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Guillotina



JUAN JOSÉ FARÍAS FLORES

AMLO, embrujo popular


Martes 19 de Febrero de 2019 7:29 am


EL presidente Andrés Manuel López Obrador es un político fuera de serie. A las 6 de la mañana rinde un informe con los resultados de ayer y la propuesta de mañana. Fija la agenda del día, y no le molesta que los periodistas que asisten a estos eventos mañaneros le hagan preguntas peliagudas con el fin de hacerlo incurrir en una réplica inadecuada, fuera de lugar. Casi a diario realiza una gira por todo el territorio nacional. Está en contacto permanente con el pueblo, al que ofrece programas asistenciales, como los apoyos económicos para las personas de la tercera edad, a todas las personas de 68 años en adelante, a las amas de casa, a los labradores, a las familias sin servicios de salud pública, y otros ofrecimientos a las franjas de la población en estado de pobreza.

El Peje sabe comunicarse con el pueblo. Le habla en lenguaje llano, salpicado de frases coloquiales, como cuando les dice con todo el ímpetu arrollador de su discurso, de que está harto de la corrupción e impunidad heredada de regímenes pasados. Obvio que esta manera de comunicación le encanta a toda la población pobre, olvidada por el modelo económico neoliberal, que hace a los ricos más ricos y más pobres a los pobres.

Día a día crece la popularidad de un Presidente que duerme pocas horas del día. Las jornadas de trabajo las inicia a temprana hora y las termina en la madrugada. Es posible que algunos miembros de su Gabinete no aguanten este ritmo arrollador de ejercer el poder. Y a contrapelo, sus adversarios tienen la manía de no disfrutar esta desmesurada manera de gobernar. Se tiene la impresión de que les gana la envidia, mientras El Peje sube en popularidad, diga lo diga, ofrezca lo que ofrezca. En él todo es virtud, ganancia política; los que están enfrente sufren toda clase de penuria moral, ética.

A algunos medios de comunicación les gana el arrebato ante la manera de hacer política del Mandatario presidencial y de algunos de sus colabores. El Presidente no atiende a los que poseen riqueza en exceso, mal habida. La envidia de las clases económicas empoderadas, corroídas por la descarada manera de apropiarse de la riqueza nacional, exudan desencanto por el bien ajeno, ante la posibilidad de que muy pronto les llegue el látigo justiciero de Andrés Manuel. En pocas palabras, AMLO cada día gana más adeptos, en la medida en que sus adversarios retroceden cada día, están más cerca de la incredulidad, ante el empuje de las mayorías depauperadas. Los conservadores no toleran que haya alguien más alto; por tal razón estiran las invectivas en esta nueva época en la que el gobernante está más cerca de cumplir su ofrecimiento de acabar con los privilegios que tienen a la Nación postrada en la inanición.

Con el presidente Andrés Manuel López Obrador el gozo se está yendo al pozo. El Ejecutivo delega responsabilidades a todos sus colaboradores, los hace partícipes del encantamiento popular, pero a condición de que cumplan su encomienda. Están retoñando los verdaderos ideales que dan sentido a la existencia. Esta es la razón del embrujo popular de Andrés Manuel.


CORTITOS


1.- Esos que confunden “a ver” con “haber”, deberían hirviendo como corregir esto.

2.- Si López Obrador lanza una campaña contra el dengue, la oposición va a apoyar a los mosquitos.

3.- Dicen que cada cerveza que bebemos, nos resta un minuto de vida. Yo ya hice cuentas y fallecí en 1875.

4.- El fin está cerca. Las dos profecías se cumplirán: Una, que te mantenga el gobierno, y dos, que te cuide tu abuela.

5.- Aviso: motel con poca fila en Avenida Vallarta, casi llegando a periférico, tiene cuartos desocupados. Si con gasolina nos apoyamos, también con esto se puede.



fariasfloresjj@hotmail.com