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A propósito...



FERNANDO MORENO PEÑA

Ya no hay guerra


Sábado 16 de Febrero de 2019 7:28 am


EL pasado 24 de enero, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, una vez que ha decretado que la guerra con la delincuencia se terminó, explica: “Ya no hay guerra, este gobierno no ha detenido a capos del crimen organizado porque esa no es nuestra función principal. La función del gobierno es garantizar la seguridad pública, ya no es la estrategia de los operativos para detener a capos”.

AMLO insistió que seguirá enfocado en las causas de la violencia, pues aseguró que esta estrategia sin “operativos espectaculares” ya está dando resultados. 

“Lo que me importa es bajar el número de homicidios, de robos, que no haya secuestros. ¡Eso es lo fundamental!, no lo espectacular, porque se perdió mucho tiempo en eso y no se resolvió nada”, recalcó. 

Al preguntarle si se acabó la guerra contra el narcotráfico, respondió: “Sí, ya no hay guerra, oficialmente ya no hay guerra. Nosotros queremos la paz y vamos a conseguirla”.


POR EL CAMINO DEL BIEN


El presidente López Obrador prometió que “no se condenará” a aquellos huachicoleros ni a las personas que participen con ellos, si se comprometen a andar “por el camino del bien”.

Pidió a los mexicanos que lo ayuden a promover valores en las nuevas generaciones, para que se alejen de las conductas delictivas y la Cuarta Transformación logre convertir a México en una potencia moral, donde “todos nos portemos bien”.

“Ayúdenme a convencer a los que por necesidad se dedicaban a esas actividades de la ordeña de los ductos, a los que se dedicaban a sacar la gasolina de las tomas clandestinas, ayúdenme a convencerlos, díganles que los entendemos, que no los vamos a condenar. Porque hay mucha gente que está planteando ahora que se les juzgue y hasta se trata de justificar la tragedia. ¡No, no, no! ¡Ningún ser humano merece un castigo así!

“Además, todos los seres humanos podemos mejorar nuestra actitud, el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias las que llevan a muchos a tomar esos caminos. Por eso que todos ayudemos orientando, que todos ayudemos fortaleciendo valores culturales, morales, espirituales, diciéndoles que es mejor dejar a los hijos pobreza, pero no deshonra”. 

El Presidente les pidió que lo ayuden a difundir la idea de que la verdadera felicidad no es el dinero y menos si éste proviene de actividades ilícitas; sino que la verdadera felicidad es “estar bien con unos mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo. Esa es la verdadera felicidad”.


DELINCUENTES POR NECESIDAD


El presidente López Obrador tiene una singularísima perspectiva del crimen. Cree que es la necesidad lo que lleva a muchas personas a la delincuencia. Ve en los criminales como una forma de víctimas del sistema económico neoliberal. De allí su complacencia en la aplicación de la ley, error trágico porque esos jóvenes son el semillero de los mandos medios de los futuros cárteles y no hay beca, discurso o prédica que los lleve al camino del bien. Su objetivo no es aprehender a los jefes, sino atacar las condiciones sociales que provocan el crimen. Una virtual amnistía a espaldas del Congreso y de la ley.

El objetivo ahora no es combatir el narco, sino el robo de combustible. Al igual que el presidente Calderón, fueron las circunstancias las que obligaron al actual Mandatario a enfrentar con todo al crimen asociado al huachicol. A semejanza de su antecesor, recurre a las Fuerzas Armadas para enfrentar a los criminales, bajo la tesis de que el crimen se origina en la misma empresa paraestatal.

El presidente López Obrador cuenta con un elevadísimo apoyo social y tiene a su favor la capacidad para desplegar una narrativa ampliamente aceptada, aunque con frecuencia al margen de la realidad y de la verdad.


OFRECIMIENTO A LOS DELINCUENTES


El pasado 30 de enero, el Gobierno Federal ofreció a los delincuentes cuatro alternativas para que renuncien a delinquir.

La Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que analiza el Senado para su posible aprobación, plantea que los delincuentes puedan convertirse en hombres y mujeres de negocios legales y regulares, con una vida tranquila, prestigiados en la sociedad y con la garantía de que vivirán más años.

Planea establecer un diálogo directo y usar la persuasión con los delincuentes, para que tengan una alternativa de solución, basada en un acto de contrición que los lleve a arrepentirse y a garantizar que no volverán a hacerlo; “el perdón de las víctimas y la contrición sincera de los victimarios resultan pasos previos indispensables para las negociaciones”.

¿Qué ofrecer a los delincuentes para que dejen de delinquir? En primer lugar, un aumento en la esperanza de vida. Los integrantes de las organizaciones criminales suelen morir jóvenes y de manera violenta. Ensanchar las perspectivas de la existencia resulta una posibilidad que casi todo mundo ambiciona.

En segundo lugar, la posibilidad de llevar una vida tranquila y sin sobresaltos. En tercero, la posibilidad de que encabecen negocios legales y regulares. En cuarto, alcanzar “la respetabilidad social”, dice el documento que presentó al Senado el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo.

Lo anterior es posible, según el gobierno de AMLO, mediante un proceso de prioriza el diálogo con los delincuentes.


ESTRATEGIA DE PREVENCIÓN DEL DELITO


La estrategia específica de prevención de delito, detalla el documento, se basa en cinco aristas: Desarrollo alternativo, Prevención especial de la violencia y el delito, Disuasión focalizada, Cumplimiento regulatorio y justicia procesal, Proximidad y Atención a víctimas.

Es en la parte de Disuasión focalizada donde precisa que se establecerá un diálogo con los delincuentes para que abandonen el mundo del crimen y se reinserten en la sociedad, se diseñarán e implementarán estrategias que permitan:

1) Identificar dónde y quiénes se dedican a una actividad ilícita; 2) Comunicarles con claridad las consecuencias de participar o continuar participando en actividades ilícitas, haciendo explícitos los riesgos y las sanciones penales asociadas, o bien, poniendo el ejemplo mediante la persecución efectiva de personas o grupos dedicados a actividades similares; 3) Movilizar a la comunidad afectada por estas actividades para generar conciencia en las personas o grupos dedicados a actividades ilícitas sobre los daños que generan, de forma que la propia comunidad pueda orientarlos para que modifiquen su comportamiento de forma positiva y; 4) Ofrecer apoyo para integrar a quienes deseen abandonar la actividad delictiva y den cuenta de ello.


NO SE PUEDE DELEGAR


El Gobierno Federal interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por los bloqueos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán y solicitó una recomendación sobre cómo actuar. La CNDH respondió: 

1.- Partiendo del ámbito de sus atribuciones, la Comisión sólo está facultada para conocer de actos u omisiones de autoridad que violente Derechos Humanos, o sea, sólo puede resolver quejas de particulares; no sabía eso AMLO o su Gabinete.

2.- Que las autoridades federales y estatales “están obligadas a proteger y garantizar, en el ámbito de sus atribuciones, los derechos de las personas, mandato al que no pueden renunciar o pretender delegar a terceras instancias”. O sea, debe resolver el gobierno.

3.- La Comisión instó al Ejecutivo a cumplir su obligación, porque no puede ser que “la responsabilidad del gobierno dependa o quede condicionada a que exista un pronunciamiento o resolución por parte de un organismo de protección y defensa de los Derechos Humanos”.

4.- Que, “si bien es positivo que se busque privilegiar otras vías sobre el uso de la fuerza, tal disposición no puede justificar que, si eventualmente las instancias de gobierno competentes llegaran a determinar la existencia de algún acto ilegal, sea permisible que las autoridades renuncien o se inhiban de cumplir su obligación constitucional”. O sea, ante un hecho ilegal, el gobierno debe actuar.