Cargando



Letras y números



JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL

Ana Botín


Lunes 02 de Diciembre de 2019 7:16 am


HAY dos temas en los cuales nos hemos especializado los mexicanos y los dos tienen que ver con la formación de una sociedad que condena el talento y el éxito ajenos. Uno se relaciona con la forma como reaccionamos a triunfos y derrotas de la Selección Nacional de futbol y, el otro, con la crítica permanente, no a la institución presidencial, sino al Presidente de la República en turno.

Hace apenas 2 semanas la Selección Mexicana de jovencitos no mayores de 17 años obtuvo el subcampeonato en la Copa Mundial de futbol celebrada en Brasil, donde participaron 24 selecciones entre las que estaban España, Francia, Holanda, Italia, Estados Unidos, Chile, Argentina y, desde luego, Brasil, que obtuvo su cuarto campeonato. En cualquier país europeo se le hubiera hecho un gran reconocimiento al subcampeón; en México, nuestro masoquismo es recalcitrante: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”.

Al Presidente de México en turno lo hemos traído de bajada desde hace un año. Que si habla despacito, que si dice boberías, que si la maestra Elba Esther, que lo de Rosario es una venganza, que el avión sin vender, que la guardia presidencial, que el huachicol, que el culiacanazo, que Evo, las mañaneras, sus pantalones largos, su falta de elegancia, su ausencia en los foros internacionales, etcétera, etcétera. Yo también aporto mis comentarios y mi sentido del humor en las mesas de café para continuar la comedia de la descalificación.

Pero he aquí que apenas el pasado martes hubo un suceso que no quiero dejar pasar, porque considero que significa un tremendo empujón para el Presidente y un cambio en el rumbo que venía siguiendo nuestro país. Habla Ana Patricia Botín, presidenta Ejecutiva del Banco Santander: “Yo creo que hay muy pocos, probablemente ningún país en el mundo, en este momento, con el atractivo que tiene México. Y los proyectos de infraestructura son un dinamizador de la economía local. Por lo tanto nos parece que es algo muy importante y queremos estar aquí y apoyarlo”. Las palabras se las dirigía Ana Botín al presidente Andrés Manuel López Obrador, haciéndole saber que su Banco tenía listos 100 mil millones de pesos… Sí, ¡100 mil millones!, para apoyar el Plan Nacional de Infraestructura que el gobierno de México tiene previsto para los próximos 5 años.

La sonrisa de Andrés Manuel lo decía todo. Estaba reunido con los principales empresarios de la iniciativa privada en México y la imagen era la de los tiempos del pasado en que todo era miel sobre hojuelas. Pero el rictus de satisfacción del Presidente era justificado. Durante todos los meses anteriores, sus críticos decíamos que de dónde iba a sacar para conservar sus programas sociales. El martes se habló de una inversión de más de ¡859 mil millones! de pesos que los ricos de México invertirán en obras de infraestructura. Serán 147 grandes proyectos a iniciar desde el primer mes del próximo año.

La presencia de Ana Botín es preponderante, porque en la actualidad es la banquera con más influencia en el mundo y sus palabras tienen un enorme peso en los centros financieros internacionales. Por algo le fue otorgada la nominación como Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico y considerada por la BBC como la tercera mujer más poderosa del Reino Unido, y por algo también Coca-Cola Company la invitó a ser parte de su Consejo de Administración.

Su opinión vale mucho en los círculos financieros internacionales y seguramente muchos inversionistas voltearán a ver a México y su futuro, que hoy parece más claro que en meses anteriores. Si en esta ocasión tenemos que aplaudir a Alfonso Romo, a Arturo Herrera o a cualquier otro Secretario del Gabinete, que vaya el aplauso sin reticencia alguna. Es bueno que no nos dejemos llevar por el “Síndrome de Procusto”, que nos hace despreciar a quien destaca. Para Ana Patricia Botín mi agradecimiento a nombre de México.

PD. ¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.

 

jbrambilaleal@yahoo.com.mx