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GLENDA LIBIER MADRIGAL TRUJILLO

Incredulidad


Viernes 15 de Marzo de 2019 7:50 am


NO tengo cuenta de Facebook, por tanto, puedo decir que no estoy tan contaminada de lo mucho que circuló y sigue circulando en esa red social sobre lo que me parece propicio llamar Caso Las Palmas, que implica directamente al ex secretario de Turismo, Efraín Angulo Rodríguez. Pero eso no impidió enterarme de historias y versiones, y de ver fotografías y memes que, inevitablemente, llegaron a mi WhatsApp.

La homofobia no se me da, así que al margen de las preferencias sexuales de las personas –se dediquen a cualquier actividad, oficio o profesión–, me parece que el caso debe ser abordado por dos puntos esenciales: el primero, un menor de edad fue asesinado en la casa del entonces funcionario estatal; y segundo, a 11 días de los hechos, priva la confusión y la desinformación de lo acontecido.

¿Qué fue lo que realmente sucedió la tarde-noche del lunes 4 de marzo en la casa particular de Efraín Angulo? No lo sé, como tampoco puede saberlo con certeza ninguna otra persona que no estuvo presente en el lugar y en el momento. Hay versiones, la oficial, de la Fiscalía General del Estado, y la del ex funcionario estatal. Coincidentes ambas, pero, ¿son ciertas? Esa es la interrogante que necesariamente se tiene que dilucidar, porque desde el momento en que hubo el asesinato por asfixia de un menor de edad, disparos y el uso de armas blancas, la fiesta privada pasó a ser un asunto, grave, de interés público.

No comparto la forma en la que el tema se convirtió en la gran noticia en redes sociales. No la comparto porque, como dije, no voy con la homofobia ni la discriminación en ningún sentido. Y en este caso específico, me pareció inaudito y bastante preocupante cómo la crítica casi generalizada se centró en la preferencia sexual de una persona, no tanto en el asesinato que ahí se cometió.

Esa reacción vale la pena que nos llame a la reflexión. Que en un autoanálisis, nos preguntemos si de veras tenemos la autoridad civil y moral, como para convertirnos en juzgadores de los comportamientos ajenos. Que analicemos por qué nos molesta que haya personas con preferencias sexuales distintas a la nuestra.   

Pero ese activismo que en torno al caso se desató en redes sociales se debió, en gran parte, a lo mal que le hicieron frente las instituciones públicas involucradas, las cuales, desde un primer momento debieron hablar con la verdad, sin dejar lugar a dudas ni especulaciones, y darle el seguimiento oportuno y puntual que ameritaba la gravedad de los hechos. Además, la autoridad no consideró que Colima es tan pequeño, que resulta imposible que alguien no conozca a un familiar del menor asesinado, a uno de los amigos que estuvieron en la fiesta del Secretario, a uno de los policías que llegaron al domicilio a atender la emergencia… y entonces todo se revuelve.

El Caso Las Palmas siguió creciendo en redes porque el día posterior a los hechos, ninguna autoridad salió a dar un informe oficial. Y esas horas fueron llenadas por más versiones de quienes no estuvieron ahí, por más historias imaginadas, por vecinos que dicen que vieron, que escucharon o que alguien más les contó que eso pasó.

Y al tercer día sale a la opinión pública el todavía Secretario de Turismo para dar su versión y anunciar su renuncia al cargo. Pero lo hace luciendo presumibles golpes en su rostro que no provocaron inflamación. Habla de un grupo armado que nadie en la colonia advirtió, y del cual, increíblemente, pudieron liberarse él y sus amigos, luego de haber sido asaltados, desnudados y sometidos ¡durante 6 horas! Y entonces surgen más dudas, más preguntas, más memes, más desinformación. Reina la incredulidad. 

La Fiscalía General del Estado está obligada a aclarar los hechos y no dar cabida a la impunidad, porque en ese lugar y ese día, fue asesinado un menor de edad, porque hubo heridos de bala y con arma blanca, porque la propia Fiscalía presume la comisión de otros delitos, como corrupción de menores. ¿Qué fue lo que realmente pasó la tarde-noche del lunes 4 de marzo en un domicilio particular de Las Palmas?