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A propósito…



FERNANDO MORENO PEÑA

La amenaza fue el arancel y la inmigración el objetivo


Martes 11 de Junio de 2019 7:19 am


LA relación bilateral con Estados Unidos tiene tres temas importantes: la relación comercial, la seguridad y los flujos migratorios. Tópicos que nos confrontan como país y que ponen a prueba el talante y la capacidad de los Presidentes mexicanos y también la animadversión y el ánimo de confrontación de los Mandatarios de EU hacia México. 

Los Presidentes norteamericanos nunca ponen por delante la amistad, la cooperación o la buena vecindad hacia México, siempre actúan en función de los intereses norteamericanos, de su hegemonía regional y de sus ganancias sin límites, esas son las reglas de su patriotismo.

Los Mandatarios mexicanos actúan mediáticamente inspirados en el nacionalismo, en defensa de la dignidad y de los principios de nuestra política exterior, plasmados en nuestra Constitución, pero a la hora de actuar en nuestra relación con Estados Unidos, no lo hacemos en plano de igualdad, porque no somos iguales, lo somos como personas, pero como Nación somos diferentes en poder económico, militar, en valores y proyecto de Nación.

En las negociaciones bilaterales con EU, siempre tratamos de no perder mucho y los mexicanos buscamos no ser avasallados, y actuamos con el temor propio de nuestra debilidad como Nación en vías de desarrollo, frente a la potencia capitalista más rica del mundo.

Por eso, ahora festejamos la cancelación de los aranceles anunciados por el presidente Donald Trump y la suspensión indefinida de los mismos la vemos como un logro de la diplomacia mexicana. No tenía razón para amenazarnos y mucho menos para imponernos, pero estamos felices de que eso no hubiera sucedido; o sea, en el tema comercial no ganamos nada, pero festejamos que quedamos como estábamos, aunque amenazados de manera permanente y sabedores de que el mandatario estadounidense Trump nos tiene tomada la medida. 

En el tema comercial, está vigente el Tratado del Libre Comercio, y en vías de aprobarse el nuevo tratado; o sea, las reglas comerciales están claras y a ambos países convienen y beneficia su cumplimiento, violentarlas afecta a México y Estados Unidos por igual.

Por eso, el tema comercial no se discutió en las mesas de negociación ante la amenaza de los aranceles, porque tiene acuerdos y reglas muy claras; no fue tópico de discusión, únicamente pretexto de amenaza para doblegarnos en el tema migratorio e imponernos una política migratoria benéfica para EU y peligrosa para México.

Respecto a la seguridad, las drogas y las armas, también podemos discutir sin perder, porque el país del norte es causa y efecto, porque produce y venden las armas que llegan a México con las que se genera la violencia, porque el flujo de drogas va al mercado más grande de consumo, que es EU, por eso en este tema siempre hay acuerdo y cooperación, no hay argumento para que nos imponga nada; repito, Estados Unidos es origen de las armas y del consumo de las drogas.

En lo que respecta a la migración, sí nos muestra débiles frente al país del norte, y ese fue el tema de su interés ante el fantasma amenazante de los aranceles. El objetivo era obligarnos, en agradecimiento de que no nos imponen aranceles, a que ajustemos nuestra política migratoria a los intereses de EU. Y eso refleja el tono de las discusiones en las supuestas negociaciones y en las súplicas de la no imposición de los aranceles.

Por una parte, nosotros defendiendo el interés comercial y ellos exigiendo una política migratoria más dura por parte de México contra los inmigrantes centroamericanos. La discusión migratoria no era sobre los inmigrantes mexicanos, nunca se tocó el tema, del trato a los connacionales que van a Estados Unidos o del trato que reciben los mexicanos al otro lado.

La exigencia siempre fue que sirviéramos “de muro” para frenar la inmigración de Honduras, El Salvador y Guatemala; o sea, agentes migratorios en resguardo de la frontera de EU, nos exigieron ser muro en la frontera Chiapas–Guatemala. Lo que quiere decir que Donald Trump logró extender por el territorio nacional un muro fronterizo resguardado por la recién creada Guardia Nacional.

El gobierno de Donald Trump dio marcha atrás a la amenaza de la imposición de aranceles a la importación de productos mexicanos a su país, luego de que ambos países alcanzaran acuerdos en materia de migración. Está claro que el tema no era comercial, era migratorio, lo malo fue que aceptamos mezclar a ambos temas en la negociación, era lógico que en nuestra parte débil íbamos a perder, en la comercial salimos empatados y es lo que festejamos.

En conferencia de prensa, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Causabón, dijo que como resultado de las negociaciones, México y Estados Unidos acordaron:

1. Reforzamiento de las acciones para asegurar el cumplimiento de la ley en México, o sea compromiso mexicano. “México incrementará significativamente su esfuerzo de aplicación de la ley mexicana, a fin de reducir la migración irregular, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional dando prioridad a la frontera sur”.

Ebrard explicó que “en México hay un plan para poner en acción a la Guardia Nacional, lo que se va a hacer es darle prioridad a los 11 municipios de la frontera sur, de manera que este despliegue empezará el día lunes”.

O sea, la Guardia Nacional estará al servicio de los intereses migratorios de EU, tarea que nunca se discutió en la instrumentación y aprobación de la Guardia Nacional; la seguridad del país y la disminución de la violencia en territorio nacional tendrán menos elementos para esa tarea. 

2. “Instrumentación de la sección 235(b)(2)(c) (Protocolos de protección al migrante) Los Estados Unidos ampliarán de inmediato la implementación de los protocolos de protección al migrante existentes en toda su frontera sur. Esto significa que aquellos que cruzan la frontera sur de los Estados Unidos para buscar asilo, serán devueltos rápidamente a México, donde pueden esperar la adjudicación de sus solicitudes de asilo. A su vez, México, por razones humanitarias y en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, autorizará la entrada de todas esas personas mientras esperan la adjudicación de sus solicitudes de asilo. México, de acuerdo a sus principios de fraternidad universal, ofrecerá acceso a oportunidades laborales, salud, educación, así como protección a sus Derechos Humanos”.

O sea, los miles de inmigrantes que pasando por México hacia EU soliciten asilo al otro lado y entreguen su solicitud a las autoridades norteamericanas, mientras éstas son procesadas autorizadas o negadas, esperarán en nuestro territorio con todo el apoyo humanitario que requieran.

Lo que quiere decir que estos inmigrantes serán los nuevos becarios de la 4T, con el riesgo ya experimentado de que le quitarán recursos ya establecidos para destinarlos a estos nuevos programas humanitarios en beneficio de los inmigrantes. 

Este compromiso es exclusivamente de México con cargo a nosotros, y Estados Unidos puede tardar en resolver los meses que quiera con la seguridad de que aquí recibirán los apoyos que requieran. Yo pregunto, ¿aquí qué aporta EU?

3. “Ambas partes también acuerdan que, en el caso de que las medidas adoptadas no tengan los resultados esperados, tomarán otras medidas. De ser necesario, México y Estados Unidos continuarán sus discusiones sobre los términos de entendimientos adicionales para abordar los flujos de migrantes irregulares y las cuestiones de asilo, mismas que se completarán y anunciarán dentro de los 90 días”.

O sea, EU revisará y evaluará si estamos cumpliendo con nuestros compromisos, de no ser así nos impondrá otras condiciones. Este es otro compromiso de México, cumplir.

4. “México y Estados Unidos reiteraron su declaración del 18 de diciembre de 2018, en que ambos países se comprometieron a fortalecer y ampliar la cooperación bilateral para fomentar el desarrollo económico y aumentar la inversión en el sur de México y Centroamérica para crear una zona de prosperidad”.

O sea, vamos a aportar recursos para desarrollar programas en países centroamericanos. ¿De dónde saldrán? ¿Le recortarán al ISSSTE, IMSS o SEP?

Y como bien dijo el sábado Donald Trump: “El acuerdo funcionará sí México cumple”.

Podemos concluir que en lo comercial no perdimos y en lo migratorio nos la complicaron.

En lo político, con los compromisos migratorios a cargo exclusivamente de México bajo la supervisión de EU, le aportamos un gran respaldo a Donald Trump para su reelección, porque este es el tema de su campaña.

El presidente Andrés Manuel López Obrador no tenía de otra, los resultados son impuestos, pero esta primera crisis nos enseña que el “amor y paz” no funciona con Trump, no fue amoroso y la paz está por verse. 

A cambio de los aranceles le hubiéramos ofrecido a Donald Trump retirar nuestro respaldo a Nicolás Maduro, eso sí lo hubiera aceptado.

Trump fue muy claro, aceptan las nuevas reglas migratorias o habrá guerra comercial, y amenazó: “me canso ganso”.