Netanyahu, Trump y el mundo
LOURDES CARRILLO BERNAL
Sábado 23 de Marzo de 2019 8:15 am
LA larga guerra iniciada
en 1948 cuando el territorio al oeste del Río Jordán, asignado a Jordania, fue
reclamado por el nuevo Estado de Israel que tomó posesión de él en 1967 tras la
Guerra de los Seis Días, desde entonces, Cisjordania y la Franja de Gaza,
frente al Mediterráneo, comprenden el llamado “territorio palestino” en el
centro del interminable conflicto árabe-israelí y objeto de negociaciones,
actos terroristas y guerras. Tras la guerra en 1967, los campamentos de
refugiados del sur de Líbano alojaron a no menos de 300 mil palestinos y dieron
origen a grupos y milicias, y la guerra de Líbano. La ONU ha definido a
Cisjordania y la Franja de Gaza como “territorio ocupado por Israel”, pero
desde entonces Tel Aviv discrepa, y sostiene que la frontera oriental del
Estado judío nunca ha sido definida por nadie. Además, miles de judíos se han
asentado permanentemente en ese territorio. Esta situación seguía sin
resolverse hasta que llegó el salvaje orate que gobierna en Estados Unidos y
desafiando al mundo, primero cedió a Israel la capital palestina de Jerusalén,
y este jueves dio reconocimiento a la soberanía de Tel Aviv, sobre los Altos del
Golán, territorio sirio anexado de manera ilegal por Israel tras la Guerra de
los Seis Días en 1967. Expone La Jornada en su editorial: “Con esto se
consumaría el despojo más brutal de territorio a una Nación en la historia
moderna”. En Asamblea General de
la ONU, en noviembre pasado, se votó por parte de todos sus miembros para
refrendar la nulidad y la carencia de cualquier valor jurídico sobre dicha
anexión de Israel, y por primera vez, el gobierno de EU votó en contra del
resto de las Naciones del mundo, exceptuando, claro, el voto del propio Israel.
Sienta Trump el precedente de legitimidad al uso de la fuerza para el despojo
territorial y apropiación del botín. Con este salvajismo atropella la
estabilidad y la legalidad mundial. Abre un proceso de consecuencias
catastróficas para Medio Oriente. Tanto Benjamín Netanyahu como Donald Trump,
reaccionarios y belicistas, enfrentan próximas elecciones en sus respectivos
países, pesando graves acusaciones en su contra, y con esto quieren legitimarse
y ganar, pareciera que no entienden aún la real dimensión de las represalias. En nuestra Latinoamérica
se observa una creciente desestabilización regional. Jorge Carrillo Olea
advierte: “En nuestra Rivera Maya, el crimen internacional progresa;
Centroamérica bulle: Guatemala, en conflictiva elección presidencial de junio
con 20 candidatos. Nicaragua, lastimosa crisis de gobierno sin salida;
Honduras, extrema pobreza y expulsa refugiados; El Salvador, gobierno recién
electo, arrebatado, sin experiencia y pro EU; Costa Rica, con efectos
migratorios desde Ecuador y Panamá; Panamá conflictos de gobierno y
migraciones, mientras China y el crimen internacional adquieren de todo y EU
vigila el canal recientemente ampliado, pues cada días es más estratégico. “En Florida, los
enemigos de Cuba y Venezuela son capaces de todo; Cuba, con equilibrio y
vigilando la situación regional; Rusia, con intereses muy claros en Cuba,
Nicaragua y Venezuela; Colombia, con problemas de narco y guerrilla y gobierno
pro Trump, esperando su orden para ir contra Venezuela; Brasil, con Bolsonaro
espera la orden de su camarada fascista; Ecuador, inestable y punto de tránsito
de migrantes africanos y asiáticos. En el Caribe, una decena de islas/Estado
que votan contra el interés de México. Muchos de éstos son parajes del crimen
internacional. La región es un caldero que puede afectar nuestra política
exterior y de relación bilateral con EU, y requiere urgente análisis con
perspectiva geopolítica de gran delicadeza”. Y para colmo, recibió AMLO la visita
del diablo: Jared Kusher, yerno de Trump, en casa del enemigo (Televisa), donde
ventilaron asuntos de suma importancia para el país. ¿Ingenuidad? PD.- ¿Ya cerraron el
caso del ex Secretario? ¿Y contemplan en la antigua ZM Central del ISSSTE? ¡Por
favor, señores!
*Ex
presidenta de la ACPE