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A propósito...



FERNANDO MORENO PEÑA

AMLO se sigue enojando


Martes 12 de Noviembre de 2019 7:12 am


SE ratifica lo que habíamos dicho: el presidente AMLO se encuentra cada día más irritado y molesto porque la realidad se impone en materia de seguridad, en materia económica y también se refleja la realidad en el ADN de las tribus de Morena, que más que existir como un partido en el gobierno para apoyar al gobierno, se convierte en uno más de los problemas que AMLO debe enfrentar.

El Presidente se ha enfrentado últimamente con la prensa, ha descalificado a miembros del Ejército, sigue desacreditando las cifras sobre el nulo crecimiento económico y tiene el peso del gobierno norteamericano y las pretensiones injerencistas de Trump, quien en plena campaña electoral agrega al tema de la inmigración el de la inseguridad, y convierte los temas migratorio y de seguridad en arma electoral para ratificar la necesidad del muro y el endurecimiento de la frontera.

La relación con EEUU no es cómoda para el Presidente, debe ceder ante un gobierno que desprecia ideológicamente, pero al que necesita como aval, así como cedió en el tema migratorio, está empezando ya a ceder en materia de seguridad.

El presidente AMLO recibió el mensaje de Donald Trump que a la letra dice: “Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, haga la guerra contra los cárteles de la droga y los borre de la faz de la Tierra. ¡Simplemente esperamos una llamada de su nuevo Presidente!”.

El presidente Trump ya entró en escena a México en materia de seguridad y ha encontrado eco con los suyos. Jim Cotton, senador republicano por el estado de Arkansas, declaró que “la política de abrazos y no balazos… quizá pueda funcionar en un cuento de hadas, pero las balas se combaten con balas”.

Con un editorial institucional de The Wall Street Journal, sentenciando que “si México no puede controlar su territorio, Estados Unidos tendrá que hacer más para proteger a los estadounidenses en ambos países de los cárteles… No se puede descartar una operación militar de EEUU”.

AMLO cedió ante Trump por la amenaza de los aranceles y permitió a cambio de ellos se nos impusiera su política migratoria y nos convirtieron en sus empleados migratorios, ratificado con 27 mil miembros de la Guardia Nacional que se estrenaron como muro humano para detener el flujo migratorio hacia EEUU.

Al igual que AMLO hizo concesiones en materia migratoria, si no hay una respuesta eficaz y concreta en el tema de seguridad, volverá la amenaza de la imposición de aranceles y permitiremos a los norteamericanos su intervención.


LA RESPUESTA A EEUU


En un principio, AMLO agradeció que Estados Unidos ofrezca su ayuda para la desarticulación de grupos de la delincuencia organizada, pero indicó que en México “tenemos capacidad y profesionalismo, hay personal capacitado para que no se piense que estamos desprovistos de elementos, de conocimiento, de equipo, de personal para llevar a cabo labores de investigación”.

Consideró que las Fuerzas Armadas y otras instituciones de seguridad tienen la capacidad de resolver casos como el asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón, ocurrido a inicios del mes. Destacó que México es “un país libre, independiente y soberano”; aseguró que la actitud del presidente Donald Trump ha sido muy respetuosa.


EL CAMBIO DE AMLO


No obstante eso, después de que la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, solicitara el apoyo y colaboración del FBI a través del embajador de EEUU, el presidente AMLO no quiso verse rebasado y abrió al Buró Federal de Inteligencia (FBI) las investigaciones de la masacre contra integrantes de la familia LeBarón.

El presidente AMLO justificó que “así como nos permitieron darle seguimiento a la investigación en el caso de mexicanos en El Paso, Texas, no tenemos limitación alguna para que se les pueda informar cómo va la investigación y si ellos quieren participar, lo podrían hacer”.

Marcelo Ebrard aseveró que el FBI tendrá acceso a la indagatoria del ataque, pero, aclaró, la Fiscalía General de la República determinará si pide su colaboración en la misma, más allá de la responsabilidad de rastrear el origen de las armas.

El decir que no y luego cambiar de opinión y dar la impresión de que AMLO cedió, es algo que irrita al Presidente, el que la realidad se imponga, el que Trump se salga con la suya, el que en materia migratoria y de seguridad Trump se imponga.

Qué mal se debe sentir AMLO, que diario culpa al neoliberalismo, de ser la causa de los flujos migratorios y de seguridad y sea el presidente Trump el más neoliberal de los neoliberales, el que le dicte soluciones neoliberales para la solución de sus problemas comunes.


ÁNIMO CRISPADO


Hay que considerar que el 13 de octubre, hace un mes, cuando el Secretario de Seguridad dio un informe sobre el tema diciendo que iba muy bien, sucedieron los hechos de Aguililla, después los de Tepochica, Iguala; los de Acámbaro, Guanajuato; los de Culiacán, los de Uruapan, los de la familia LeBarón, los de Ciudad Juárez, con 38 muertos y 23 vehículos incendiados en 4 días. Además, la información económica de octubre sobre el crecimiento de cero de la economía, el anuncio de que cuanto más, creceremos en 2019 un miserable 0.2 por ciento.

Todo cambió hace un mes, cuando el tema de la inseguridad se impuso a la agenda presidencial. La inseguridad ha sido el tema principal de las mañaneras, ha enfrentado a AMLO con los periodistas y con los medios de comunicación, que lo han encarado para exigirle información cierta sobre los hechos violentos que han ensangrentado al país en el último mes.

Lo anterior son causas que explican el nuevo ánimo presidencial, y sobre todo, que el presidente AMLO ha tenido que reconocer que la inseguridad sigue creciendo, que el 1 de diciembre no hubo cambio en esa materia, que los 6 meses que pidió se agotaron y la delincuencia se incrementó, que ahora pide un año más para ofrecer resultados en materia de seguridad. La elección de 2021 calificará ese compromiso.

El periodista Salvador García Soto afirma lo siguiente: “Con sus gentes de más confianza, el mismo Presidente ha aceptado que se acerca al primer año de su gobierno con una situación y un panorama que nunca visualizó en su proyecto de la Cuarta Transformación. No imaginé nunca que el primer año fuera a ser así, ha dicho en corto el Mandatario. En privado el jefe del Ejecutivo se reconoce insatisfecho con la forma en que camina su proyecto y confirman un cambio notorio e inocultable en el ánimo presidencial, que se siente crispado”.

El jueves pasado, el presidente AMLO se reunió con las bancadas de Diputados federales y Senadores, para analizar el tema del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2020. AMLO recibió fuertes críticas de legisladores del PT, del PES y de algunos de Morena, por el incumplimiento de los compromisos de campaña, por haber excluido del Presupuesto los programas que permitían a los Diputados federales realizar gestión y obras en sus distritos y la imposibilidad de bajar recursos.

Los Diputados criticaron al coordinador de Programas Federales de Presidencia, Gabriel García, de acaparar programas y recursos y bajarlos únicamente a través de los “superdelegados”, que aprovechan para realizar campaña electoral personalizada.

Salvador García Soto narra así el mal momento: “Lo que más irritó al Presidente fue cuando un par de legisladores del PES dijeron que lo que imperaba en el Presupuesto federal del próximo año eran criterios de ‘clientelismo’ a través de los programas sociales, y que los apoyos para el campo nacional eran una ‘mentira’. Fue entonces cuando López Obrador perdió la calma y lanzó la primera pregunta a los Diputados del oficialismo: ‘¿Será que aquí hay corruptos?’, preguntó el Mandatario, ante lo cual surgieron los primeros chiflidos.

“Y entonces el Presidente arremetió: ‘Hay algunos que se están volviendo conservadores, y créanme, no les conviene’. Y lo que se planeó como un encuentro de diálogo y entendimiento, terminó con una imagen que confirma el ambiente de crispación que se vive en estos momentos en la 4T, AMLO trataba de explicarles a los Legisladores, hasta que de plano perdió la paciencia abandonando el salón sin despedirse, enojado, mientras un grupo de legisladores del PT y del PES, dos bancadas aliadas, le lanzaban chiflidos de rechazo desde el Salón Tesorería de la sede presidencial”.

Agréguele usted los conflictos de Morena. Así, cualquiera se enoja y pierde el control.