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Apuntes



MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)

¡Mater Admirabilis!


Jueves 09 de Mayo de 2019 7:52 am


Toda mujer nace princesa y 

cuando es madre se hace reina.

Anónimo.


POR motivo sentimental, soslayo hoy los temas políticos o de otra índole, para evocar a tres mujeres que han sido muy importantes durante mi existencia: mi madre biológica, porque me dio la vida y fue durante el tiempo que la compartí con ella, mi gran amiga, consejera, refugio, baluarte, esperanza y guía; mi madre política, también inquilina del recinto celestial, porque siempre me colmó de atenciones, afecto, y muchas satisfacciones, además de formar con sabiduría a sus cuatro hijas, todas buenas madres.

Y a mi Alegría, por quien siento enorme gratitud, veneración, admiración y amor, porque además de permitirme compartir el milagro de la paternidad, durante más de seis lustros ha sido mi gran amiga, cómplice, compañera, confidente, paño de lágrimas, amante, fiel esposa y desde luego, excelente madre de mis hijos, quienes seguro avalan esta afirmación.

Pero hay muchas otras damas, como mi hermana, mis nueras, mis sobrinas y las demás familiares, amigas, conocidas, compañeras y alumnas que viven, gozan y en algunos casos sufren el milagro de la maternidad, con la esperanza de que sus hijos sean mujeres y hombres felices, que hagan realidad sus aspiraciones y sueños.

Mujeres, muchas de ellas, que por la cobardía e irresponsabilidad de algunos machos enfrentan una situación económica precaria, por lo que deben hacer funciones de padre y madre, y trabajar como si fueran de hierro para que sus críos tengan alimento, educación, servicios médicos, esparcimiento y además les prodigan cariño; sin soslayar las señoras que ante la imposibilidad de tener hijos biológicos asumen con responsabilidad, entrega y amor su función de mamá, con hijos adoptados.

A ellas, a mis compañeras de oficio y a nuestras lectoras que tienen la fortuna de ser mamá, les expreso mi respeto, admiración, reconocimiento y felicitación, con motivo del Día de la Madre, y como presente comparto para su solaz este ameno y realista texto que me enviaron hace tiempo los escritores Crispín Calvario, Francisco Vázquez, y otros más de diferentes autores. Que lo disfruten, madrecitas.

“Mami es esa campeona de atletismo capaz de llegar en décimas de segundo de 0 a 100 metros para evitar que me descalabre por las escaleras. Mami es esa heroína que vence siempre a mis pesadillas con una caricia. Mami es esa señora con el pelo ya de dos colores, y que dice que en cuanto tenga otro huequito en su tiempo, irá a pintarlo.

“Mami es esa cuenta cuentos que lee e inventa las historias más divertidas sólo para mí. Mami es esa chef que es capaz de hacerme una cena riquísima con dos tonterías que quedaban en la nevera porque se le olvidó comprar, aunque ella se quede sin cenar.

“Mami es ese médico que sabe con sólo mirarme si tengo fiebre, cuánta, y lo que tiene que hacer. Mami es esa economista capaz de ponerse ella la ropa de hace ya varios años con tal de que yo vaya a la última moda y bien guapo”.

Ser Madre (fragmento). “Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre. Dios la ha dotado a mansalva del ‘instinto maternal’ con la finalidad de preservar la especie. Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura. Pero gracias al ‘instinto maternal’ la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años. Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche...”. Isabel Allende, escritora chilena.

¡Mater Admirabilis! (fragmento). “Todos los hombres de todos los tiempos/ aprendieron a hablar con esta palabra,/ las luces de los cielos se encendían oyéndola,/ los árboles de la tierra florecieron escuchándola,/ y los pájaros la cantaron en sus nidos/ y en el bramido de las fieras retumbaba./ Cuando nació la vida, todo dijo:/ ¡Madre luz!,/ ¡Madre tierra!,/ ¡Madre agua!/ y se prendieron los fuegos de los sacrificios/ en las cimas broncas de las montañas./ Y la primera diosa de los hombres/ fue la madre de aquel que bajaba/ todos los días a fecundar al mundo/ desde los cielos llenos de llamaradas…”. Antonio Mediz Bolio, poeta yucateco (1884-1957).

La mujer en Colima. “Mujer: recipiente sagrado donde toma cuerpo y forma el ser. Puerta de entrada a la vida”.  José Óscar Guedea Castañeda, escritor colimense (1935-2017).

¡Madre Mía! Forjadora de sueños y alegrías,/ de grandes ilusiones y esperanzas,/ alquimista de credos y templanzas, así eres tú, querida ¡Madre mía!/ Otorgas el milagro de la vida/ y entregas cuerpo y alma en la faena,/ Dios te bendiga, mujer, por ser  tan buena/ por ser como tú eres, ¡Madre mía!/ Compañera serena en las tormentas,/ baluarte sinigual en las desdichas,/ esposa y madre, sin celos y sin prisas,/ así eres tú, querida ¡Madre buena!/ Por eso tú serás siempre mi guía,/ esposa, madre, amiga y fiel amante,/ por eso siempre, siempre he de adorarte,/ ¡Dios te bendiga, querida ¡Madre Mía! De mi cosecha, para las benditas madres.


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