Cargando



Inbox



SERGIO BRICEÑO GONZÁLEZ

Candidato universitario


Martes 19 de Febrero de 2019 7:27 am


CONOZCO a Mario Delgado Carrillo desde que trabajaba yo en Diario de Colima, hace ya más de 8 años. Lo vi un par de veces visitar al periodista Héctor Sánchez de la Madrid y luego irse desmarcando, con el tiempo, tanto del PRD como de las estructuras fijas del gobierno de entonces en la Ciudad de México, que más tarde cambiaron con la escisión perredista encabezada por el ahora presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

También conocí a Mario a través de Felipe, su hermano, cuando me desempeñaba en el área de Prensa de la Casa de la Cultura, en la época en que era titular del ramo Luis Ignacio Villagarcía. Felipe me pasó el celular de Mario y un buen día le mandé un mensaje para felicitarlo por su nombramiento como coordinador de la bancada morenista, porque me daba (y me da) mucho gusto que un colimense destaque en la política nacional, aunque en su primera etapa lo hizo en el gobierno del ex Distrito Federal, donde ahora radico, de la mano de Marcelo Ebrard, hoy titular de Relaciones Exteriores.

En el contexto general, Mario es un político brillante porque supo aprovechar el timing que le correspondía y tuvo tino al desmarcarse del PRD, cuando este partido se pudrió desde dentro. Su trabajo en diversas oficinas de la capital del país lo llevaron a implementar estrategias exitosas, sobre todo las enfocadas a los jóvenes. Incluso hoy, ante eventos difíciles como la aprobación en la Cámara de Diputados de la Guardia Nacional, ha resistido los embates de la crítica y el asedio feroz de periodistas como Carmen Aristegui, con quien tuvo una acalorada entrevista poco antes de dar inicio con la iniciativa de ley en cuestión.

Felipe Delgado Carrillo es un arquitecto destacado que desempeña en la Secretaría de Cultura de Colima un trabajo ejemplar y ha sido básico para el desarrollo del área museográfica. Con él charlábamos, de escritorio a escritorio, sobre la necesidad de implementar en Colima y México los cambios que requería, y sigue requiriendo, la sociedad en general. Compartimos estos sueños, pues, con la diferencia de que él tiene un hermano que es protagonista, ahora, de los mismos.

Por eso insisto en que me da gusto el enorme despliegue de la clase política colimense para sumarse a Mario en una eventual candidatura al gobierno de la entidad, cuando faltan menos de 3 años para que concluya el mandato de Ignacio Peralta Sánchez, con quien, por cierto, como todos sabemos, estudió Economía, como compañero, tanto en el ITAM como en Essex, Inglaterra. Esta combinación de academia y estrategias de gobierno deberían ser fundamentales para sacar del rezago a cualquier administración, sea municipal, estatal o federal.

En el caso de Mario, me parece que tendrá la disyuntiva de postularse a la gubernatura de Colima poco antes de terminar su periodo en la actual Legislatura o buscar un mayor acercamiento al presidente López Obrador, quien de seguro hará cambios en su Gabinete al cumplirse la mitad de su gestión. No debemos olvidar, además, que fue contendiente de Claudia Sheinbaum en su búsqueda de la Jefatura de Gobierno de la capital de la República, donde tiene numerosos seguidores, como se demostró en el importante sitio que ocupó en las encuestas de Morena, cuando tuvo lugar la batalla interna por la candidatura y por la que Ricardo Monreal casi abandona al morenismo.

La vida política de Delgado Carrillo es casi en su totalidad producto de su vida en la Ciudad de México, por lo que me parece complicado, en un duelo que él librará interiormente, pensar en su retorno a Colima. Pero todo puede ocurrir y la oferta de una gubernatura no debería ser despreciable para quien la tendrá casi ganada, a decir del despliegue de personajes de casi todos los partidos, excepto el PAN, que estuvieron acompañándolo en la Universidad de Colima durante su, para mí, destape institucional.

Ya lo decía el Lunes Político de ayer: “Es increíble que Mario Delgado haya recibido mejor trato de militantes priistas que de sus compañeros de partido”. Podría darse, en caso de que aceptara este reto, un inédito retorno del hijo pródigo, muy al estilo de Socorro Díaz, pero sin el desprecio con el que ella trató a los colimenses cuando quiso ser gobernadora en las fechas en que Carlos de la Madrid le ganó.