Apuntes
MARIO CÁRDENAS DELGADO (ACPE)
¡Sufragio efectivo, no Cuarta Transformación!
Jueves 21 de Noviembre de 2019 7:15 am
EN el Plan de San Luis, que publicó el 5 de octubre de 1910, Francisco Ignacio Madero González, líder del movimiento antireeleccionista, llamó al pueblo de México a tomar las armas para derrocar el gobierno de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori: “Una tiranía nos oprime de tal manera, que se ha hecho intolerable. Nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza, porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la Patria, sino de un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos las concesiones y contratos lucrativos”. Tal arenga prendió y se expandió por todo el territorio nacional, porque la gran mayoría de los mexicanos estaba harta de los detentadores del poder público, por sus impunes y escandalosos actos de prepotencia y corrupción. Ante la presión armada y social, Díaz dimitió el 25 de mayo de 1911, dejando el campo abierto para que Madero llegara a la Presidencia 6 meses después, pero duró en el cargo poco más de un año, porque fue traicionado y asesinado junto el vicepresidente José María Pino Suárez por un grupo de militares encabezados por Victoriano Huerta, en golpe de Estado que la historia consigna como la Decena Trágica. Ciento siete años después de la gesta revolucionaria, Andrés Manuel López Obrador, con la bandera de la moralización y el combate a los corruptos canalizó el descontento nacional para ganar inobjetablemente la elección presidencial y echar de Palacio Nacional, creo que para siempre, al PRI. A partir de ello instauró el régimen de lo que él ha llamado Cuarta Transformación, en alusión a la Independencia, la Reforma y la Revolución, erigiéndose en algo así como la reencarnación de Hidalgo, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas. Se ha metido tanto en el papel de estos personajes, que incluso sacó de la chistera la idea de un presunto golpe de Estado en su contra, como el que perpetró El chacal Huerta contra Madero, para exacerbar a sus fans, polarizar más a los mexicanos y forzar a las Fuerzas Armadas a refrendarle su lealtad como Jefe de la Nación. No creo que exista riesgo de una traición, porque las condiciones de México son otras, pero por las dudas no debe seguir cucando al tigre ni actuar como Porfirio Díaz, en cuanto al control absoluto de los Poderes y las instituciones. El derrocamiento de Madero, que no es el caso, reitero, se dio como producto de sus propios errores. López Obrador también los comete, impulsado por su soberbia, egocentrismo e ignorancia de muchos temas que cree dominar, cuando no es así, pero legitima sus decisiones con encuestas amañadas entre el “pueblo bueno y sabio” afín a él. En fin, creo que hasta ahora el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha fallado a los mexicanos, porque el suyo ha sido un gobierno de ocurrencias, imposiciones, improvisaciones, actos de presunta corrupción e injusticias, como esa de regalar dinero a fondo perdido y sin reglas de operación a quien no lo merece. Esta situación puede motivar a los ciudadanos mexicanos a enmendarle la plana en 2021 mediante un golpe de Estado electoral, eligiendo para la Cámara de Diputados y en los Congresos estatales a ciudadanos que verdaderamente los representen, no a paleros, como los que integran las mayorías actuales, que sumisamente y haciendo a un lado su propio credo de “no traicionar al pueblo, no mentir y no robar”, validan todo lo que AMLO les ordena, aunque sea lesivo. Sí, se requiere una revolución pacífica para derrocar al régimen del engaño, las contradicciones, el autoritarismo y los dislates, el de la mal llamada Cuarta Transformación, que pacta con el crimen organizado, apapacha a los delincuentes, cobija a los corruptos y persigue a quienes trabajan y producen. Así de contradictorio es. Por ello, la consigna que podría campear dentro de 2 años es: ¡Sufragio efectivo, no Cuarta Transformación! A propósito de que ayer se cumplieron 109 años del inicio de la gesta maderista, reproduzco un fragmento de la Viñeta de la Provincia que publicó don Manuel Sánchez Silva el 6 de agosto de 1961, con el título de Rasgos Porfirianos. “Se atribuye a don Porfirio Díaz la responsabilidad criminal de haber inspirado la trágica muerte de algunos de sus enemigos políticos, especialmente de aquellos que aspiraban a la Presidencia de la República, como Trinidad García de la Cadena o Ramón Corona. Entre los cargos más graves que se imputan al dictador, figura el de suprimir definitivamente a quienes le disputaban o pudieran disputarle el mando, pues efectivamente, elevado al poder mediante la ejecución y consecuencias del Plan de Tuxtepec, redactado con espíritu esencialmente antirreeleccionista, se contradijo asimismo al encariñarse con el mando, prolongándose en su ejercicio por más de 30 años. “Tal vez nunca pueda la historia comprobar satisfactoriamente los crímenes políticos de que se culpa al general Díaz, pero aun aceptando su participación punible, es de reconocer que por primera vez en la historia turbulenta del país, mantuvo un prolongado clima de paz”. apuntesmario@hotmail.com
