial, pero que lamentablemente ya no podemos desestimar, precisamente por la falta de información contundente y veraz que debiera emitir Pemex o la propia Secretaría de Energía, es que el presidente López Obrador ordenó cancelar la importación del combustible. Se habla incluso de varias decenas de barcos cisterna de procedencia extranjera, que permanecen surtos en la costa del Golfo de México, a la espera del permiso para descargar. Ojalá que esta versión no sea cierta, porque se perdería la credibilidad en este incipiente gobierno. 

Lo que sí es real y palpable es que el desabasto de gasolina ya se ha expandido a otros puntos del país. Ya no son sólo los siete estados del centro del país, ahora el problema se ha recrudecido en la misma capital mexicana, a pesar de que la jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, aseguró hace unos días que el abasto de gasolina en la Ciudad de México estaba garantizado. Ahora, hasta retoma propuestas ciudadanas para que los vehículos sean programados por colores de engomado para el suministro de gasolina.

Reconozcamos que el problema es serio y lamentablemente puede serlo aún más. Es claro que la mayoría de los mexicanos queremos que se acabe con el delito del huachicoleo y la corrupción. Los culpables de ello deben ser detenidos y castigados con todo el rigor de la ley, sin importar ideologías políticas ni rangos. Sin embargo, aún no hay claridad en ello y preocupa la forma tan errónea de atacar este problema por parte del presidente López Obrador.


*Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN