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El pueblo nos vigila



SERGIO JIMÉNEZ BOJADO


Miércoles 16 de Octubre de 2019 7:10 am


EN el marco de la gira proselitista que en Colima realizó la compañera Bertha Luján, incluyó entre otros eventos una rueda de prensa en la que el periodista Manuel Posos formuló la pregunta incómoda y muy socorrida, sobre el por qué no se cumplía con la disminución de los salarios. Literalmente la hizo en los siguientes términos: “Hablas también de las percepciones de los diputados, pero incluso el mismo dirigente aquí de Morena en el Comité Estatal les ha hecho a ustedes el exhorto de que cumplan precisamente ese compromiso de disminuirse los salarios porque saben que es una demanda de la población”. La respuesta la dio el diputado convocante que sin rubor alguno y de forma apresurada atajó: “Se cumple con la demanda del Presidente, nadie gana más que el Presidente, estamos muy por abajo”. ¿Habrase visto mayor cinismo y falta de respeto a la ciudadanía?

No cabe duda, el dinero es el peor consejero del hombre. Jamás pensé que quien se presume de izquierda fuese a caer en el fango de los adoradores del becerro de oro, como nunca me imaginé que se fuera a contar con la complacencia de muchos de quienes se rasgaron las vestiduras pugnando por la austeridad, al grado de elaborar una iniciativa de ley que fue presentada ante el mismo Congreso en la anterior Legislatura. Es evidente que a quienes callan ante esta grave falta de congruencia, ya se les agotó el espíritu crítico y combativo que un tiempo los caracterizó cuando precisamente se enfrentaban a los excesos e injusticias cometidas por el régimen anterior. Ese silencio cuando menos resulta cómplice porque admite la práctica y los vicios de ir contra uno de los pilares éticos de la Cuarta Transformación: la austeridad republicana, que justamente practica e impulsa nada menos el Presidente de México, quien ha motejado de “fantoches” a quienes sólo simulan que cumplen con el precepto de la austeridad, pero en los hechos la deshonran.

Ante esta penosa realidad, expreso mi convicción de no ceder en la demanda, pues se debe cumplir con la palabra empeñada ante la ciudadanía, sobre todo en la urgente disminución del 50 por ciento de las percepciones de quienes lo prometieron hasta el cansancio en todos los medios de difusión, hecho que nunca podrán negar porque existen pruebas indubitables de esa promesa de campaña. Podrán, como es el caso, intentar justificar, desviar, matizar o confundir a la opinión pública sobre este compromiso incumplido, pero jamás lograrán engañarlo.

Este incumplimiento significa una enorme contradicción a los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo de México, principios que nos brindaron la confianza de la gente, más porque fueron enarbolados por el hoy Presidente de México, quien puso el ejemplo de absoluta congruencia al disminuirse su salario casi un 60 por ciento desde que recibió su primera quincena. No obstante este gran ejemplo, pervive la resistencia a emularlo porque ya les ganó la adicción al dinero. Esta criticable conducta pega de muchas formas porque la ciudadanía no se lo cobra solamente a quien falló, sino que se lo endosan a nuestro instituto político, al igual que al proyecto de la 4T, por el sentido lógico de la corresponsabilidad, ya que la gente sabe cuál es la ascendencia política de cada uno de los diputados. Las secuelas negativas de este incumplimiento también las padece el comité estatal, más en las reuniones informativas que llevamos a las colonias y localidades del estado, donde una constante ha sido el escuchar reclamos airados por no cumplir con el compromiso ético y moral relativo a la reducción de sueldos.

Esta desafortunada falta de congruencia desgraciadamente representa el talón de Aquiles de Morena, pues nos vuelve vulnerables ante la propuesta de cambio que ofertamos a la sociedad. Espero sinceramente que este llamado a la reflexión rinda frutos y logre permear en lo más profundo de la racionalidad de quienes están obligados a ser consecuentes por el cargo y la responsabilidad que el pueblo les otorgó, el cual merece ser honrado porque todos tenemos el derecho a rectificar, a reivindicarnos como auténticos agentes del cambio y con ello dejar claro que no somos iguales.


*Presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena 

Colima