Cargando



Innovemos algo ¡ya!



MARÍA EUGENIA GONZÁLEZ PEREYRA

Cuanto más sepamos, mejor


Domingo 10 de Marzo de 2019 7:52 am


HOY quisiera recomendarte ver un documental que abarca conceptos de la física cuántica de forma amena y fácil de comprender. Ahí se nos aclararán muchos misterios que quizás aún no conocemos. Somos un cuerpo que ejerce el ser universal, un cuerpo único que está formado de células que están compuestas por átomos y estos, a su vez, son el equilibrio de electrones, protones y neutrones, que también están formados por partículas aún más pequeñas, y así sucesivamente. Y aunque todos son independientes el uno del otro, juntos interactúan, resultando en nuestro metabolismo perfecto y en permanente sincronía con la vida en consciencia.

Dentro de nosotros ocurren una serie de fenómenos químicos y eléctricos importantes, y si fuésemos sólo un poco más conscientes de ello, tendríamos muchas más herramientas para ser quienes llevamos el volante de nuestra vida. ¿Sabías tú que las emociones nos ayudan a adaptarnos al entorno? A toda emoción le corresponde una sustancia química que modifica nuestro cuerpo y percepción de la realidad. Es entones importante que seamos dueños de lo que sentimos, decimos y pensamos, incluso si nos da por repetir un pensamiento y/o una emoción, nos volvemos adictos a las sustancias químicas que éstas causan, de tal suerte que un día, pasamos de enojarnos a ser enojones. Desde un inconsciente muy consiente provocamos o creemos ver situaciones ideales para enojarnos, y así nos proveemos de la substancia de nuestra adicción; en la compulsión somos enojones crónicos, y nos creemos haber nacido así.

Conocer de dónde vienen, el alcance que tienen nuestras emociones y aceptar la responsabilidad que sí hay en nuestros impulsos y pensamientos es importante; idealmente hemos de poder mirar algún día que los patrones de conducta que nos tiene en un lugar no grato se pueden modificar.

Ya sé que ver una película que hable de bleeps, átomos y cuantios (denota en la física cuántica tanto el valor mínimo que pueda tener una determinada magnitud en un sistema físico, como la mínima variación posible de este parámetro a un estado discreto a otro) puede parecer aburrido, pero la verdad es que tiene sus detalles de humor y de animosa explicación, vale la pena verla; te aseguro que cuantio más sepamos, mejor, porque saber de buena tinta el cómo funcionan nuestro cerebro, cuerpo y emociones, nos va a permitir vivir mejor que hoy.

What the bleep, do we know es el nombre del documental en referencia, donde también se ve que cuando el agua ha sido expuesta a pensamientos se cristaliza de diferentes formas, como lo documentó Masaru Emoto, investigador japonés, quien observó agua en distintos contenedores y la expuso a la repetición, un decir distinto para cada frasco. Al cabo de un tiempo, encontró alteraciones en los cristales que se formaban del agua; cuando un frasco recibe pensamientos y palabras de gratitud, se forman cristales nítidos y simétricos; pero el agua sometida a pensamientos de odio e insultos, no formó cristales y sí mostró un lodo disforme e incluso mal oliente. Realidad que nos invita a la siguiente reflexión: ¿si una palabra le hace eso al agua, qué le hacen las emociones a nuestro cuerpo?

Cada vez que nos decimos en el espejo: gordo, feo, tonto; y cada vez que le decimos a alguien algo desagradable, nos estamos envenenando; estamos envenenando todo y a todos los que nos rodean, y eso tiene alcances de años. Si algún día escuchamos que no éramos sufrientemente buenos y lo creímos, nos enlodamos en lo físico, en lo emocional y hasta en lo espiritual. Es tiempo de lavarnos las heridas; realmente es tiempo de que tomemos al toro por los cuernos y de que innovemos algo ¡ya!, de que aprendamos a ser lo que realmente somos y que dejemos atrás los llantos, reclamos, ofensas, abandonos, resentimientos y demás. Es tiempo de decirnos unos a otros: “Te amo por imperfecto, ya no veo lo que hay detrás de ti que hizo daño, yo quiero ver contigo lo que hay adelante, y lo quiero mirar hermoso y radiante.”


*Terapeuta

innovemosalgoya@gmail.com