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¡Ya pórtense bien!



RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA


Martes 10 de Septiembre de 2019 7:07 am


IMPOSIBLE evadir comentar en este espacio sobre las recientes advertencias que el Presidente de la República lanzó a los representantes de la delincuencia organizada en el mismísimo estado norteño de Tamaulipas. Resulta, amigo lector, que la semana pasada trascendió que las estaciones de servicio de gasolina y diésel que tenían contratos de abastecimiento con el gobierno estatal y federal, en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas, de manera unilateral y por demás abrupta, se negaron a surtir de combustible a todo vehículo perteneciente a las fuerzas del orden, tanto estatales como federales, incluido el propio Ejército. La razón de tal negativa, explicaron los empleados y dueños de las gasolineras, es que los integrantes de un cartel de aquella región del país les prohibieron el suministro de combustible a cualquier vehículo perteneciente a las entidades de seguridad pública del gobierno, y de hacerlo, pagarían de manera drástica las consecuencias.

La contundente amenaza contra los dueños de estas gasolineras, cimbró sin duda a la estructura gubernamental e incluso dejó sin respuesta inmediata a la propia Secretaria de Gobernación, cuando esta funcionaria fue entrevistada por los medios de comunicación sobre el asunto. Este alarmante reto al Gobierno de México por parte de la delincuencia organizada en aquella región del país se difundió en unos cuantos minutos a lo largo y ancho del territorio nacional, por lo que causó una gran expectación la respuesta que daría el primer Mandatario.

Sin embargo, el sábado pasado en tierra tamaulipeca,  el Presidente envió un inesperado mensaje a los delincuentes de aquella región del país: “Por sus mamacitas, ya pórtense bien, piensen en sus familias, en sus madres, que son las que sufren por el amor sublime que les tienen a los hijos, tienen que pensar en eso”. No, amigo lector, no estoy bromeando, estas fueron palabras más, palabras menos, lo que el Mandatario les pidió a los miembros de la delincuencia organizada que mantuvieron en jaque por una semana el suministro de combustible a los vehículos pertenecientes a las fuerzas del orden en aquella convulsionada región del país.

Por si esto fuera poco, el primer Mandatario de la Nación, ayer mismo en su conferencia mañanera efectuada en el patio del Hospital del IMSS en Soto la Marina, Tamaulipas, ratificó su solicitud al cartel del noreste, diciéndoles: “Ya pórtense bien, que se vaya al carajo la delincuencia, ¡fuchi!, ¡guácala! Es como la corrupción”. Hágame usted el favor, con esta clase de expresiones y declaraciones de nuestro primer Mandatario, que Dios nos agarre confesados. ¿Qué no se dará cuenta el Presidente, o no habrá alguien cercano a él, que le haga saber que esa manera no es la correcta de exigir a los grupos delincuenciales que no alteren el orden?

Ya en julio pasado, el primer Mandatario había dado señales claras de que no tenía ninguna intención de enfrentarse con los delincuentes del país. Recordemos que en aquella ocasión en su conferencia matutina del 3 de julio, invitó a los delincuentes a “portarse bien, pues sus madres son las que sufren”. Esto después de que un grupo de soldados fue humillado por pobladores en la Huacana, región problemática de Michoacán y en clara alusión a los huachicoleros que insistían en continuar con esa actividad ilícita.

Definitivamente que la situación de la endeble seguridad en casi todos los rincones del país ya es muy preocupante. Pero si a esto le añadimos la débil respuesta de nuestro primer Mandatario, quien es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, no cabe duda que la preocupación aumenta. Mucho se ha criticado la mano dura del ex presidente Felipe Calderón contra la delincuencia organizada, a la que se le atribuyen miles de muertes, precisamente por la guerra abierta y declarada contra la delincuencia organizada. Sin embargo, con esta mano dócil del gobierno, la cifra de muertes no es menor a la del mismo periodo del ex presidente michoacano.


*Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN