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Momentos



EVA ADRIANA SOTO FERNIZA

¡Ya llegué!


Sábado 09 de Marzo de 2019 7:54 am


MILES de mujeres en México están levantando la voz contra la violencia. ¡Ya llegué!, es el mensaje que enviamos las mexicanas a nuestros familiares y amigos cuando volvemos a casa por las noches. Pues como advierte Naciones Unidas: “La violencia de género en México ha alcanzado niveles históricos”. En el transporte público te pueden secuestrar, en la calle y en un taxi te asaltan. No importa cómo andes vestida, dónde te encuentres o a la hora que sea. El mensaje “Ya llegué” se ha normalizado en nuestro país como medida de protección entre las mujeres.

Según la ONU, diario asesinan a nueve mujeres en promedio (pienso que el número es mayor), lo que convierte a México en uno de los países más peligrosos del mundo. De acuerdo a los últimos reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la cifra de feminicidios ha aumentado en un índice de 10 puntos en 2019. Esto, sin contar el número de asaltos, acoso o desaparición forzada. Todo eso sucede ante un gobierno ausente, sin acciones eficaces para reprimir la violencia, por lo que la sociedad civil busca justicia por cuenta propia creando redes de ayuda.

Una forma de ayuda reciente fue creada en la Ciudad de México por Jazmín Martínez, quien es cronista gastronómica. Al notar que la violencia se está generalizando en el país, decidió formar #LugaresSeguros, iniciativa que invita a los locales a unir esfuerzos para proteger a las mujeres. “Una noche –relata Jazmín– iba caminando hacia mi casa y me pregunté qué haría en caso de sentirme acosada, vi que los únicos lugares abiertos eran los bares y restaurantes, entonces se me ocurrió que estos lugares fueran un resguardo para las mujeres que se sientan en riesgo”. Ya son 480 establecimientos los registrados como “lugares seguros”, desde que Jazmín Martínez lanzó la convocatoria en febrero de este año. A la iniciativa ciudadana también se unieron galerías de arte, agencias de autos, editoriales y otros comercios.

O sea, lugares que tienen acceso al público, puede ser a pie de calle o dentro de plazas comerciales. Se les pide que los empleados estén capacitados y sepan que una mujer puede entrar y pedir ayuda si se siente insegura en la calle. Cada local las asiste según sus posibilidades, por ejemplo, las agencias de autos brindan servicio de transporte. Esta iniciativa pronto se difundió entre la sociedad, incluso puestos de comercio ambulante, cercanos a las estaciones del metro, se han sumado con letreros en las calles contra la violencia de género: “Amiga, si alguien te está siguiendo o molestando, acércate a este puesto y te ayudamos. ¡Ni una más!”.

Carlos Ríos, dueño de un restaurante en la calle Amsterdam, en Hipódromo Condesa, explicó que propuestas como ésta eran ya necesarias porque las autoridades han sido omisas y, aún así, “la empatía no es suficiente”, por lo que los promotores de esta iniciativa piden que las autoridades se involucren aún más con este movimiento. El mismo restaurantero expresó: “Estoy preocupado por la situación que está pasando el país, por las mujeres y la situación de violencia en general. Conozco a muchas mujeres y también hombres que en algún momento se han tenido que enfrentar a situaciones de violencia. He tenido muchos casos en mi establecimiento contra las mujeres; tanto de clientes como mujeres que han sido víctimas de robo. Cuando eso ocurre, las sentamos y permitimos que se calmen, depende de la situación que estamos viviendo. En una ocasión, un cliente golpeó a una mujer y los mismos clientes se pararon a frenarlo, yo mismo lo hice también”. Estas acciones de solidaridad son edificantes, pero también hay que reconocer que, como los mismos participantes afirman: “Este movimiento se ha convertido en una alternativa ante la inacción de las autoridades de todos los niveles en la Ciudad de México”.

En nuestro estado colimense tenemos el mismo tipo de inacción ante los riesgos y agresiones a que estamos expuestas, por lo que la iniciativa tomada en la Ciudad de México parece haber prendido también aquí, ya que algo parecido se está comenzado a poner en práctica; muy incipiente todavía, pero por algo se empieza. ¡Ya llegué!, no es suficiente. “El miedo de la mujer a la violencia del hombre, es el espejo del miedo del hombre, a la mujer sin miedo”, Eduardo Galeano. Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo.


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