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Apuntes



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

De las leyes de Reforma a la 4T


Jueves 21 de Marzo de 2019 7:48 am


“CON el pueblo todo, sin el pueblo nada”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador, citando a Benito Juárez, en el mensaje que pronunció con motivo de los primeros 100 días de su gobierno, al referirse a los cambios que ha realizado para cristalizar la Cuarta Transformación emprendida por él, entre los que destacan la creación de la Guardia Nacional y la Ley de Extinción de Dominio para la expropiación expedita de bienes que son producto de la corrupción.

También la modificación de la Constitución para tipificar como delitos graves los actos de corrupción, el robo de combustible y el fraude electoral; la eliminación del fuero constitucional del Presidente de la República; la Ley de Austeridad Republicana, la revocación de mandato, la cancelación de la reforma educativa, el derecho efectivo del pueblo a la salud, entre otros aprobados o en vías de ello, que a juicio del Mandatario, constituyen el marco legal indispensable para llevar a la práctica la 4T.

Sin entrar en el terreno de la discusión sobre la pertinencia de estas iniciativas y decisiones como la cancelación del Aeropuerto de la Ciudad de México, la construcción del Tren Maya y la refinería en Dos Bocas, la asignación de contratos sin licitación, la escasez de gasolina con el pretexto del combate al huachicoleo, el retiro de recursos a programas de alto impacto –como las guarderías para hijos de madres trabajadoras y otros del sector educativo–, así como las conferencias mañaneras, es evidente que Andrés Manuel se inspira, porque dice admirarlo mucho, en las reformas que emprendió Juárez. Ojalá no quiera imitarlo en el tema de reelección, aunque ahora diga lo contrario.

Hay que tomar en cuenta que el Presidente carece en su Gabinete de gentes brillantes, como las que acompañaron al Patricio en su lucha contra los conservadores –esos sí, no como los que ahora, por fobias ideológicas y discurso populista etiqueta AMLO– y a diferencia de Juárez, toma muchas decisiones sobre las rodillas. Habrá quizá que darle más tiempo y el beneficio de la duda para que sus presuntas transformaciones den los frutos pretendidos, ya que hasta ahora no se ve claro cuándo habrá un hasta aquí a la violencia, la inseguridad, la impunidad y los gasolinazos, que nos traen asolados. Veremos qué dice AMLO con motivo del 213 aniversario del natalicio de Benito Juárez.

A propósito de esta efeméride, comento que Benito Pablo Juárez García fue declarado Benemérito de las Américas en tres ocasiones por el Congreso de Colombia, por el pueblo y el gobierno de la República Dominicana y por el Congreso Mexicano, y que el hijo pródigo de San Pablo Guelatao es ícono nacional y mundial del liberalismo, por su ideario democrático, el sentido republicano de su gobierno y las iniciativas legales que emprendió, junto con otros liberales, para que el Estado asumiera el poder político, dado que antes de él lo compartía con la alta jerarquía católica. Entre estas reformas destacan:

La Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos, que revirtió en favor de la Nación y del pueblo de México las inmensas propiedades del clero político, llamadas por inactivas, “bienes de manos muertas”.

La Ley del Matrimonio Civil, que instituyó la obligatoriedad legal de este contrato, eliminando así la intervención forzosa de los sacerdotes y el cobro por parte de la iglesia. Antes del gobierno de Juárez, los únicos registros de personas que había en el país eran los de la Iglesia, situación que le motivó a expedir la Ley Orgánica del Registro Civil y, a partir de ello, asumir el control de los nacimientos y defunciones por parte del Estado.

Con la Ley de Secularización de los Cementerios cesó la intervención que la Iglesia tenía sobre los panteones y bóvedas o criptas mortuorias, quedando sometidos estos recintos a la potestad civil y oficial del gobierno.

La Ley de Libertad de Cultos fue una de las iniciativas que causó mayor revuelo, porque la religión católica dejó de ser la única permitida en México, para que cada persona fuese libre de practicar y elegir la que deseara; prohibió la realización de ceremonias religiosas fuera de las iglesias, el derecho de asilo en los templos, que el sacrilegio se considerara como delito y la asistencia de las autoridades civiles a las funciones eclesiásticas. Decretó además que sólo serían festivos los domingos, el día de Año Nuevo, el jueves y viernes de Semana Mayor, el jueves de Corpus, el 1 y 2 de noviembre y el 12 y 24 de diciembre, así como el 16 de septiembre.

La Ley de Instrucción Pública permitió al Estado arrancar al clero el monopolio de la educación y con ello creó la instrucción. Virtud de ello, la educación mexicana es y seguirá siendo laica. Veremos qué depara al respecto la nueva propuesta educativa.

Por otra parte, advertir que en las ceremonias para conmemorar hoy el natalicio de Juárez, la mayoría de los oradores oficiales engolará la voz para proclamar que los gobernantes actuales son liberales y juaristas, pero en muchos casos lo harán de dientes para afuera, porque sus actos de autoritarismo disfrazado de nacionalismo, moralina, demagogia, ambición de poder, rapiña e inmoralidad, los contradicen.


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