Cargando



Contraste



GLENDA LIBIER MADRIGAL TRUJILLO

El Comala de Rulfo


Viernes 18 de Enero de 2019 7:37 am


“VINE a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo”. Así de hermosa es la narrativa con que inicia Juan Rulfo su obra literaria Pedro Páramo, publicada por primera vez en 1955, pero vigente en todo tiempo, hasta nuestros días.

Una novela que invita a ser leída una, dos o tantas veces como quiera el lector deleitarse con una historia excepcional, pletórica de frases que despiertan los sentidos, de diálogos a veces simples, a veces densos; de susurros misteriosos, del divagar de almas que vuelven y se van. Historia fantástica desarrollada en Comala, un pueblo que, a la distancia, se advierte triste y desolado.

A partir de Pedro Páramo, Comala se convirtió desde hace años en un referente internacional. Comala, el pueblo que está luego de un camino que subía y bajaba. “Sube o baja, según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja”, relata Juan Preciado, personaje que lleva la narración de la novela.

Y para que los colimenses nos apropiemos bien de ese Comala que Juan Rulfo ha dado a conocer en todo el mundo, hay que recordar lo dicho por Juan Preciado –rememorando las palabras de su madre– cuando se aproximaba al pueblo: “Hay allí, pasando el puerto de Los Colimotes, la vista muy hermosa de una llanura verde, algo amarilla por el maíz maduro. Desde ese lugar se ve Comala, blanqueando la tierra, iluminándola durante la noche”.

Como sea, el Comala de Pedro Páramo, para los colimenses es nuestro Comala, el que está aquí, al norte de la capital del estado. Un lugar que jamás ha despuntado, como debiera, en el aspecto turístico, a partir de ese enorme legado literario que nos dejó el escritor jalisciense, Juan Rulfo.

Pero hay buenas noticias. Esta semana, el subsecretario de Planeación y Política Turística del Gobierno Federal, Simón Levy, comentó que este sexenio impulsará la creación de productos y circuitos turísticos para la memoria histórica nacional. Por ejemplo, citó, “entre la relación del pueblo de Comala y Juan Rulfo se escribe un buen ejemplo de intersección de la cultura y el turismo”. 

En otro ejemplo de lo que se pretende hacer, mencionó el involucrar a quienes tienen que ver con el ámbito turístico y la población para planear lo que será la “Ruta de los Poetas Mexicanos”, como parte de un producto y circuito turístico que impulse la narrativa, con cronistas de barrio que recuperarán vida, lugares y momentos. 

“A través del turismo, la cultura saldrá de recintos y espacios físicos para construir experiencias emocionales y contribuir a la conciencia histórica nacional del legado literario y cultural de México para el mundo”, precisó.

Una ruta turística-cultural de este tipo en Comala, cobijada por los personajes, la trama, los fantasmas, los susurros, las frases, las palabras que encierra Pedro Páramo, sería un atractivo bárbaro para Comala, pero también para Colima como estado. El gran reto es cómo recrear, cómo contar, cómo descifrar historia, personajes, momentos, lugares. A todas luces se trata de un proyecto ambicioso, a la vez que interesante y culturalmente enriquecedor para propios y extraños.

Para el caso, es alentador que al funcionario de la Secretaría de Turismo federal le viniera a la mente el ejemplo preciso de Comala-Juan Rulfo-Pedro Páramo, que en conjunto tienen todo para despegar en un proyecto de tipo turístico-cultural, como el que se pretende.

Desde hace más de medio siglo, hemos estado ahí, los colimenses, compartiendo momentos con Comala, con Juan Rulfo, con Pedro Páramo y sus inquietantes personajes. Y así, como un conjunto, nos visualizan sociedades de diferentes partes del mundo. Ojalá, como lo dijo Levy, se explote por fin esta inigualable parte de nuestro Comala.