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A propósito...



FERNANDO MORENO PEÑA

Los analistas opinan


Martes 18 de Junio de 2019 7:19 am


LOS más importantes analistas políticos que opinan en los medios nacionales, se han expresado de manera crítica respecto a los acuerdos migratorios que suscribió el gobierno de México con el de EU, veamos:


Milenio, Federico Berrueto, “Dos presidentes en campaña”.- “México, en los hechos se ha vuelto territorio fácil para la migración ilegal. Esto ha ocurrido porque el activista Andrés Manuel sigue en campaña y le está complicando las cosas al presidente López Obrador, a su propio gobierno y al país.

“La política migratoria no puede hacerse sobre la irresponsabilidad.

“Dos presidentes en campaña complican todo. En Estados Unidos, el Sistema impone su racionalidad sobre los desplantes racistas y oportunistas de su Presidente, quien insiste en dar trato a México de enemigo. Aquí, en el país no hay tal, sólo nos queda recurrir a la autocontención del Presidente, a quien al menos no le ha dado por pelearse. El Mandatario mexicano puede asumir que cuenta con el apoyo de todos los connacionales, sí, el Presidente, no el activista que confronta, divide, polariza y le da por regatearle su fuerza a la verdad y a la legalidad”.


La Jornada, ex embajador Andrés Rozental.- “México aceptó ser el muro de Estados Unidos con el acuerdo migratorio al que llegaron los gobiernos de ambos países para poner freno a la imposición de aranceles”, Andrés Rozental, ex subsecretario de Relaciones Exteriores entre 1998 y 1994.

Mientras el gobierno mexicano nunca quiso aceptar que el vecino del norte militarizara su frontera, ahora “hemos aceptado militarizar la frontera de México con Guatemala y Belice”.

“Somos la policía y el muro, sólo que el muro está en la frontera sur de México”.


Excélsior, Pascal Beltrán del Río, “Golpes de realidad”.- “Dijo el entonces candidato y luego presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de que su gobierno no sólo no impediría la entrada de los migrantes al país, sino los dotaría de visas de trabajo. Luego de dichas declaraciones, cientos de miles cruzaron la frontera de México con Guatemala y se dirigieron hacia el norte en un flujo inusitado.

“Eso provocó la molestia del presidente Donald Trump, quien, el 26 de marzo, amenazó con cerrar la frontera con México e incrementó su batalla política con la oposición demócrata, que se opone a sus planes de construir un muro fronterizo”.


Excélsior, Jorge Fernández Menéndez, “¿Qué hay que festejar?”.- “El golpe fue muy bien colocado y se sumó a la decisión de las calificadoras de bajar la calificación de México, de Pemex y la CFE. Por la incertidumbre económica existente, los aranceles en ese contexto hubieran sido demoledores para la economía nacional.

“La política de tercer país seguro, o sea, que en México se queden quienes migran de otras naciones tratando de llegar a Estados Unidos, mientras allí deciden a quién recibir y a quién no, no tiene beneficio alguno y sí costos evidentes. Estamos hablando de miles de personas y familias que no quieren quedarse en México, sino llegar a Estados Unidos, que no buscan asentarse y hacerse productivos en nuestro país, sino simplemente esperar a que se les autorice a cruzar la frontera. En el camino, México tiene que darles alojamiento, comida, salud, educación, en un ambiente de tensión social y económico en las ciudades donde se asienten esos albergues, sea en el sur o en el norte, en una perspectiva de largo plazo y con una población migrante que inevitablemente crecerá con el tiempo”.


El Universal, León Krauze, “Lo que México concedió a Washington”.- “Peña Nieto nunca aceptó militarizar la frontera sur mexicana como lo ha hecho Andrés Manuel López Obrador. La presencia de miles de efectivos de la Guardia Nacional como parte del acuerdo, es una concesión de gran trascendencia porque implica la adopción formal de la estrategia punitiva estadounidense dentro de territorio mexicano.

“Hasta la semana pasada, México se había resistido a convertirse en un eslabón en esa cadena de persecución de los migrantes centroamericanos. Ahora, con miles de soldados mexicanos patrullando la frontera sur, Trump podrá presumir que finalmente ha conseguido la plena complicidad mexicana. En efecto: México se ha vuelto el muro”.


El Universal, José Antonio Crespo, “Digna victoria… ¿pírrica?”.- “AMLO, en su afán por distinguirse de los gobiernos neoliberales, se siguió de largo y los invitó a venir a México, jactándose de una posición humanista. Numerosos expertos en el tema detectaron en ello al menos dos focos rojos: A) la política de “puertas abiertas” atraería a un número mucho mayor de migrantes centroamericanos a nuestro país, al grado en que no se les podría atender adecuadamente. Y generaría tensiones con los mexicanos ávidos de empleos y oportunidades. B) Esos migrantes probablemente no se conformarían con lo que México pudiera ofrecerles, sino que continuarían su camino a Estados Unidos.

“Evidentemente nos generaría un grave conflicto con el gobierno de Trump. Pero AMLO, según su costumbre, despreció la opinión de esos expertos, descalificándolos de xenófobos”.


El Universal, Leonardo Curzio.- “Lo que Trump ha hecho al gobierno de México es inicuo y profundamente reprobable. Ha establecido un precedente funesto al usar un golpe bajo, indigno de un socio confiable al presionar al gobierno con un tema comercial, sabiendo que el gobierno mexicano está económicamente contra las cuerdas, por las notas de las calificadoras y sus propias decisiones. Lo dijo Trump de manera poco elegante: Estados Unidos no necesita a México y México sí requiere a Estados Unidos.

“Claramente aprovecha su fortaleza para obtener concesiones de un país más débil. No hay nada heroico en su comportamiento”.


El Universal, Carlos Loret de Mola.- “México acepta ser cadenero de Trump, sala de espera VIP de Estados Unidos. En lo que nuestro vecino del norte define las solicitudes de asilo.

“El presidente AMLO les ha prometido trabajo, salud y educación. Considerando que, según el discurso del propio Presidente, la mitad de los mexicanos no tienen esos servicios, implicará un gasto económico enorme y si ahorita faltan medicinas en los hospitales, no quiero pensar qué pasará cuando tengan la carga de además atender a decenas de miles de migrantes. Quizá tendrán que olvidarse de alguno de esos megaproyectos que lucen como un tiradero de dinero.

“México acepta que la Guardia Nacional tome el papel de Border Patrol del Sur.

“Si lo quieren cumplir, podría significar la derrota moral de la izquierda: a 6 meses de llegar al poder, estaría militarizando la frontera sur, criminalizando la migración y aceptando las condiciones del imperio americano”.


Mural, Sergio Sarmiento, “Aprender a ceder”.- “El presidente López Obrador cedió. En la confrontación con Donald Trump, el gobierno de México aceptó, para empezar, que se vinculara una medida comercial, la posible imposición de aranceles a productos mexicanos, a un asunto migratorio. La ley estaba de nuestra parte, la realidad no.

“Trump ganó abiertamente y sin matices. Lo hizo con amenazas y rabietas. Pese a no tener la ley de su lado, impuso sus exigencias a México.

“Habrá que ver todavía si el gobierno de México tiene la capacidad de frenar el flujo de migrantes centroamericanos sin violar los Derechos Humanos, como prometió.

“López Obrador demostró, por otra parte, que sabe ceder. No lo ha hecho en México ante quienes se han opuesto a la cancelación del aeropuerto de Texcoco o que hoy cuestionan con argumentos y cifras los proyectos de la refinería de Dos Bocas y del Tren Maya. Pero ante la fuerza de la prepotencia de Trump, López Obrador sí ha encontrado la necesidad de ofrecer ‘una mano abierta y franca’”.


Milenio, Héctor Aguilar Camín, “La debilidad de México”.- “De pronto se hizo visible, para el gobierno y para el país, el tamaño de la debilidad mexicana frente a Estados Unidos.

“Pero nunca como en estos días un Presidente estadounidense sentó a la mesa al gobierno mexicano con una agenda impuesta, decidida de antemano, mediante una amenaza económica, aumentar 5 por ciento los aranceles de nuestro ‘libre comercio’, con día fijo de cumplimiento, el 10 de junio de 2019, ayer.

“Nunca, creo, en los últimos 70 años, se había sentado el gobierno mexicano a negociar con tanta prisa y tan atado de manos, como se sentó el gobierno de López Obrador la semana pasada.

“El mayor control de daños que pudo lograrse fue un plazo de 45 días para demostrarle a Washington que se está reduciendo la migración centroamericana y un aplazamiento de la conversión de México en tercer país seguro.

“México aceptara ‘sólo’ ser responsable de que los migrantes centroamericanos no lleguen a Estados Unidos y de que los que lleguen sean devueltos a México”.


Diario de Colima, Fernando Moreno Peña.- Si encuentro alguna opinión favorable, prometo publicarla.