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Al debate



ISELA GUADALUPE URIBE ALVARADO

La desigualdad en la igualdad


Jueves 19 de Septiembre de 2019 11:10 am


DURANTE siglos, se ha tenido una creencia histórica que las mujeres somos un grupo minoritario, débil y vulnerable. Ninguno de los tres argumentos es cierto, y no sólo eso, el punto es que bajo estos estereotipos, se abrió paso a todo tipo de violencia y las mujeres fuimos excluidas de lo público y recluidas al mundo de lo privado.

Entonces, surge la necesidad de contrarrestar todo tipo de obstáculos para las mujeres, para reconocer y exigir derechos a pesar de ser el 52 por ciento de la población en nuestro país. Ahí está la larga lucha social de movimientos de mujeres en búsqueda del reconocimiento de distintos derechos, como fue el votar, ser votadas, y ahora de manera reciente a estar representadas de manera paritaria, no sólo en cargos de representación popular, sino en todos los niveles de gobierno y en todos los espacios de toma de decisiones.

Algunos datos duros de Inegi, nos dicen que –por ejemplo– de cada 500 empresas sólo el 3 por ciento está dirigido por una mujer y del 50 por ciento de los puestos más importantes, sólo el 14 por ciento están en niveles de tipo ejecutivo. Respecto al trabajo no remunerado de las mujeres, este puede representar hasta el 23.3 por ciento del PIB.

En la búsqueda por la conquista de espacios públicos y de representación política, hemos tenido que enfrentar y afrontar todo tipo de retos y desafíos de manera permanente. Y es que irrumpir espacios simbólicamente destinados a los hombres, como lo es lo público y la política, rompió el paradigma de que las mujeres tendrían que estar dedicadas a espacios del ámbito privado, como lo es la familia y al cuidado de las y los hijos o algún familiar.

Hemos de reconocer que se ha avanzado significativamente de manera paritaria en espacios de representación como lo son los Congresos de los estados y el federal, sin embargo, debemos aceptar también que hay saldos importantes pendientes en las gubernaturas y en las alcaldías, y ya no se diga en espacios que no sean de representación popular, como lo es en la integración de gabinetes, en organismos autónomos, en dirigencias partidistas, empresariales, por ejemplo.

Luego entonces, entendemos que ha sido justificado implementar todo tipo de medidas para garantizar un mundo más igual en un contexto desigual. Y es que si bien la igualdad entre hombres y mujeres está reconocida no sólo a nivel constitucional, sino en tratados internacionales, sin embargo, el reconocimiento formal no garantiza una igualdad de fondo.

Podemos ver que todos los avances para reconocer los derechos políticos/electorales de las mujeres, se dieron gracias la implementación de cuotas, es decir, de manera obligada. Fue necesario especificar en ley que los principios de mayoría relativa y representación proporcional tendrían que incluirse de manera paritaria. Y no se diga con el caso de las suplencias, fue indispensable especificar que tendrían que ser del mismo género.

De manera reciente, se acaba de aprobar una ley –por demás histórica– que garantiza la participación paritaria de hombres y mujeres, en diversos espacios de la vida pública. Era indispensable hacer valer con negritas y subrayado lo que a nivel constitucional se estableció desde la reforma de 2014. Es decir, los derechos de las mujeres necesitan garantizarse y regarantizarse para que no quede lugar a algún tipo de duda, evidente desigualdad.

Por su parte, los tribunales han sido claves para garantizar derechos de las mujeres. Por medio de las sentencias, hemos podido observar interés legítimo, postulación o no de alguna candidatura, validación de acciones afirmativas o hasta designación de fórmulas. Mucho del avance se ha dado gracias a la judicialización de la participación políticas de las mujeres.

Entonces, desafiemos y derribemos los estereotipos de género para hacer frente a todo tipo de barreras culturales que han hecho que nuestro mundo sea tan desigual. Edifiquemos un nuevo rol, donde podamos transitar y construir un mundo verdaderamente igual y entre iguales, en todo.


*Integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Anticorrupción de Colima


iselauribe@gmail.com