Cargando



Estación esperanza



VLADIMIR PARRA BARRAGÁN

Economía moral


Jueves 18 de Julio de 2019 7:18 am


varios ideólogos de la derecha, así como a los medios de comunicación más conservadores, les toma por sorpresa que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya planteado la idea de fomentar un nuevo modelo de economía, una “economía moral”, basada en valores como la ética y la honestidad. Con razón les aterra.

Esos ideólogos, a los que les sobra la moral (por aquello de que tienen doble), se escandalizan cuando AMLO pone sobre la mesa la necesidad de replantear la idea que tenemos sobre la economía, ya que los grupos conservadores que durante décadas gobernaron este país con dirección al despeñadero, nos hicieron creer que es una ciencia en sí misma, alejada de los problemas sociales y que responde a lógicas meramente numéricas.

Pero no, la economía va más allá y en eso comparto la idea de Rafael Correa, ex presidente de Ecuador y economista, uno de los mejores Mandatarios que ha tenido nuestra América Latina: “La economía es política”, puesto que no podemos plantear como lo único importante al mercado, sino que debemos poner al ser humano como centro, como sujeto y fin.

En el modelo neoliberal, la economía trata al ser humano y su bienestar como una cuestión menos prioritaria, es decir, pasa a un segundo término, y solamente se enfoca en dar certeza y seguridad a las grandes empresas, bajo una dinámica en donde no existen escrúpulos, que no respeta derechos de la población, que ve en la gente únicamente cifras y consumidores, que ve en la naturaleza una fuente inagotable de recursos para explotarse sin medida.

En ese sentido, hacer un nuevo planteamiento del cómo debería conducirse la economía, con principios, rectitud, sin perseguir únicamente ganancias que por encima de los derechos de pueblos enteros, es prudente, necesario y plausible, otro gran acierto del Presidente en esta nueva era de transformaciones para nuestro país.

Basta de favorecer con condonaciones de impuestos a las empresas más privilegiadas y que en muchos casos contaminan más; basta de acosar al pequeño contribuyente; basta de permitir a grandes emporios crear sus monopolios; basta de abusos por parte de un mercado despiadado. Basta de dejar a la gente en segundo plano para favorecer al mercado. La gente es primero y sobre todo, primero los pobres.


MEDIOS QUE MAL INFORMAN


Continuando con esa línea de la falta de escrúpulos y de no tener valores como la ética o la honestidad, bien vale la pena señalar el lamentable papel que desempeñan algunos medios de comunicación en nuestro estado, que, en lugar de informar a la gente, tratan de empujarla a una dinámica de desinformación, que busca el encono, la intriga y la suspicacia, respondiendo a intereses creados que benefician a ciertos actores políticos del viejo régimen y perjudican a una sociedad que persigue libertades y democracia.

No es raro, pero sí muy lamentable, que hasta la fecha, varios medios siguen publicando en sus primeras planas calumnias, vendiéndose al mejor postor que paga esos espacios, olvidándose de la ética periodística y el profesionalismo.

No obstante, celebro el avance que va teniendo la sociedad en este rubro, puesto que cada día van dejando de creer en los medios convencionales y se informan de manera más libre en las redes sociales, donde hay más posibilidades de buscar otras fuentes.

Esperemos que, más temprano que tarde, las prácticas sucias de antaño, sobre todo de los dueños de los medios de comunicación, se vayan erradicando con el avance de la democracia. Que ya no existan esas empresas que solamente lucran con el derecho a la información de la ciudadanía y que, por el contrario, dejen de responder a intereses mezquinos de grupo, que dejen de ser sicarios del periodismo y se comprometan de lleno con la noble tarea de informar.

Ese es otro reto de transformación que tiene la 4T, pero estoy seguro que de la mano del pueblo en un proceso de concientización y politización, el país saldrá triunfante y seguiremos caminando hacia una patria digna.


*Presidente de Gobierno Interno del Congreso del Estado