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Sin ganas



ARNOLDO VIZCAÍNO RODRÍGUEZ


Martes 19 de Febrero de 2019 7:28 am


LA semana antepasada, desafortunadamente falleció Guillermo Ruelas Ocampo, este abogado fue, en opinión de muchos, destacadamente los priistas que quedan, un personaje distinguido. Los de su partido aprovecharon la ocasión para utilizarlo por última vez, llenándolo de “cualidades”, llegando a la exageración y exaltación ramplona, siendo esto lo que a fin de cuentas me forzó a escribir sobre el particular como digo arriba, “sin ganas”.

Empiezo por dejar claro, por si alguien se incomoda con mis comentarios, nada que aquí diga es nuevo, todo se lo dije en su cara o a través de los medios a ese personaje. Yo creo que hubo dos Guillermos Ruelas, uno antes de ser Presidente del Tribunal Electoral y otro a partir de este encargo; uno antes de 1994 y otro después. El Ruelas secretario de acuerdos, luego Juez en el Poder Judicial y después Procurador, fue al parecer un Ruelas incólume, recto, justo, honesto y profesional. Pero a partir de su paso por el Tribunal Electoral y después de resolver corruptamente la impugnación sobre la elección del municipio de Cuauhtémoc, violando flagrante y descaradamente la ley en favor de su partido, se le vio arrastrando su desprestigio por más que se esforzaba por recuperarlo. Desde entonces vi a un Ruelas que sufría como en agonía, el tormento de saber que, conscientemente, había violentado la legalidad.

Sólo para informar a quienes en ese año aún no nacían o para recordar principalmente a los priistas, les platico lo esencial de esa agresión legal.

En Cuauhtémoc, la elección municipal se polarizó entre el PRD y el PRI, muchos actores políticos importantes, incluidos priistas, estaban claros que el PRI perdería por lo menos la Presidencia Municipal, pero ocurrió que la mafia del poder asesinó a Colosio y éste fue sucedido por Zedillo, cuya esposa es originaria de Cuauhtémoc, entonces para el PRI de aquel tiempo y para su mafia del poder, se convirtió en razón de Estado gobernar Cuauhtémoc, pues a su sistema autoritario le resultaba inconcebible que el municipio donde nació la “primera dama”, fuera gobernado por la oposición.

Por eso prepararon un gran fraude electoral en las casillas, incluso anularon algunas donde el PRI perdía por más del dos por uno, todo para que les salieran las cuentas. Nosotros impugnamos sus tropelías y ninguna “procedió”. Pero descubrimos que el candidato del PRI estaba suspendido en el ejercicio de sus derechos ciudadanos por resolución judicial, debido a la comisión de un delito; esto es, el candidato del PRI carecía de credencial electoral válida y no aparecía en el listado nominal, consecuentemente no podía votar y menos ser votado.

Lo que correspondía de conformidad con la ley de aquel entonces, hecha por los propios priistas, era anular la planilla y reconocer aquella que acreditaba la siguiente más alta votación, pero Guillermo Ruelas dijo que no; él se puso a juzgar al juez que años antes había juzgado al impugnado candidato y finalmente en su resolución dijo que el tal juez se había equivocado y resolvía que el priista fuera Presidente Municipal, aunque no hubiera podido votar ni ser votado; huelga decir que entonces el Tribunal Electoral Estatal era la última instancia, no se podía recurrir al Tribunal Federal.

Por eso, cuando veo en Diario de Colima que el sepulturero de lo que queda del PRI, dice que Ruelas “siempre acudió al llamado del PRI”; luego la Secretaria General de esa entelequia afirma que “fue un hombre que siempre demostró ser un férreo militante”, y un pariente del desaparecido remata diciendo que “siempre fue un hombre de partido que en momentos críticos y difíciles nunca renunció a su militancia”, entonces yo digo: “Ah, ya entendí por qué en el Tribunal Electoral colocó los intereses de su partido por encima de la ley”.


APARTE


1.- ¿Alguien sabe si Mario Delgado no perdió su cartera al posar en una foto el viernes pasado por la mañana, en el norte de la ciudad? Creo que mi amigo se equivocó al codearse y regodearse con quienes lo hizo, en lugar de solidarizarse con la gran mayoría de los miembros de la comunidad universitaria, que desean una universidad realmente autónoma, libre, libertaria y transparente.


2.- ¡Eureka! Ya tienen candidato a la gubernatura quienes ya quieren tener candidato a la gubernatura, están en su derecho, a lo que no tienen derecho es a tratar de imponerlo a otros. ¡Ya los vi, pillines! Veremos cómo les va en su apuesta.


*Presidente de Productores Unidos por Colima, A.C.