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Momentos



EVA ADRIANA SOTO FERNIZA

Greta


Sábado 16 de Marzo de 2019 7:45 am


UÉ pensarían, si una muchachita de largas trenzas que cuelgan sobre sus hombros y la hacen parecer todavía una niña, les dijera: “No quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico. Quiero que sientas el miedo que siento todos los días y luego quiero que actúes”. Ella es una joven sueca de 16 años, que desde hace un año inició un movimiento juvenil en Europa que, como ya se habrán dado cuenta por el contenido de la frase anterior, no tiene nada que ver con películas de superhéroes ni con ídolos del pop. Es inusual en una jovencita, pero tiene que ver con el planeta y el cambio climático. Recientemente, después de atravesar Europa en tren y dormir en una carpa en medio de la helada ciudad Suiza de Davos, Greta Thunberg, habló frente a los líderes del mundo que se reúnen cada año en el marco del Foro Económico Mundial. Lo interesante, además del valor de esta chica, es que en esa misma semana, 12 mil adolescentes se movilizaron en Bruselas, donde se encuentra la sede de la Unión Europea, para exigir lo mismo.

Y se preguntarán, ¿cómo tuvo acceso a tan importante foro? La chiquilla, de carita redonda y aspecto inocente, tiene ganado el pase a éste y todos los foros importantes, ya que el 14 de diciembre de 2018, todavía con 15 años, se convirtió en una de las voces contra el cambio climático al presentarse en la Cumbre del Clima del la ONU, que se celebró en Katowice (Polonia). “Ustedes no son lo suficientemente maduros como para contar las cosas como son. Incluso esa carga la dejan para sus hijos. Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos”. Dijo a los líderes políticos de 200 países del mundo, durante un discurso que formaba parte del encuentro internacional.

Todavía antes del 20 de agosto de 2018, Greta era una niña de 15 años que asistía al colegio como la mayoría de adolescentes en su país, en la ciudad de Estocolmo. Sin embargo, Suecia tuvo el año pasado un verano bastante problemático: una ola de calor afectó a gran parte del país nórdico, lo que originó cerca de 50 incendios forestales que arrasaron con 20 mil hectáreas. Esto la motivó a salir de su pacífica adolescencia, ya que para ella esto fue demasiado. Así que el 20 de agosto, en vez de ir al colegio como era costumbre, se paró delante del Parlamento sueco y anunció que no iba a regresar hasta que la escucharan. “Estoy protestando sobre el cambio climático, porque a nadie parece importarle lo que está ocurriendo. Nadie parece estar haciendo algo”, dijo a los medios que en ese momento la entrevistaron. “Sé que mis padres quieren que vuelva al colegio, pero también entienden lo que estoy haciendo aquí”, añadió.

Tras las elecciones generales suecas del 9 de septiembre, Greta volvió a las aulas, pero sólo 4 días a la semana. Todos los viernes se salta sus clases y continúa con su protesta. Su empeño dio resultado. Atrajo la atención global, ya que miles de organizaciones ambientales respaldaron su llamado. Según medios como The Guardian y The New York Times, la idea de no asistir a clases los viernes para protestar y concientizar sobre el problema del cambio climático impulsada por Greta, se ha convertido en una “huelga mundial” de estudiantes –los días viernes– para pedir que se tomen más medidas, en cerca de 270 ciudades alrededor del mundo. “Nunca pensé que esto se iba a convertir en algo tan grande. Ahora está en los cinco continentes. Es increíble”, le dijo al The New York Times.

También para mí es increíble que una niña se lance a defender nuestra casa, nuestro planeta; mientras nosotros, la población adulta nos lamentamos y los gobiernos se reúnen periódicamente para “ponerse de acuerdo” en el tema del calentamiento global, avanzando a paso de tortuga. Inesperada, pues, pero magníficamente recibida esta acción que ha motivado a un creciente número de chicos y chicas de todo el mundo. Los padres de Greta, el actor Svante Thunberg, y la cantante de ópera, Malena Ernman, deben estar sumamente orgullosos de ella, quien padece el síndrome de Asperger, como admite en su propia cuenta de Twitter.  Ahora, la adolescente sueca Greta Thunberg, motivadora de las huelgas escolares por el clima, fue nominada para el Premio Nobel de la Paz 2019, según informó uno de los tres funcionarios que la nominaron. “Propusimos a Greta Thunberg, porque el cambio climático, si no se detiene, será la causa principal de futuras guerras, conflictos y flujos de refugiados”, dijo uno de los funcionarios. “Greta Thunberg ha lanzado un movimiento de masas en el que veo, quizás, la principal contribución a la paz”.


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