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¿El libre comercio sin Estados Unidos?



LOURDES CARRILLO BERNAL


Sábado 25 de Mayo de 2019 7:55 am


EN el evento “La Ciudad de las Ideas”, realizado en noviembre pasado en Puebla, el filósofo, politólogo y activista estadounidense, Noam Chomsky, advirtió que México se encuentra en desventaja con Estados Unidos y que los campesinos mexicanos jamás podrán competir con la agroindustria de EU, pues ésta recibe enormes subsidios de su gobierno. También alertó sobre ciertos peligros desconocidos que trae consigo el cambio climático.

Estamos viviendo tiempos álgidos –dijo entonces–, en los que destaca un proceso de total mercantilización de los individuos, de la vida social y de la naturaleza, que alcanza su máxima expresión. El mundo dominado por un puñado de multimillonarios que aplican de manera obsesiva un sinfín de mecanismos para comprar y cooptar gobiernos, medios de comunicación, universidades, centros de investigación científica y tecnológica. Para ello utilizan sus descomunales fondos, junto a esas gigantescas campañas publicitarias, basadas en verdades a medias, manipulación de la información científica y mentiras descaradas. La promesa que parecía inherente al capitalismo bajo el lema de “igualdad de oportunidades”, parece hoy ridícula. Hoy conocemos que esos mecanismos que adoptaron los llamados gobiernos progresistas y hasta socialistas de América Latina, fueron construidos para el control y la dominación. Tenemos la esperanza de que algo o alguien, arregle lo que ni siquiera podemos entender, mientras seguimos las reglas que impone el capital globalizado.

El liderazgo de la política económica en Estados Unidos está extraviado. Se ejemplifica en el abandono del libre comercio y vuelta al proteccionismo, cuando ayer, el gobierno de Donald Trump aumentó el subsidio a sus agroproductores por 16 mil millones de dólares, “para asegurar que los granjeros no padezcan por los injustos aranceles y represalias impuestas por China y otros socios comerciales”; además, advierten restricción creciente a la entrada de productos desde el exterior. Esto es un retroceso en el libre comercio que el mismo gobierno de EU impulsó desde la última década del Siglo XX. Tendencia al aislacionismo, reforzada por el nacionalismo reaccionario que sirve a Trump como plataforma ideológica, ataca verbal y comercialmente a China, México, y hasta la Unión Europea, en donde también se observan disparates, como el retiro de Gran Bretaña del Bloque Continental, el Brexit. A la vez del ascenso de una ultraderecha en el mundo. 

Con Trump, las relaciones con Latinoamérica retrocedieron 50 años. Comprobamos el desmantelamiento de los procesos de integración regional emprendidos durante la década pasada en las Naciones sudamericanas encabezadas por los liderazgos progresistas que gobernaron sus mayores economías: Brasil y Argentina. Ante esto, “sería temerario suponer que el proteccionismo de Trump es un torrente pasajero. Por ello, aunque el comercio bilateral con EU conservará una importancia de primer orden por cuestiones de cercanía geográfica, integración económica e interdependencia múltiple, cifrar en lo sucesivo el desarrollo del país en la relación con EU sería una apuesta de altísimo riesgo y ajena a las señales de la realidad”, dijo el filósofo Chomsky.

Y concluye: Estados Unidos está en disputa por la hegemonía política y económica, arrastrando con un imperio decadente, proteccionismo mercantil, con violación sistemática de los Derechos Humanos, concentración del poder y la riqueza en el 1 del 01 por ciento de su población, sin contar con el retroceso autoritario del neofascismo. Además de insensibilidad al creciente problema ambiental. Padece serios problemas de endeudamiento, desempleo, contracción de ingresos personales y contracción de derechos sociales, sobre todo en materia de salud y seguridad social. Además de su énfasis en el belicismo contra el mundo. Hace bien México en mirar hacia inversiones de otros países, que ya responden en el sureste.


*Ex Presidenta de la ACPE