Cargando



Contextos



RAÚL PÉREZ OSORIO

¡UIF, qué molestia!


Martes 21 de Mayo de 2019 7:50 am


BÍBLICAMENTE, se dice que cuando reinó el caos universal, el diluvio duró 40 días y 40 noches. Para medir tales acontecimientos, no existía tecnología, fueron la gallina y la vaca, que también iban en el Arca de Noé, las que dieron la pauta para saber cuándo era de día y cuándo de noche, todo por la necesidad de estos animales de alimentar a sus críos por la mañana.

Aunque es un asunto totalmente distinto, dentro de la pluralidad de buenas y malas intenciones, y lo mismo que los intereses de todo tipo, se dice que en nuestro país, más o menos atravesamos por una situación parecida, todos vamos en el mismo barco, por lo pronto, y desde el momento que el pueblo de México le otorgó a AMLO, por segundo se le van contabilizando todas sus acciones.

Llama la atención que todos los afectados por el actual gobierno, háblese de: narcos, medios masivos de comunicación, empresarios corruptos y el hampa en general, reaccionan de una misma o semejante manera. Todo tiene explicación, a un ladrón si se le quitan sus bienes que se haya adjudicado en el transcurso de sus fechorías, nunca aceptará la aplicación de la ley, prefiere que todo se destruya, en primer lugar, a quien quiera imponerla. Un sentimiento similar manifiestan los adictos, sicarios, trabajadores del crimen y el delito en toda la extensión de la palabra, e igual que sus patrones incrementan su odio matando y destruyendo.

Cuando estalló el ducto de Pemex en Hidalgo, escuché unas personas que decían que el Ejército pudo haber detenido a los habitantes compulsivos del robo de las gasolinas, otro mencionó que hubiera sido más grave, que a bayoneta calada y con disparos los hubieran detenido, porque la intención del crimen organizado, era que un disparo de las Fuerzas Armadas detonara el estallido para causar la muerte de los habitantes que fueron utilizados como carne de cañón, y en estos momentos, mundialmente AMLO fuera el culpable de la tragedia. Dentro de la maledicencia política y criminal tiene cierta lógica, porque esos grupos están empeñados que todo le salga mal a este gobierno.

Acaba de tomar AMLO la determinación de que va a poner el nombre de todos los pillos, sean políticos o malandrines en general, para que el pueblo sepa a quiénes se les quitaron lo que se habían robado. Desde mi punto de vista, le va dar una poderosa bandera al PRI y al PAN, porque en sus gobiernos estuvo la matriz de esos próceres del hampa, y los intelectuales orgánicos, que nunca vieron defectos en esos gobiernos, promuevan que se impriman las imágenes de los pillos en sustitución de los héroes nacionales que se encuentran impresos en las monedas y billetes de circulación nacional.

En estos momentos, ya existe la Guardia Nacional, pero necesita que se creen las leyes secundarias para que se especifiquen, en qué momento y en qué delitos deben ser implacables; porque si lo realizan sin las mencionadas leyes, cualquier acción punitiva sobre el hampa, será considerada como un ataque a los Derechos Humanos.

Reforzando el ataque a la impunidad, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, ha paralizado y congelado cuentas bancarias a prominentes sospechosos del crimen organizado y personas que estaban a cargo de impartir justicia. Un presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sostuvo que a mayor sueldo, habría mayor aplicación de la justicia; en estos momentos, la UIF, se les ha convertido en “UFF”, como una expresión de sofocación y repugnancia. Hoy pueden decir ¡UIF, qué molestia!

Asunto ecológico. Quien viaje de Manzanillo a Colima, a la altura de la curva de los Mezcales, un kilómetro antes de llegar a la 20ª Zona Militar, y mire  a su derecha, podrá observar quizá algo poco importante, pero para el que esto escribe parece significativo. Acaban de limpiar esos terrenos y de raíz arrancaron una tupida huizachera y otros árboles propios de ese lugar, y podemos comprobar que no tumbaron un solo pitayo, lo cual no afecta en lo visual al medio ambiente; al contrario, queda la sensación de una especie de belleza que permanecía oculta, como son esos cactus propios de algunos lugares geográficos de Colima; desconozco cuál es el fin de esa limpieza, pero, mi reconocimiento y respeto a esa sensibilidad ecológica.