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Despacho Político



ARMANDO MARTÍNEZ DE LA ROSA

RadioLevy


Martes 25 de Junio de 2019 7:18 am


PARA muchos de mi generación y de varias anteriores y posteriores, la estación radiofónica XERL (hoy XHERL) era una ventana a mundos fantásticos de música, narraciones orales y noticias.

Tendría yo unos 4 años de edad cuando me asomaba por las rendijas de fibracel de la tapa posterior de un voluminoso radio Telefunken. Ilusión infantil, esperaba ver a los pequeños seres humanos que cantaban y hablaban dentro del aparato. Lo único que vi fueron bulbos iluminados como focos melancólicos, cables y piezas extrañas como venidas del espacio sideral.

Unos años después, entendería que las voces se transmitían por incomprensibles –para mí– sistemas de envío desde micrófonos del tamaño de una botella, antenas altísimas, electricidad por el espacio aéreo.

La primera vez que visité las oficinas de RadioLevy aún estudiaba la primaria. Acudí a afiliarme a Disco Club, un programa de música juvenil transmitido por la XEDS, la estación de música juvenil del Grupo RadioLevy. Ocurrió en una de esas raras ocasiones en que dejé un partido de futbol callejero nocturno –cuando se podía jugar en las calles y pasaba un auto cada media hora, como mucho– por una diversión diferente. Recuerdo con claridad cómo José Levy, a quien no conocía, sonrió cuando pedí mi afiliación. Con benevolencia, llenó con mis datos mi credencial, la firmó y me la entregó. Era yo demasiado pequeño para el rango de edad del programa: adolescentes y jóvenes. El atractivo de la afiliación consistía en la dedicatoria de canciones mencionando el nombre del socio, supongo que en rondas por orden numérico de afiliación.

Dos programas de la RL me atraían en la infancia, La hora de los niños y Pulso del mundo, un noticiero internacional que por aquellos días de la Guerra Fría pintaba a Fidel Castro como el demonio mismo. En tercer plano, años más tarde, las radionovelas Chucho el Roto y la biográfica de Javier Solís. No lo sabía, pero lo entiendo ahora: aparte de las narraciones mismas, la radio lanzaba a su público el exitoso anzuelo de historias elaboradas profesionalmente, voces moduladas, tonos actorales y un torrente de fantasía que inundaba la imaginación. Pocas de esas virtudes quedan en la producción radiofónica actual en el país, cuando la oferta se ha vuelto casi inabarcable.

Otro programa estelar de RadioLevy fue Amanecer ranchero. Durante décadas, abrió las transmisiones radiofónicas para un público urbano y rural. La música vernácula y las amenas intervenciones de los locutores que gustaban a los radioescuchas caracterizaron esa emisión singular y exitosa.

En el periodismo, después del impreso, me he sentido atraído por la radio. Cuando estudié en Guadalajara, la materia de Radio y sus talleres de producción me entusiasmaban incluso más que la de fotografía o las especialidades teóricas de las ciencias de la comunicación. Entre todos los géneros, la televisión era el último en mis preferencias, por cierto. Coincidimos en el Iteso Jorge Levy y yo. Y luego nos reencontraríamos en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, él en Teatro y yo en Filosofía.

A principios de la década de 1980 –si recuerdo bien– comenzó en RadioLevy un noticiero breve, que después sería el matutino Desayunos Colimotes y, luego, Ángel Guardián, con dos emisiones de producción de la empresa. Roberto Levy me invitó a colaborar en Desayunos Colimotes con comentarios sobre economía y finanzas. Posteriormente, me incorporé en condición de co-conductor del matutino, donde estuve varios años. La última ocasión que participé en transmisiones de la XERL fue como invitado a comentar incidentes de la campaña electoral que ganaría Gustavo Vázquez. Siempre que pude, escuché el noticiero matutino hasta que, hace poco, se canceló para dar paso a la emisión del mediodía.

Las estaciones de Grupo RadioLevy (XHERL, de Colima, XHZZZ, de Manzanillo, y XHEMAX, de Tecomán) serán administradas ahora por la cadena nacional Radiorama, según confirmó la misma empresa colimense.

Desconozco cómo serán los nuevos formatos de esa cadena, la más fuerte del país en su ámbito. Lo que sí sé es que muchos vamos a extrañar las transmisiones del Grupo RadioLevy, profundamente colimense.

Agradezco a Roberto F. Levy haberme permitido estar en los espacios periodísticos a que me invitó. Se ha cerrado un ciclo largo en que sus estaciones fueron parte importante de la vida colimense, la mejor radio que se ha emitido en Colima. Seguramente, no fue fácil tomar esa medida. Quiero desearles a Roberto y su familia éxito en el nuevo proyecto empresarial en que incursionará. 


MAR DE FONDO


** “En la gran oscilación/ entre creer y no creer,/ el corazón se trastorna/ lleno de nada saber/ Y, ajeno a lo que sabía/ por no saber lo que es,/ sólo un instante le cabe/ que es el conocer la fe-/ Fe que los astros conocen/ porque es la araña que está/ en la tela que ellos tejen,/ y es vida que había ya”. (Fernando Pessoa, portugués, 1888-1935. En la gran oscilación...)