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Psico-tips



GERARDO OCÓN DOMÍNGUEZ

El empleo de don Ramón


Domingo 14 de Julio de 2019 7:25 am


CUANDO la psicología ejerce en el interior de las empresas, lleva un catálogo de herramientas (conocimientos) para aplicar de acuerdo a cada giro comercial y cada ciudad, pues la idiosincrasia es diferente en cada uno de ellos. En Colima existen muchas quejas entre empleadores y mano de obra.

Los primeros se quejan de lo escaso de la mano de obra calificada, honesta, honrada y cumplida, que además exige salarios elevados. Definitivamente, parece que algunos buscan trabajo rogando a Dios no encontrarlo, como don Ramón, el personaje de Chespirito. Por el otro lado, la mano de obra se queja de las largas jornadas, altas exigencias, salarios mal pagados, horarios incómodos, ambientes de trabajo hostiles, sin prestaciones o con prestaciones raquíticas, metas altas, etcétera.

Hace 50 años y un poco más, nuestro país vivió una época de bonanzas económicas entre cada crisis sexenal, en la que la fuerza obrera podía y pudo hacerse con relativa facilidad y en breve tiempo de casa propia. Tuvieron acceso a prestaciones que hoy en día son, según los expertos en economía, insostenibles por parte de las administraciones federales.

Con la influencia del neoliberalismo y un Tratado de Libre Comercio vinieron grandes beneficios para la población en general. No obstante, nada es perfecto: se instalaron grandes transnacionales, que opacaron al comercio al por menor. Bajaron los precios de muchos insumos, pero cerraron miles de tienditas. Se abrió el mercado del empleo en grandes empresas que obtuvieron mano de obra muy barata. Ingresan productos de Asia, principalmente de China, algunos de baja calidad, pero muy baratos. Paulatinamente se reestructuraron las prestaciones federales para ser acordes con el cambiante clima neoliberal al que nuestro país estaba ingresando.

Para que las empresas y microempresas nacionales puedan competir, necesitan hacer más con los mismos o con menos recursos. Se alargan las jornadas para abrir y cerrar igual que los grandes competidores.

El reclutamiento de personal, en este sentido, debe ser cuidado para evitar repetir constantemente prácticas inadecuadas (llamadas vicios). En general, se debe ser preciso en indicar las tareas a realizar, el lugar de trabajo, habilidades necesarias o a desarrollar, y a veces, el sueldo. ¿Por qué a veces? El sueldo puede generar expectativas y evitar que los candidatos se presenten. También puede hacer que se presenten candidatos que no cubren el perfil. Así pues, tiene tanto ventajas como desventajas.

Muchos propietarios de negocio publican sus vacantes y se quejan de la poca mano de obra calificada que llega a tocar sus puertas. Por otro lado, la mano de obra se queja porque el anuncio no contiene toda la información que necesitan antes de decidir presentarse a una entrevista.

Elegir a una persona para un trabajo determinado a veces requiere de entrevistar a decenas de candidatos. Obtener un empleo a veces requiere de tocar muchas puertas. Una vez habiendo encontrado lo que nos parecía las personas adecuadas, debemos prepararnos con candidatos emergentes. No es raro necesitar cinco personas, confirmar a ocho y que lleguen sólo tres a trabajar. También es común que, después de visitar varios empleadores, nos quedemos esperando la llamada donde nos digan que fuimos contratados, o que no fuimos contratados.

Lo bueno: los servicios de reclutamiento, selección y contratación de personal profesionales son casi siempre más efectivos y sirven para tener el mejor personal para nuestra empresa, que cuando los hacemos sin experiencia y sin técnica; para ello es importante que la tarea sea acorde al pago. Lo feo: puede que parezcan caros, pero a veces es más caro meter un alacrán en la bolsa. Lo chundo: hay mucho trabajo de conciencia para las tres partes: empresa, reclutador y mano de obra.

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*Psicólogo


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