Juntos por la paz

Miércoles 10 de Julio de 2019 7:18 am

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LA drogadicción en México se ha convertido en un severo problema de salud pública, en virtud al desdén y limitada atención a este fenómeno por parte del Estado, que no invirtió nunca en un plan integral de disuasión y prevención, lo cual permitió que progresivamente aumentaran las cifras de incidencia de este letal fenómeno que ahora incluye a menores de 10 años, y ello conlleva a una alarmante degradación del tejido social.

En consecuencia, el empoderamiento del crimen organizado ha hecho un millonario negocio a costa y detrimento de la salud y el bienestar de miles de familias, de las cuales provienen, en su mayoría, jóvenes víctimas de la negativa influencia del arquetipo social instaurado por el viejo régimen que fue siempre proclive al individualismo materialista, inculcado por el salvaje modelo neoliberal que operó ideologizando de manera subliminal a gran parte de la sociedad a través de comportamientos violentos y egoístas, encarnados en series, películas y novelas, así como canciones y corridos interpretados por supuestos artistas, que en realidad promueven aún la apología de la violencia y las conductas antisociales, donde la presa más fácil son los jóvenes, y más los que carecen de orientación sobre los daños que ocasiona a su salud el consumo de las nefastas substancias psicotrópicas.

Por desgracia, estos patrones de conducta se han reproducido al tratar de imitar a personajes que se han hecho de fortunas mal habidas, mismas que presumen y regodean al rodearse de lujos, mansiones, alhajas, vehículos último modelo y mujeres, entre otras cosas, sin reparar en que esta fantasía es efímera porque tarde o temprano se impone la ley o se pierde la vida. Ejemplos hay muchos.

Por todo ello, este gobierno ha diseñado una estrategia integral para frenar y disminuir el consumo de estupefacientes, abordando el problema con una lógica distinta que parte de ir al fondo, es decir, atacar las causas que lo originan desde la perspectiva de la prevención e información, contando para este fin con el concurso y coordinación de muchas dependencias del Gobierno Federal, entre las que destacan Bienestar, Salud, Educación, Deporte, Arte, Cultura y Comunicación.

Esta estrategia tendrá cobertura nacional y de entrada se le pondrá énfasis a una serie de promocionales en radio y televisión, que versan sobre potenciar la autoestima de los jóvenes y otros que se enfocan a persuadir sobre la urgencia de abandonar las drogas y apoyar a quienes requieran atención de internamiento para su rehabilitación, pues habrá pronta respuesta a través de los centros de integración que se habilitarán para ese propósito, y de los cuales se tendrá mayor información en pocas semanas, al arranque de este ambicioso plan “Juntos por la Paz”.

En este tenor, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que tenemos en nuestra sociedad una gran reserva de valores culturales, morales y espirituales, por lo cual es posible detener las adicciones al dar opciones de trabajo, estudio y deporte para que los jóvenes sean felices sin recurrir a las drogas.

Se establecerán los denominados “Clubes por la Paz” en todo el país, los cuales darán opciones para la prevención y el tratamiento de adicciones. A la par, se distribuirán materiales informativos, y en el ámbito educativo, los docentes contarán con guías para orientar a los estudiantes. Asimismo, los libros de texto incorporarán contenidos en la materia y estará disponible una aplicación para dispositivos móviles.

En síntesis, el plan es cambiar el paradigma de atención a las adicciones, pues el objetivo es transitar de la manera tradicional en que se toma el problema de las adicciones, centrado en la demanda de drogas, cuando en realidad se debe reconocer que hay otras causas, como la exclusión social y las desigualdades. Por ello, la población será vista como digna de derechos de protección, y deberá ser atendida con generosidad para lograr su reincorporación a la sociedad.

*Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena Colima