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A propósito…



FERNANDO MORENO PEÑA

La renuncia y la denuncia


Sábado 25 de Mayo de 2019 7:56 am


LA renuncia de Germán Martínez Cázares a la Dirección General del IMSS es, a la vez, una denuncia, y grave, de cómo se manejan los recursos económicos presupuestados por la Cámara de Diputados y cómo dispone de ellos el Gobierno Federal, reteniéndolos, recortándolos y desviándolos a fines distintos a los aprobados.

Martínez Cázares, sin discutir su biografía, su personalidad o sus motivaciones, le pegó en la línea de flotación a la Cuarta Transformación (4T) y puso al descubierto cómo se gobierna y cómo se contradice, desde el Gabinete, al propio presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre el neoliberalismo, los conservadores, primero los pobres, etcétera.

Primero, Germán Martínez pone en claro que el IMSS es un órgano fiscal autónomo al que no se le pueden sustraer sus recursos económicos, porque no son propiedad del Gobierno Federal y así lo afirma: “El IMSS, como órgano fiscal autónomo, cobra cuotas a patrones y trabajadores, para dar cobertura de seguridad social a millones de mexicanos. Por eso, controlar en exceso esos recursos, que son de trabajadores y empresarios, sin racionalidad y sin apego a las normas del IMSS, puede acabar con esa dinámica de solidaridad social propia del Instituto”.

Segundo, denuncia que se pretende desde la Secretaría de Hacienda vulnerar la autonomía fiscal y presupuestal del IMSS y se pone en riesgo a la institución, y acusa: “Algunos funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen una injerencia perniciosa en el IMSS y ponen en riesgo la vocación igualitaria, de justicia y, concretamente, de prestación de servicios de salud que tiene el Seguro Social”.

Denuncia la injerencia perniciosa, esto es, que Hacienda pretende hacer daño, perjudicar al IMSS y evitar que cumpla con sus nobles objetivos; o sea, es una amenaza de la Secretaría de Hacienda en materia presupuestal para el IMSS.

Tercero, acusa que la Secretaría de Hacienda practica, desde el punto de vista presupuestal y económico, lo que el Mandatario tanto crítica y señala: “El presidente AMLO proclamó el fin del neoliberalismo, pero en el IMSS, algunas injerencias de Hacienda son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro, recortes de personal y más recortes de personal, y un rediseño institucional donde importa más el cargo que el encargo”.

Y además, denuncia que la política neoliberal de la Secretaría de Hacienda ha llevado al IMSS a una situación lamentable, destacando:

“1.- Muchos trabajadores siguen sin certeza laboral, otros sin contrato, algunas vacantes aumentan.

“2.- El rezago en infraestructura es brutal, en 2019 prácticamente está en cero por ciento el avance de obras y el pago a proveedores.

“3.- Los contratos y convenios de servicios se rezagan, y algunos están por vencerse sin horizontes de legalidad y eficiencia.

“4.- Las compras de equipamiento paradas, las reclamaciones y litigios aumentan.

“5.- Y si bien el abasto de medicamentos está garantizado, es precario, y en algunos lugares pende de un hilo”.

Cuarto, Martínez Cázares denuncia las pretensiones de la Secretaría de Hacienda de controlar el presupuesto del IMSS a través de administradores, neoliberales y conservadores, y evidencia que se da más importancia a las cuestiones financieras que a la prestación de servicios médicos.

“Algunos funcionarios de Hacienda intentan una remodelación cosmética del IMSS, donde, por ejemplo, se pretende reformar el Reglamento para colocar funcionarios administrativos en los estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que este Consejo Técnico aprobó. Buscan nombrar, en todo el país, una suerte de delegados administrativos estatales, fuera de este Consejo, para que ellos, en los hechos, administren desde lo local al IMSS”.

Esta pretensión ha generado malestar en los derechohabientes, por el retraso en los servicios, por el desabasto de medicamentos, por la cancelación de las suplencias de médicos y enfermeras, y causando un desprestigio a una noble institución como es el IMSS, y acusa: “El control del gasto tiene dos consecuencias fatales: una directa para el IMSS: pasillos de espera llenos de personas adoloridas y mal trato o retraso en la atención a pacientes; y un segundo efecto indirecto todavía peor: el fortalecimiento de los servicios de salud privados, que ocasionará mayor gasto de bolsillo” de las familias cuando sus seres queridos tengan un padecimiento.

Ahorrar y controlar en exceso el gasto en salud es inhumano. Ese control llega a escatimar los recursos para los mexicanos más pobres.

El IMSS-Bienestar que otorga medicamentos y consultas gratuitas a personas sin seguridad social, al día de hoy, tiene menos recursos que el último año del gobierno anterior, porque le deben más de mil millones de pesos del llamado “componente de salud”, que le correspondía del desaparecido programa Prospera.

Además, acusó que los funcionarios de Hacienda no quieren dialogar con el IMSS, quieren imponer”.

Quinto, Germán Martínez, denuncia la soberbia y la prepotencia de funcionarios de Hacienda y la irresponsabilidad y la falta de certeza jurídica con que actúan:

“Los funcionarios de Hacienda deben saber que el gobierno y la administración del IMSS debe darse en condiciones de certeza jurídica; es real el riesgo de aumentar los litigios y ocasionar cuantiosos daños patrimoniales, por tomar decisiones al margen de la ley del Seguro Social o con funcionarios sin atribuciones.

“Nadie, en su sano juicio, se hará cargo desde el IMSS, de instrucciones o resoluciones falladas sólo en la Secretaría de Hacienda”.

O sea, ponen en riesgo el patrimonio y le generan conflictos legales al IMSS, al ignorar la normatividad del Instituto.

Sexto, hace una grave y seria acusación, la de pretender por parte de Hacienda de desviar los recursos del IMSS, que no son del gobierno únicamente, sino de trabajadores y patrones, y lanza algo muy delicado, desvío de recursos.

“Si acaso Hacienda cree que los ahorros en el IMSS los puede desviar a otros fines, es necesario recordarle que el Instituto no estará obligado a concentrar en la Tesorería de la Federación sus ingresos”.

Si Hacienda pretende desviar los recursos del IMSS, la pregunta es, ¿a dónde los desvía? ¿Qué es más importante que la salud?, para quitarle recursos a medicamentos y personal médico. ¿Para gastarlos en qué?

La respuesta la supone el propio Martínez Cázares, quitar recursos al IMSS para destinarlos a Pemex o a los programas sociales del Presidente.

O sea, antes Pemex aportaba recursos para el IMSS, para la salud, en la 4T se le quita a la salud, para destinarlos a Pemex.

Parece un contrasentido, también, que haya beneficiarios de primera y de segunda y que los beneficiarios de los programas sociales tengan prioridad sobre los programas y el derecho a la salud, y que los beneficiarios del IMSS sean de segunda en su atención y tengan que aportar de sus cuotas a los programas de becas y a la entrega directa de dinero, ese es el mensaje de Germán.

Séptimo, las denuncias son graves: “Por supuesto que la calidad y eficacia en muchos servicios del IMSS dejan mucho que desear, y que el Instituto Mexicano del Seguro Social tiene retos, desafíos, extravíos y una enorme corrupción.

“Se han despedido trabajadores eventuales, con las disposiciones de Hacienda, cuando muchos de ellos podrían estar incluidos en el programa prioritario de Jóvenes Construyendo el Futuro.

“No veo las iniciativas de la burocracia de Hacienda para dar seguridad social permanente a todos los jornaleros del campo, a los repartidores de comida o choferes, ni a los trabajadores de la construcción, como sí hicimos con las trabajadoras del hogar”.

Al momento ninguna de estas acusaciones que hace Germán Martínez ha sido desmentida, ni por Hacienda, ni por el nuevo Director General, ni por el Presidente. Ninguno ha dicho que Germán miente.

El presidente André Manuel López Obrador ha ratificado que existe desabasto de medicamentos, pero que a partir del 1 de julio se va a surtir a todas las instituciones; o sea, habrá 40 días sin abasto suficiente de medicamentos, por el momento hay que decirles a las células cancerígenas que nos den una tregua y que las diálisis para los enfermos renales nos esperen al mes de julio y que la diabetes no avance, que espere a que la insulina se compre. El propio Martínez dice eso: “Los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento, quienes viven a la espera de insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatingas de poder”.

Nadie ha desmentido a Germán Martínez en su denuncia.

Lo grave no es la renuncia, sino la denuncia.