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Partidos y aspirantes



MANUEL GODINA VELASCO


Miércoles 13 de Marzo de 2019 7:39 am


SI a nivel nacional, transcurridos los primeros 100 días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a más de 5 años de distancia, ya comienzan a manejar los nombres de posibles aspirantes a la Presidencia, por Morena se menciona a Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum, que con base en su desempeño y lealtad se ganen la nominación morenista y “lo que diga mi dedito” del líder moral y titular del Gobierno Federal, con mayor razón en Colima ya se mueven personajes y partidos para la renovación de la gubernatura.

A estas alturas, la maquinaria de casi todos los partidos políticos que jugarán en el proceso electoral de 2021 ya han renovado sus dirigencias estatales, tal es el caso del PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y Partido Nueva Alianza; Morena anuncia la renovación de su dirigencia estatal, mientras que el Partido Verde Ecologista, desde hace más de un año le encomendó su dirección a Virgilio Mendoza. En el caso del Partido del Trabajo, Joel Padilla, quien desde hace lustros viene detentando la franquicia de dicho partido, buscará encomendar su dirección a alguien de su confianza pero sin dejar el control del mismo.

Si el PRD a nivel nacional sobrevive, con mucho trabajo en Colima quedó reducido a nada, por lo que su poca membresía acabará militando en Morena o bien en el PT. El Partido Encuentro Social nacionalmente hace malabarismos para mantener su registro, de lograrlo no significaría que en Colima, con una muy escasa votación lograda en la última elección, pudiera tener posibilidades de contender.

Como es comprensible que la baja aceptación ciudadana hacia los partidos deje muy poco margen de acción para que el PRI, PAN, MC, PVEM, PT y Nueva Alianza, jueguen cada uno por su lado postulando a algún candidato propio o externo, desde ahora ya se visualiza la conveniencia de armar alianzas entre algunos de ellos. Así las cosas, lo más lógico es que PAN y MC postulen a un mismo candidato, como también es por demás visto que PVEM y PT se cuelguen de la popularidad de Morena para nominar al suyo, como ya lo hacen por ahora en Puebla y Baja California.

Así que al PRI sólo le quedaría convencer a Nueva Alianza para conformar un frente electoral, ya que por el momento ni se ve a un posible candidato que tenga la fuerza suficiente para contender por la gubernatura, como tampoco el tricolor por sí solo pudiera garantizar seguir gobernando un estado después de 90 años de detentarlo. Para alcaldías y municipios, el tricolor pudiera obtener sonados triunfos si nomina a candidatos honorables, con capacidad y popularidad suficientes, que podrían ganar después de la mala actuación que se observa en alcaldes y diputados morenistas, ya que “más vale malo por conocido, que bueno por conocer”.

Se especula que en Morena existen cuatro o más aspirantes con posibilidades de conseguir la nominación, lo cierto del caso es que por ahora la única competitiva es Indira Vizcaíno, quien encabeza las simpatías ciudadanas, con un 24.8 por ciento de preferencias, apenas unas décimas de punto por encima de Leoncio Morán, mientras que Mario Delgado y Claudia Yáñez están muy abajo en aceptación. Por el lado del PAN, Jorge Luis Preciado apenas logra un 7 por ciento de popularidad, del PRI, Mely Romero logra un 9 por ciento.

Tanto Indira como Locho tendrán su prueba de fuego en el desempeño que puedan lograr al frente de sus encargos. Falta medir la popularidad de otro político como Virgilio Mendoza, que si bien como regidor constriñe su actuar sólo al municipio de Manzanillo, como dirigente del Verde puede hacer amplia campaña en todo el estado, abanderando iniciativas ecologistas, del cuidado animal, entre otras causas.

Excepto la fuerza de Morena, por el efecto AMLO, el resto de partidos por sí solos no tienen la fuerza suficiente para ganar la gubernatura; ante el desprestigio del resto de partidos, no es remoto que un candidato apartidista surja como independiente.


*Analista político