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Momentos



EVA ADRIANA SOTO FERNIZA

¿Son los indios o los marcianos?


Sábado 24 de Agosto de 2019 7:13 am


TENGO el corazón encogido, y comparto la impotencia que se experimenta en casi todo el planeta. La Amazonia arde y parecemos contemplarla con las manos atadas. Multitud de preguntas se vienen en cascada: ¿Será que nadie puede hacer algo? ¿Hay que respetar la soberanía de Brasil y dejar que ellos se las arreglen como puedan? ¿Los gobiernos económicamente más poderosos no pueden llevar ayuda para combatir los incendios? ¿A quiénes culpar? ¿Qué está haciendo el presidente Bolsonaro? ¿Existe menos interés por la Amazonia que cuando ardió la catedral de Notre Dame? ¿Qué no es la selva amazónica el principal pulmón de la Tierra? ¿Entonces, no es patrimonio de la humanidad?

Para empezar, es un hecho que ya se llegó al límite en cuanto a la deforestación de la Amazonia. La selva habla y, ahora nos avisa a grandes voces, que esto puede ser el principio del fin. Los intereses económicos son realmente los culpables de este fatal resultado. Y frente a ellos, la indiferencia del resto del mundo, que sólo reacciona ante las grandes catástrofes, y a veces ni así. La gran selva ha sido saqueada, podría decirse que desde siempre, y los principales depredadores han sido los madereros que han estado deforestando sin pausa, un tesoro que nos pertenece a todos. Y para mayor infortunio, Brasil eligió a un líder de la talla del actual presidente Jair Messias Bolsonaro, que bien podría pasar sus días en un psiquiátrico dándoselas de Messias junto a otros dementes.

Para estos momentos, la ONU y el presidente francés Emmanuel Macron, están criticando la “apatía” ante el desastre; chocan, pues, con Bolsonaro que ve pura “psicosis ambiental”. “Estoy profundamente preocupado por los incendios de la Amazonia. En medio de la crisis climática mundial, no podemos permitirnos más daño a una gran fuente de oxígeno y biodiversidad, la selva debe ser protegida”, levantó la voz el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.  Además, Macron puntualizó: “Nuesta casa se quema. Literalmente. La Amazonia, pulmón de nuestro planeta que produce el 20 por ciento de nuestro oxígeno, está en llamas. Es una crisis internacional”. Y adelantó que “hablará de esta urgencia” en la cumbre de las principales economías mundiales (G7) este fin de semana en Biarritz. Mientras tanto, Bolsonaro, replicó en Twitter: “La sugerencia del Presidente francés de que asuntos amazónicos sean discutidos en el G7 sin la participación de los países de la región, evoca una mentalidad colonialista descabellada en el Siglo XXI”.

Pero, la pregunta que todos nos hacemos pide reflectores: ¿Cómo puede la selva amazónica, uno de los lugares más húmedos del mundo, ser escenario de miles de incendios cada año? Según los datos recogidos de las mejores fuentes, sólo en Brasil que alberga el 60 por ciento del llamado “pulmón del planeta”, el número de incendios forestales creció en un 84 por ciento en un solo año hasta alcanzar los 74.155 entre enero y agosto de 2019. Y de estos, más de la mitad se dieron en la Amazonia. En la selva tropical más grande del mundo, la humedad es tan alta que, en ciertas áreas, sus bosques son capaces de crear su propia temporada de lluvias con el vapor de agua que transpiran sus hojas. Debido a esto las posibilidades de incendios “naturales” en esta región son muy escasas. ¿Por qué entonces hay diversos focos de fuego ardiendo sin control desde hace más de dos semanas? 

“Sucede que esta selva, que se reparten nueve países sudamericanos, se ha vuelto más inflamable en las últimas décadas. Por lo tanto, la gran mayoría de incendios que se dan en esta región poco poblada son ‘iniciados por los seres humanos’, debido a los vínculos con la ganadería y la tala, porque la ganadería involucra la quema de árboles y la tala hace que el bosque sea más inflamable. Otro elemento que ha vuelto la selva más vulnerable a las llamas es el cambio climático”, subraya Jos Barlow, profesor de Ciencias de la Conservación de la Universidad de Lancaster.

Hay grupos conservacionistas que señalan al gobierno de Bolsonaro por la situación en la región amazónica, ya que ha estimulado la tala de los bosques por parte de granjeros y leñadores, lo que ha acelerado el ritmo de deforestación de la selva tropical. Asímismo, científicos aseguran que la selva tropical ha sufrido pérdidas a un ritmo acelerado desde que el Mandatario asumió el cargo en enero. En respuesta a quienes están preocupados por el aumento de los incendios, Jair Bolsonaro, ironizó sobre el asunto: “Si quieren culpo a los indios o a los marcianos”.


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