Cargando



A propósito...



FERNANDO MORENO PEÑA

La seguridad en la 4T


Martes 09 de Julio de 2019 7:16 am


UNO de los grandes compromisos de Andrés Manuel López Obrador en su oferta electoral a los mexicanos fue reducir la inseguridad pública, pacificar el país, combatir la corrupción y la impunidad.

El propio Presidente, hace 3 meses, reiteró que bajaría en 6 meses, al 50 por ciento, los delitos y particularmente los homicidios; ante esa declaración, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, consideró irresponsable afirmar que la inseguridad bajaría en 6 meses, ya van 3 y faltan 3 meses para ver los resultados que, hasta hoy, son desastrosos.

AMLO está convencido de que la inseguridad y la violencia disminuirán por tres razones: Primero, por la creación de la Guardia Nacional; Segundo, porque los programas sociales llegarán a todo el territorio nacional y, según AMLO, la gente, y particularmente los jóvenes, ya no van a delinquir porque tendrán ingresos de los programas sociales; y Tercero, si el gobierno ya cambió, es diferente y se porta bien, la gente deberá portarse bien, por contagio, por imitación o por seguir el ejemplo que pone el nuevo gobierno.

Primero veamos el tema de la Guardia Nacional, que apenas el 30 de junio arrancó su despliegue oficial en el territorio nacional con 70 mil efectivos, de los cuales, 63 mil ya estaban desplazados. Cito un caso: los 6 mil elementos en la frontera sur para detener a los inmigrantes y los 15 mil en la frontera norte, entonces, si la gran mayoría de los 70 mil ya estaban desplazados y la violencia ha aumentado, ¿por qué habría de disminuir al desplegar un 10 por ciento más?

El 30 de junio, en la ceremonia de arranque de la Guardia Nacional, el presidente AMLO reconoció: “Tenemos como pendiente resolver el grave problema de inseguridad y de la violencia. Ahí no podemos decir que avanzamos. Ahí, desgraciadamente, prevalecen las mismas condiciones que heredamos de los gobiernos anteriores en cuanto a inseguridad y violencia.

“No olviden que del trabajo de ustedes, va a depender mucho el que llevemos a cabo entre todos los mexicanos, la Cuarta Transformación de la vida pública de México”.

O sea, que de la Guardia Nacional, en palabras de AMLO, depende el éxito de la 4T, lo cual resulta arriesgado, porque se afirma que el tema de la inseguridad va ligado a la transformación nacional y que estos 7 meses de gobierno, los más violentos en la historia, supondrían el fracaso en sus inicios de la 4T, además de los múltiples problemas y las dudas surgidas acerca de la conformación y operación de la Guardia Nacional, entre ellas, su preeminencia militar sobre el carácter civil que le confiere la Constitución de la República, los diferendos sobre los mandos y los conflictos entre la Marina, la Sedena y la Policía Federal, y las controversias constitucionales presentadas contra la propia Guardia Nacional, dos de ellas admitidas ya por la Corte.

Por su parte, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, expresó: “La Guardia Nacional marcará el inicio del fin de la violencia y los días más obscuros de la inseguridad quedarán en el pasado”. La realidad lo desmintió, porque ese día fue uno de los más violentos, pues tan sólo en Guanajuato asesinaron a 16 personas y los delitos aumentaron más.


LA INSEGURIDAD EN CIFRAS DE LA 4T


El tema de la inseguridad se ha agravado de manera alarmante; según datos oficiales, durante mayo se iniciaron 2 mil 476 carpetas de investigación por homicidio doloso, era la cifra mensual más alta en el año y también la que a 6 meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la presentaba como la más violenta en 6 meses de cualquier arranque de sexenio, pero llegó junio y estuvo peor.

En mayo creció 7.3 por ciento el número de carpetas por homicidio doloso, en comparación con abril, que registró 2 mil 306.

Entre enero y mayo de 2019, las Fiscalías estatales abrieron 12 mil 31 indagatorias por ese delito (con 14 mil 133 víctimas), la cantidad más alta para un periodo idéntico, por lo menos desde 1997.

En los primeros 6 meses de gobierno de AMLO han sido asesinados 17 mil 10 mexicanos, según cifras oficiales de homicidios dolosos. (Aquí está la fuente: https://bit.ly/2VzjBsf)

Diciembre 2018, 2 mil 877 muertos; enero 2019, 2 mil 857; febrero, 2 mil 804; marzo, 2 mil 845; abril, 2 mil 724; mayo, 2 mil 903. Total: 17 mil 10 muertos.

Si a lo anterior agregamos el mes de junio, que resultó más violento que mayo, con casi 3 mil muertos, podemos hablar de los 20 mil muertos de AMLO en 7 meses, pero lo que resulta preocupante es que el promedio diario es de 94, 3.9 por hora, mayor que con Calderón y Peña Nieto.

En el gobierno de Calderón fueron asesinadas 104 mil personas, en promedio mil 730 por mes; en el sexenio de Peña Nieto, 130 mil muertos, en promedio 2 mil 166 mensuales; en los 7 meses de AMLO, 20 mil muertos, un promedio mensual de 2 mil 860 crímenes, con esa tendencia, 2019 será el año más violento en la historia.

No hay otros datos. Las cifras a las que tiene acceso el Presidente son exactamente las mismas que puede ver cualquier ciudadano mexicano. Y los números indican que 2019 podría convertirse en el año más violento en la historia moderna de México.

Estos son datos oficiales, publicados por el gobierno, el Presidente no puede argumentar que “tiene otros datos”, por eso ha reconocido que no hay avance en materia de seguridad, lo dijo el 30 de junio al desplegar la Guardia Nacional y lo reiteró el 1 de julio, en el Zócalo.

El 2 de julio, tras ganar la Presidencia, Andrés Manuel anunció que tomaría el mando de la seguridad, que se reuniría todos los días con su Gabinete para tomar decisiones y que más que usar la fuerza, se atenderían las causas de esos problemas. El Presidente se reúne todos los días con el Gabinete (de seguridad), lo que tampoco demuestra algún tipo de eficacia y, sin embargo, nunca habíamos estado tan mal.

La criminalidad sigue al alza, de acuerdo con cifras oficiales, y los especialistas advierten una falta de estrategia.

Hasta este momento no hay una estrategia, en seguridad sólo está la Guardia Nacional, pero no hay prevención del delito y tampoco hay una estrategia para estados y municipios. ¿Qué hacer? ¿Cuál es la estrategia?


AMLO LLAMA A PORTARSE BIEN


Sin embargo, el Presidente ha dicho: 

1.- “Hay un déficit en materia de seguridad, porque todavía se mantienen los mismos niveles de inseguridad que heredamos del antiguo régimen”.

2.- “Se terminó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Ya no se permiten razias, ni masacres, ni la desaparición de personas”.

3.- “Ni el Ejército ni la Marina se han utilizado ni se utilizarán para reprimir al pueblo”. 

AMLO aseguró que su gobierno no irá a la guerra contra las bandas del narcotráfico, luego de que grupos delictivos incendiaron vehículos en Tabasco y colocaron mantas con amenazas contra la Guardia Nacional, a sólo un día de su despliegue.

“Nosotros vamos a garantizar la seguridad pública con presencia de la Guardia Nacional para proteger a los ciudadanos, y van a haber, desde luego, reacciones, pero vamos a actuar con prudencia y al mismo tiempo con firmeza.

“Y hacerles un llamado a todos a portarnos bien, ya no son bien vistos los que se portan mal, ya ni siquiera gustan mucho las series esas donde los que se portan mal se vuelven famosos o importantes, ya es otra cosa.

“Los que ponen las mantas o actúan así, no son bien vistos por la población, por la gente, además, que se porten bien porque hacen sufrir mucho a sus mamás, a sus familiares, ahí andan las mamacitas sufriendo porque sus hijos están detenidos o porque no les han hecho justicia, porque uno de los hijos o dos perdieron la vida, sufren mucho las mamás”.

La pregunta es por qué el pueblo, que quiere tanto a López Obrador, no le hace caso y se porta bien, porque él ya dijo que la guerra terminó, que no hay enfrentamientos y las cifras de muertos aumentan a diario.

O sea, a Andrés Manuel no le hacen caso, los discursos no son suficientes, las prédicas no funcionan, van 6 meses repartiendo dinero a los jóvenes y los delitos aumentan. Pero el 1 de julio, AMLO declaró que se acabó la guerra… de seguro la perdimos. 

Pero “el bailongo” continúa…