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Oráculo político



PEDRO CASTILLO VALDEZ

Lo público de lo privado


Jueves 14 de Marzo de 2019 7:38 am


SIN el afán de convertirme en un prejuicioso y ponderar alguna hipótesis relacionada a los sucesos que se dieron la semana pasada, en torno al ex secretario de Turismo del estado, Efraín Angulo, en su domicilio particular, y donde resultó el fallecimiento de un joven de 16 años, este hecho puede tomarse como un ejemplo de cómo las esferas de lo público y lo privado han tenido una transformación en su correlación, respecto a los nuevos tiempos del ejercicio de la política, en el contexto de las formas de comunicación con las redes sociales, teniendo como resultado una privatización de lo público y la politización de lo privado.

Y es que esta privatización de lo público irrumpe cuando se privilegia la personalización de la política, dándole mayor énfasis a los aspectos personales de los políticos (carácter, estilo, credibilidad, confianza, género y moral), sobre los temas políticos públicos que terminan por transformarse en asuntos de imagen y sentimientos, que generan emoción y autenticidad en la esfera pública.

Mientras que la politización de lo privado resulta entendible si advertimos que los grandes problemas públicos son actualmente vinculados a la vida privada, ahí están los casos del ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton y Mónica Lewinsky; del ex presidente de Italia, Silvio Berlusconi y su gusto por las fiestas con menores y prostitutas; del ex góber precioso de Puebla, Mario Marín, y sus fiestas con menores; y el caso que hoy nos atiende, del ex secretario de Turismo, lo que antes se mantenía en la intimidad como el género, la condición sexual o la experiencia religiosa, hoy irrumpe con fuerza e inmediatez en la esfera pública, por la constante exposición y las nuevas formas de comunicación como lo son las redes sociales.

En este sentido, la esfera privada de Efraín Angulo sobre sus preferencias sexuales, gustos, placeres, convivencias, relaciones personales y moralidad, quedó expuesta ante la difusión de una información prejuiciosa e imaginaria en las redes sociales, respecto a lo sucedido ese día por parte de un vecino, sin que pudiera constatarse la veracidad de la misma; la intimidad del ex secretario, tanto su comportamiento como su moralidad, terminó por incidir con la renuncia de este al cargo, no siendo lo que finalmente se vuelve en un asunto público la búsqueda de justicia y esclarecimiento sobre quién o quiénes son los responsables de la muerte por asfixia de un joven de 16 años.

Finalmente, sí es importante señalar que este caso tiene una probabilidad alta de enrarecerse, y lo afirmo no por el buen trabajo que viene realizando el fiscal General, Gabriel Verduzco, y el resultado final que fuese de las investigaciones, sino por los factores de revanchismo político que se conjugan alrededor del mismo.

Uno, es que el vecino que difundió la información prejuiciosa, Esteban Meneses, es un cuestionado ex diputado local que en 2015 jugó electoralmente contra el gobernador del estado, Nacho Peralta; otro, es que la nota periodística sobre este caso, difundida en el medio nacional de Televisa, fue hecha por Bertha Reynoso, hermana de quien fuera defenestrada como titular de la Secretaría de Movilidad del actual gobierno; y tercero, es el hecho que los padres de la víctima aceptaron ser representados legalmente por Agustín Díaz Torrejón, miembro activo del Consejo Estatal y asesor jurídico de Morena, además de ser el actor intelectual de las manifestaciones realizadas en el recinto legislativo contra diputados de su mismo partido; la hechas afuera de Palacio de Gobierno contra el secretario de Gobierno, Arnoldo Ochoa, y de las realizadas en CDMX contra la hoy representante de los programas sociales del Gobierno Federal en Colima, Indira Vizcaíno. ¡Despierta, Colima!

¡Hasta la próxima!


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