Asilo, arma de Trump

Lunes 18 de Noviembre de 2019 7:18 am

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A Donald Trump le ha caído como anillo al dedo el asilo que México le otorgó al ex presidente de Bolivia, Evo Morales. Encaminado a la campaña por la reelección en la presidencia de Estados Unidos, Trump aprovechará la deteriorada figura del boliviano para argumentar el peligro de gobiernos de izquierda y para presionar al Gobierno mexicano.

Si bien el Gobierno Federal siguió la reconocida tradición de asilo, se adelantó al ofrecerlo a Morales en vez de esperar a que lo solicitara. Son dos medidas muy diferentes. Expuso, sin necesidad, la abierta cercanía e identificación con un gobernante que pretendió un cuarto periodo presidencial pasando sobre su propia Constitución y sobre un referéndum que le dijo NO a ir más allá de una reelección, es decir, dos periodos presidenciales como máximo. El resultado lo torció manipulando al máximo tribunal de su país, que echó abajo el NO. Incluso, la auditoría que la OEA aplicó al proceso electoral boliviano, a petición de Evo, arrojó que hubo fraude en los comicios para evitar la segunda vuelta. Como en México en 1988 (Manuel Bartlett a cargo), allá también “se cayó el sistema” informático de conteo de votos para que, al regresar, la ventaja del Presidente candidato fuese mayor a 10 puntos porcentuales y se evitara la segunda vuelta en que se uniría la oposición y ganaría.

Los errores políticos de Morales, a los que le orilló su ambición de gobernar 20 años –como ya lo dijo él mismo– a como diera lugar, dieron oportunidad a la Policía y al Ejército de presionarlo para que renunciara, en contubernio con Washington por medio de la CIA. Evo ha acusado al gobierno de Trump de injerencia en Bolivia. Y es muy probable que tenga razón. Sin embargo, él mismo les facilitó el camino a sus enemigos. Un retiro a tiempo, legal, lo habría convertido en memoria histórica.

Al ofrecerle asilo, el Gobierno mexicano se definió en el eje del Grupo de Puebla, formado por ex presidentes y presidentes latinoamericanos que se identifican con Morales, Maduro y los Fernández Kirchner, entre otros, que intentan formar un bloque contra Estados Unidos. Nicolás Maduro, de Venezuela, afirmó que se construye un eje socialista, imprudencia que aparentemente le sirve para escudarse en el conjunto, pero que daña a México, pues ahí está representado, como integrante e impulsor, el régimen de López Obrador.

El Gobierno Federal recibió a Evo como si se tratara de un héroe y no de un defenestrado que por cometer fraude electoral abrió camino a sus opositores y puesto a Bolivia al borde de la guerra civil. Hablar desde el exilio, rodeado de un fuerte cuerpo de seguridad militar, es más cómodo que estar peleando en las calles bolivianas, como era su deber de dirigente.

¿Qué medidas tomará Trump para presionar a México? Por lo pronto, al parecer no será el Tratado México-Estados Unidos-Canadá de libre comercio, ya que los principales opositores, los demócratas, anunciaron por medio de su líder legislativa, Nancy Pelosi, que se firmará pronto. Hay, en cambio, asuntos como la migración centroamericana y del Caribe, el narcotráfico, la violencia y la inseguridad, entre los principales, que son los flancos más débiles de México. Lo que le sirva para su campaña de reelección lo usará el inquilino de la Casa Blanca, sin importarle el daño que pueda hacer a nuestro país. Y ahora con el pretexto del asilo a Morales, tendrá un arma más, porque el boliviano insiste en confrontarse con Estados Unidos, al que culpa del golpe de Estado que lo orilló a renunciar a la Presidencia.

La intención de López Obrador de ofrecer asilo a Evo Morales sirvió de distractor por los casos de violencia criminal creciente. Veracruz, Culiacán, Michoacán, la masacre de los LeBarón y el incremento de los asesinatos y el narcotráfico en la Ciudad de México, así como el persistente huachicoleo en Guanajuato, le han restado aprobación al Presidente, como lo muestran las encuestas de la semana pasada. De casi 79.45 puntos porcentuales de aceptación que tenía en marzo, ha bajado a 58.70 la semana pasada. De agosto a la fecha, la caída fue de 10 puntos. (El Universal. 15/noviembre/2019). Y adicionalmente, le ha costado al país en la política y en la economía, que no despega.

México está pagando caros los errores del Gobierno Federal, que ha ido de tropiezo en tropiezo, dejando la impresión de una conducción sin rumbo cierto y, lo peor, sin voluntad política de enmienda.

Gobiernos en crisis

MILES de los que votaron en la elección de julio de 2018 dieron la espalda a los partidos tradicionales: PRI y PAN, y la oportunidad a Morena, con el propósito de que hubiera un cambio en el país, para mejorar las condiciones de vida de la población.

Así, el fundador y líder moral de Morena, Andrés Manuel López Obrador, llegó a la Presidencia de México y ayudó a miles de candidatos de ese partido a ganar cargos de Gobernador, Alcaldes, Regidores, Diputados locales y federales, así como Senadores. El triunfo del lopezobradorismo fue contundente.

El próximo 1 de diciembre se cumplirá el primer año del nuevo Gobierno Federal, sin embargo, los resultados no son los esperados, particularmente en seguridad y economía. Los gobiernos estatales y Ayuntamientos se encuentran ahogados en deudas, sin dinero para obras y con la fuerte incertidumbre del presupuesto que ejercerán en 2020, porque hay la amenaza de que vienen recortes fuertes.

Semanas atrás, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez y el secretario de Planeación y Finanzas, Carlos Noriega García, informaron que el gobierno de López Obrador estaba recortando recursos en las partidas ya etiquetadas y programadas para Colima.

Al comparecer ante diputados del Congreso local, Carlos Noriega explicó que por el concepto de ingreso libre de disposición y transferencias etiquetadas, Colima enfrenta una reducción de recursos de 2 mil 197 millones de pesos, sólo en 2019. “Es un hecho que ha perjudicado de manera drástica en obra pública, educación, turismo, pago de pensiones para adultos mayores y jornaleros agrícolas, mejoramiento de vivienda, obra pública e infraestructura carretera”, dijo.

Por si no fuera poco con esas partidas rasuradas por parte del Ejecutivo Federal, la semana pasada, Peralta Sánchez advirtió que la reducción de mil 113 millones de pesos en la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos de 2020 “se debe a que hay un problema financiero serio”.

Sostuvo que no buscará culpables, pero es una realidad y a él le toca enfrentarla y buscar soluciones a los problemas. 

El Mandatario contempla varias alternativas para sacar adelante al estado del problema financiero, pues reconoce que los poco más de 17 mil millones de pesos que se proyectaron de presupuesto para el siguiente año, no alcanzarán.

Explicó que actualmente todos están preocupados, porque se hacen asignaciones presupuestales por debajo de lo que cada institución, órgano autónomo, cada ente responsable u organismo considera que se requiere para sacar adelante sus responsabilidades.

Manifestó que “es una realidad la situación económica que se vive, ya que se ve afectación en la recaudación, disminución en la bolsas concursables a nivel nacional, que deriva en menos recursos para las entidades”. 

Peralta Sánchez detalló que el año pasado en obra pública se ejercieron en Colima 700 millones de pesos y para 2019 está en alrededor de 100 millones, “es parte de la dinámica que a partir de este año se está registrando, esa es una realidad”.

Para enfrentar la disminución de presupuesto, el Gobernador contempla ajustes en todas las áreas de la administración estatal y buscar mecanismos que la ley permita para equilibrar las finanzas públicas y solventar el déficit.

Varios Alcaldes expresaron ante el Congreso del Estado la necesidad de recursos extraordinarios para atender el pago de aguinaldos y compromisos de fin de año. Al respecto, el titular del Ejecutivo adelantó que los propios Ayuntamiento deberán buscar sus alternativas de solución. 

La crisis por la que están pasando el Gobierno Estatal y los Ayuntamientos es porque el Gobierno Federal no les ha entregado completas las partidas presupuestales, llegan rebajadas y ello representa un desequilibrio en las haciendas públicas. Repercute no únicamente en el Gobierno del Estado, sino en toda la población.

Ante la crisis que enfrenta la administración estatal, no se descartan recortes de personal. El secretario de Gestión y Administración Pública, Kristian Meiners Tovar, aclaró que el pago al personal está garantizado, porque ya se encuentra presupuestado, sin embargo, dijo, es permanente la evaluación de desempeño del personal.

Los Ayuntamientos también se encuentran en graves problemas financieros y, sin embargo, no recuperan nada de dinero, como son los casos de Colima y Villa de Álvarez, donde los ex alcaldes de esos municipios, Héctor Insúa y Yulenny Cortés, respectivamente, desviaron cantidades millonarias y por ello fueron denunciados penalmente. 

La crisis que enfrenta Colima y la mayoría de los estados del país es muy grave y hasta ahora el cambio prometido por López Obrador, de mejorar las condiciones de vida de la sociedad, no llega.

Ratificación de Magistrados

LA Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ratificó el nombramiento de los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), Mario de la Madrid Andrade, René Rodríguez Alcaraz y Sergio Marcelino Bravo Sandoval.

En su sesión del pasado miércoles, el ministro Javier Láynez Potisek resolvió en definitiva los amparos que habían promovido los ciudadanos Rocío Guedea León y Javier Villalvazo Martínez, para combatir los nombramientos de los Magistrados.

Tales nombramientos habían sido propuestos por el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez y avalados por el Congreso del Estado en el segundo semestre de 2018, tal como lo establece el procedimiento consignado en la Constitución Política del Estado de Colima. Esa decisión fue combatida por Rocío Guedea y Javier Villalvazo a través de un amparo, mismo que concedió el Juez Tercero de Distrito, quien el 30 de abril de 2019 revocó el nombramiento de Mario de la Madrid, sentando un precedente para que ocurriera lo mismo con los otros Magistrados.

Para emitir ese resolutivo, el Juez Federal consideró que se violentaron los derechos de los quejosos, debido a que no existió igualdad de condiciones para participar en el proceso de selección de los magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

Ante esa postura, el gobernador Ignacio Peralta presentó un recurso para que la SCJN ejerciera su facultad de atracción del amparo de origen, lo cual fue aceptado por el máximo órgano jurisdiccional del país, en mayo de este mismo año.

El miércoles pasado, la Segunda Sala de la SCJN finalmente emitió su resolutivo respecto a este caso, en el cual establece que “se confirma la sentencia recurrida”, es decir, el nombramiento de los Magistrados, además de que “se sobresee en el juicio de amparo”.

Con eso, se resolvieron varios de los expedientes que se presentaron contra del nombramiento de Magistrados en el STJE; hay todavía algunos amparos pendientes, pero seguramente las resoluciones serán similares a las emitidas la semana pasada.

Si la Corte decide analizar por separado las demandas pendientes en el caso de Colima, al menos seis, y en todas ellas se emite un fallo idéntico, se establecería jurisprudencia en el tema del nombramiento de magistrados de los Tribunales Estatales.

Por lo pronto, la ratificación de los tres Magistrados tiene fundamento legal, pues los Ministros se apegaron estrictamente al procedimiento que establece la Constitución Política del Estado, para el nombramiento de los integrantes del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

Además, si los miembros de la Corte hubieran ratificado la revocación de los nombramientos de Magistrados, concederían que los suyos también son inconstitucionales, dado que llegaron a su cargo a través de un procedimiento idéntico al de Colima, es decir, propuestos por el Ejecutivo.

Al final, prevaleció el texto constitucional, donde se estipula el procedimiento vigente para este proceso de integración del STJE, que bien podría perfeccionarse, pero eso es un trabajo que corresponde realizarlo al Congreso del Estado, mediante las reformas correspondientes.

Mientras tanto, la determinación de la Corte otorga certidumbre y estabilidad al Poder Judicial de Colima, pues se conjura el riesgo de interrumpir abruptamente el trabajo que ya viene realizando el Pleno del Poder Judicial en diversos proyectos y acciones.

Igualmente, se ataja la posibilidad de que intereses burocráticos y ambiciones personales puedan interferir en los procesos de nombramiento de los Magistrados, una atribución que corresponde ejercerla a instituciones, en este caso los Poderes Ejecutivo y Legislativo.

La correcta impartición de la justicia es una de las demandas más sentidas de la población, por tanto no puede estar sujeta al arbitrio de particulares, en ese sentido, la resolución de la SCJN es correcta y legal. Se espera que el resto de los amparos promovidos en este caso tengan una conclusión similar.

Virgilio, buen prospecto

VIRGILIO Mendoza Amezcua es uno de los políticos colimenses con mayor potencial de crecimiento para buscar la gubernatura del estado en 2021.

Su mejor momento fue en 2015, cuando era, sin duda, la mejor opción que tenía el PAN para ser su abanderado, sin embargo, además de los problemas internos en ese partido y la ambición de Jorge Luis Preciado Rodríguez que atacó a todos los grupos antagónicos, el propio Virgilio dejó claro que si el abanderado del PRI iba a ser José Ignacio Peralta Sánchez (como ocurrió), él prefería no contender.

Después vino la salida del PAN del político armeritense y su adhesión al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), del que es dirigente estatal y en donde inició con un ritmo fuerte, pero lo ha bajado notoriamente.

Está a tiempo de fortalecer el proyecto para aparecer en las boletas electorales en 2021, sin embargo, para eso debe trabajar en la consolidación del PVEM en toda la entidad, particularmente en el Distrito Federal Electoral 1.

La fuerza de Mendoza Amezcua está en el Distrito Federal Electoral 2, principalmente en Manzanillo, en donde como Alcalde dio buenos resultados y luego como Diputado federal siguió al pendiente del municipio.

Ha hecho una mancuerna eficaz y productiva con Gabriela Benavides Cobos, actualmente Senadora de la República.

Ambos son bien vistos en el municipio costero y ahora intentan que el PVEM crezca en todo el territorio estatal, lo que no ha ocurrido en los municipios del norte, donde les hace falta formar una sólida estructura partidista para ser competitivos en 2021, con Virgilo Mendoza como candidato a Gobernador.

Perder la elección a la Alcaldía de Manzanillo, en 2018, fue un duro golpe para el proyecto de Mendoza Amezcua. Fue una de las principales víctimas en el estado del tsumani López Obrador que hizo que muchos de los candidatos de Morena ganaran aunque no tuvieran méritos propios, pero arrastrados por la imagen del hoy Presidente de la República.

Y de esa derrota no se ha recuperado totalmente el político armeritense, quien a pesar de hacer un buen trabajo como Regidor, no ha logrado el fortalecimiento de su partido en el resto del estado y el tiempo para hacerlo se le está agotando.

Tiene todavía, hay que insistir, un capital político importante, pero no es el mismo que tenía en 2015, y si no se apura a incrementarlo, no tendrá oportunidad de figurar en 2021.

Su partido sigue siendo débil y falto de estructura, a pesar de que por gestiones del propio Virgilio aumentó a tres el número de diputados en el Congreso del Estado (inició únicamente con Martha Meza Oregón).

Se unieron Miguel Ángel Sánchez Verduzco, quien debe aportar al crecimiento del PVEM en Colima y municipios del Distrito Federal Electoral 1, y Luis Fernando Escamilla Velasco, cuya fuerza está en Manzanillo.

Algo a considerar, serán las alianzas que el PVEM pueda concretar para los próximos comicios. A nivel local tiene una buena relación y colaboración con el Gobernador, lo que podría encaminarlo por ahí.

Sin embargo, a nivel nacional el PVEM está abiertamente con Morena y eso podría cambiar el panorama en Colima en 2021.

Como en política todo es posible, existe incluso la posibilidad de que en Colima se diera una alianza tripartita Morena-PRI-PVEM.

Lo cierto es que si Virgilio Mendoza no se empieza a mover desde ahora para que el PVEM crezca en el estado y sea atractivo para los electores y para otros partidos, pensando en las alianzas, no llegará lejos.

Conserva las características de buen político, cuenta con el apoyo y el reconocimiento de sectores y prosélitos, pero debe trabajar muy fuerte para concretar la posibilidad de ser una opción real para convertirse en el próximo Gobernador de Colima.