Despacho político
ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA
Recortes
Miércoles 22 de Mayo de 2019 7:47 am
CON el argumento de la austeridad republicana, que ha pasado a la nada juarista “austeridad franciscana”, el Gobierno Federal llegó a límites que le causan conflictos políticos. Quien percibió con precisión hasta dónde lleva la presión presupuestaria a las instituciones de gobierno es Germán Martínez Cázares, un expanista que pasó a las filas lopezobradoristas durante la campaña electoral. Senador con licencia, asumió la dirección general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a la que renunció ayer. Lo informó al Consejo General del IMSS, máximo órgano de gobierno interno de esa institución. Expuso argumentos. Desdeñó la mentira de casi todos los renunciantes: por motivos personales. A la administración de Martínez Cázares la ahogaban los recortes de presupuesto que –adujo– están desnaturalizando al Seguro Social. Es una política financiera neoliberal. Lo dijo con claridad en una carta que pidió constara en actas de la sesión de Consejo General. Uno de los párrafos: “Quiero decirlo lo más claro que puedo y debo: algunos funcionarios de la Secretaría Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social. “El Presidente del Gobierno de México proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el ‘cargo’ que el ‘encargo’. “Claro que el IMSS se debe transformar, como lo ordena el Presidente. En el IMSS no se desobedece al Presidente. Sólo creo que el eje de su reforma deben ser las personas que se atienden en el IMSS, y no los funcionarios que trabajan en el IMSS”. Y más adelante: “Por su parte, algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde por ejemplo, se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó. Buscan nombrar, en todo el país, una suerte de ‘delegados administrativos estatales’, fuera de este Consejo, para que ellos, en los hechos, administren desde lo local al IMSS. “Mientras se discute la remodelación del IMSS, muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato, algunas vacantes aumentan, el rezago en infraestructura es brutal, –en 2019 prácticamente está en 0 por ciento el avance de obras y el pago a proveedores–, los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia, las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentan; y si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario y en algunos lugares pende de un hilo. De tales omisiones se ha dado aviso a las autoridades correspondientes, porque este Consejo Técnico y el Director General, serán responsables – dice el artículo 276 de la Ley del Seguro Social – de que el Instituto cumpla con lo aprobado por el Congreso de la Unión”. ¿Es correcto que la “austeridad franciscana” propicie la ineficiencia de las instituciones? Si el caso del IMSS es dramático por las consecuencias que tiene en los servicios de salud para millones de personas, las repercusiones negativas también aparecen en otras instituciones. Tal es el caso del recorte al presupuesto para actividades forestales, entre las que se encuentra el combate a incendios, que en la actual temporada ha dañado cientos de miles de hectáreas. Los funcionarios del área aseguran que el recorte no afectó al presupuesto del combate a las conflagraciones forestales. Su palabra contra la realidad. Casi todas las secretarías federales, el recorte presupuestario ha sido mayúsculo. El menor fue de 30 por ciento, más los adicionales sobre la marcha. El ahorro está ahorcando el funcionamiento del Gobierno Federal. Muchos ciudadanos no lo ven, pero en cada sector quienes tienen relación con esas instituciones lo viven en carne propia. Ni siquiera el programa emblemático del lopezobradorismo se salva, el de becas. Cada vez más estudiantes se quejan de que la subvención prometida no llega. Comienzan a cansarse de la burocracia, de la tardanza, del incumplimiento de la promesa. El riesgo de la ineficiencia cuando se recorta en exceso aparece en forma de problema social. El gobierno de López Obrador aprieta y ahorca. El Presidente ha dicho que sí hay dinero, que sus números le dicen que aumenta la recaudación fiscal, que el ahorro y el fin de la corrupción rinden en las finanzas. De acuerdo, pero entonces, ¿a qué se destina el presupuesto? MAR DE FONDO ** “Mis arreos son las armas,/ mi descanso es pelear,/ mi cama las duras peñas,/ mi dormir siempre velar./ Las manidas son escuras,/ los caminos por usar,/ el cielo con sus mudanzas/ ha por bien de me dañar,/ andando de sierra en sierra/ por orillas de la mar,/ por probar si mi ventura/ hay lugar donde avadar./ Pero por vos, mi señora,/ todo se ha de comportar”. (La constancia, canción española de autor anónimo del siglo XV.)